🔶🔹TheMy'S - Un Camino Lleno De Promesas🔹🔶

🔽Capitulo 37 - Una verdad🔽

Mitchell, Mat y Sparta se quedarían mirando a Raymond, sin creerse lo que había dicho.

Sparta: Ja... Divertido, vamos Raymond deja de ju-

Sparta estaba tratando de acercarse a Raymond con pasos pequeños a lo que rápidamente sacando su espada apuntaría al cuello de Sparta mientras lo miraba con indiferencia.

Sparta: Raymond... Estas llevando esta broma... Un poco lejos.

Raymond: No es ninguna broma, ya no es momento de ellas.

Mat: P-pero... De entre todas las personas, ¡¿tu?! ¡Si hace unos momentos estábamos luchando contra...!

Raymond: Es como dijeron, era un espejismo, un cascarón vacío, una marioneta, pero no soy el titiritero.

Mat: Dices... ¿Que hay alguien más aquí?

Raymond: Hm... No deben preocuparse por eso, no es como si ella fuera a meterse en esto.

Los tres estarían anonadados, observando a Raymond de esa manera, el hombre que normalmente bromeaba y era sarcástico de vez en cuando, el Pelindung principal del Reino Local por hace ya unos quince años estaba frente a ellos como una persona totalmente diferente, de entre los tres, Mitchell era el más estático y más confuso, tratando de aclarar sus ideas, a lo que sólo una pregunta pudo venir a su mente.

Mitchell: Raymond... Tu sabes... ¿Qué pasó con Milo...?

Raymond se quedó callado un momento y tomando un poco de aire mientras cerraba los ojos, miro a Mitchell a los suyos.

Raymond: Mitchell Kenway, Milo Harper murió, y fue mi culpa.

Mitchell quedaría temblando por esas palabras, involuntariamente su mano derecha iría hasta su ojo, tocando en donde debería estar su ojo derecho comenzarían a salir lágrimas del otro y en un rápido movimiento se acercaría a golpear a Raymond con rabia, el ataque tuvo que ser frenado por dos círculos mágicos de Raymond.

Mat: ¡Mitchell detente! ¡¿Acaso quieres perder otro ojo o morir?!

Mitchell: No me importa si muero aquí... ¡¡¡Pero me llevaré a Raymond al infierno conmigo!!!

Mitchell combinaria patadas y puñetazos contra Raymond llenos de furia, Raymond se estaría defendiendo como podía con los círculos mágicos y aprovechándose de la cólera de Mitchell aprovecharía para golpearlo con una llamarada combinado con un fuerte golpe de viento el cual lo mandaría a volar.

Raymond: Mitchell, no quiero matarlos, pero si siguen así no tendré otra opción.

Mitchell: ¡Ngh! ¡Pues yo lo haré como tu no lo hagas!