29. Los viejos tiempos

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Había pasado cerca de dos meses y medio desde que terminé con Bellamy y las cosas habían dado un sorprendente giro en todo el campamento, ya teníamos dos autos y estábamos por terminar el tercero, Raven me había metido en eso de la mecánica para ayudarme a distraerme. Todo el campamento estaba dividido como alguna vez lo estuvo el Arca, había secciones de ingenieros, granjeros, mecánicos, guardias, enfermería y algunas más. Jasper parecía ser un caso perdido, casi nunca estaba sobrio y se la pasaba odiando a Monty, algunas veces yo lo acompañaba en sus largas noches bebiendo e intentaba hacerlo entrar en razón pero no quería que nadie lo ayudara, así que muchas veces solo estaba ahí para asegurarme de que no se metiera en problemas o muriera. Octavia ahora era una terrestre, se veía y actuaba como una, aunque nunca supe bien cómo pasó eso, ni siquiera dormía en el campamento, ella y Lincoln pasaban las noches afuera y solo estaban en Arkadia durante el día, si es que no salían a hacer inspecciones del territorio.
Lincoln se ocupaba de enseñarle a todos aquí defensa personal básica, en caso de que fuera necesario, él había probado ser un aliado y casi podría decirse que era parte de nosotros ahora. La guardia se dividía en dos partes, los equipos de búsqueda, que salían a inspeccionar el territorio y ampliar nuestro conocimiento sobre nuestros alrededores, eso y buscar a Clarke. Y los de protección, quienes se quedaban en el campamento a entrenar, asegurarse de que el perímetro fuera seguro y normalmente eran los que iban al monte Weather por suministros. Bellamy era el líder de los equipos de búsqueda y yo de los de protección, desde que Marcus se enteró del rompimiento, me ayudó demasiado a mantenernos alejados en cuestión del trabajo. Mi relación con mi padre había mejorado bastante este tiempo, nos habíamos acercado y por lo menos nos conocíamos mejor. En cuanto a Bellamy, cada semana teníamos que vernos para ver la organización y táctica de nuestros equipos por separado y en conjunto. Las primeras veces era extraño y muy doloroso, por lo menos para mi, pero con el tiempo nos acostumbramos. Lo bueno de esto es que ambos manteníamos la relación estrictamente profesional y todo parecía funcionar de maravilla, afortunadamente cuidando a Jasper, ayudando a Raven, dirigiendo a mi equipo y de ves en cuando ayudando a Abby, no me daba tiempo de pensar en cómo me sentía respecto a él.

Al menos, no hasta esa mañana.

Marcus me había avisado que me iba a necesitar con el equipo de búsqueda, mi equipo recién había vuelto de monte Weather y recién estaban descargando las camionetas así que eso era todo lo que harían hoy. Como yo me dedicaba a organizar los equipos, jamás entraba a la montaña, no quería ni podía hacerlo, así que me quedaba en los vehículos organizando las cosas y llevando el registro de lo que tomábamos. Siempre me tomaba el tiempo de visitar la rumba de Alex, la cual estaba junto con la de su madre. Estaba muy agradecida con mi equipo porque la primera vez que vinimos, me ayudaron a darles una tumba digna a cada uno de los muertos. Dolía demasiado venir aquí, pero me sentía agradecida de tener un lugar a donde ir cuando quisiera ver al pequeño.
—¿Y por qué yo?— exclamé después de haber aceptado y en camino a prepararme.
—Porque eres mi hija favorita.— bromeó Marcus y yo solté una pequeña carcajada antes de ir al garage.
Caminé hasta allá pensando es qué tal vez no sería tan malo, sería como al principio, sólo nosotros contra el mundo. A excepción de Finn, Clarke y podría decirse que Murphy. Según lo que me habían dicho, Finn estaba muerto, Clarke estaba desaparecida y Murphy había escapado con Jaha, quien milagrosamente había llegado a la tierra por su cuenta después de sacrificarse para enviar al resto.
Estaba envuelta en mis pensamientos cuando Raven me golpeo con la mano en el hombro.
—¿Vendrás?— preguntó emocionada.
—Eso creo.— sonreí un poco y ella me devolvió la sonrisa.
—Genial, hoy probaremos el número 3.— dijo refiriéndose al vehículo recién terminado. Cuando mire hacia los otros dos, que descargaba mi equipo, vi a Bellamy besar a una chica, Grace. Me quedé helada y sentí una horrible punzada en el pecho, los había visto muy juntos un par de veces pero jamás así. —¿Estás bien?— pregunto Raven al darse cuenta de lo que había visto. Salí de mi trance y parpadeé, dejando salir una lágrima que limpie de inmediato, asentí y caminé hacia allá.
—De acuerdo, chicos.— me dirigí a mi equipo. —Hoy solo hay que desocupar los vehículos, en cuanto los tengan listos denle las llaves a James y tómense el resto del día libre ¿bien?— todos festejaron y fue cuando Miller llegó. Él siempre estaba pendiente de mi, nos habíamos vuelto muy buenos amigos y siempre era bueno tenerlo cerca porque podía hablarle de cualquier cosa y él me escuchaba. Me dio un abrazo tan fuerte que me levanto del suelo un poco y pasó su brazo por mis hombros para subir al auto.
—Bien, solo falta Romeo.— exclamó Raven impulsivamente y de inmediato se dio cuenta de lo que había dicho así que me miró con pena.
—Primero, no hagas eso.— la reprendí. —Y segundo, creo que mejor iré con Octavia.— dije dispuesta a bajar del auto pero Miller me jaló del brazo, de modo que yo me jalaba hacia atrás pero cuando el auto encendió, perdimos el agarre y yo salí impulsada hacia atrás. Cuando esperaba chocar con el piso, unos fuertes brazos me detuvieron a casi nada de caer y cuando abrí los ojos, me di cuenta que había sido Bellamy. Era como si el mundo se hubiera detenido un instante, y como en los viejos tiempos, solo éramos él y yo.

Los pies en la tierra || Bellamy BlakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora