Me di la media vuelta y salí de ahí lo más rápido posible para ir a otra parte del bosque, evitando a Bellamy. Me tomé unos minutos para relajarme pero me topé con un par de guardias que llevaban a una chica a rastras.
—¿Qué pasa?— me acerqué.
—La encontramos merodeando por aquí.— habló uno y la lanzaron al piso. Octavia y Bellamy se acercaron, él dijo que la conocía y confiaba en ella así que la soltaron para llevarla adentro. El nombre de la chica era Echo y había venido a advertirnos que nuestra gente en Polis corría peligro, aunque estuve a su lado todo el tiempo, no estuve muy presente así que no entendí del todo la situación. Lo importante era que debimos irnos de inmediato para ayudar a los nuestros. Bellamy organizó un pequeño equipo con Octavia, Pike, Echo y yo.Yo conduje el vehículo hasta Polis, por suerte Bellamy estaba muy preocupado por lo que Echo había dicho que no tenia tiempo para pensar en lo que yo le había dicho. Me sentía tan estúpida después de haber dicho que aún lo amaba, tal vez era cierto pero la forma en la que lo dije, estuvo completamente fuera de lugar y no estuvo bien.
Al llegar a la torre de la comandante, Bellamy y Pike se encargaron de eliminar a dos tipos que movían los elevadores.
—No era necesario matarlos.— exclamé molesta.
—Claro que si.— respondió Pike y antes de que pudiera responderle, Bellamy puso su mano en mi hombro como pidiéndome que me calmara y comenzamos a subir las escaleras hasta el último piso. El camino fue muy cansado, pero la adrenalina y nerviosismo que nos invadía, o por lo menos a mi, nos hacia mantener el ritmo. Al llegar a la habitación que necesitábamos, tomamos a los dos guardias como prisioneros y forzamos la entrada. En cuanto las puertas se abrieron, vimos a Clarke, Abby y Marcus junto con los demás miembros de la coalición y la comandante.
—¡Pero qué?— exclamó Marcus y me di cuenta que su brazo tenía una marca. Un hombre frente a él tenía una enorme vara de metal, con la que era obvio lo habían marcado.
—¡Sabemos lo que planean!— exclamó Bellamy.
—Dejen ir a nuestra gente y no habrá más funerales para la suya.— dije apretando mi cuchillo contra el cuello del guardia.
—¡Jessica!— gritó Marcus.
—¿Acaso no lo ves?— grité señalando a todos al rededor con el cuchillo. —Nos van a exterminar.— miré a la comandante.
—¿Quién dijo eso?— preguntó ella bajando de su trono.
—¿Dónde carajos está Echo?— exclamó Octavia y después de unos segundos lo entendí todo.
—¡Maldita sea!— solté al hombre y todos me miraron. —El Monte Weather, atacaran el Monte Weather.— dije corriendo a la salida cuando la radio de Bellamy me detuvo.
—¿Bellamy? Soy Raven... el Monte Weather ha sido... ha sido atacado. Repito... el Monte Weather ha sido atacado.— decía la chica entre sollozos.
—¿Grace?— preguntó Bellamy de inmediato.
—Lo siento, solo Sinclair y yo pudimos salir.— la noticia nos cayó como balde de agua fría a todos los presentes. Volteé a ver a Bellamy y su mirada estaba perdida en el suelo, las lágrimas se juntaban en sus ojos y su radio cayó. Me acerqué de inmediato y lo rodeé con mis brazos, abrazándolo lo más fuerte que pude.
—Lo siento tanto.— susurré mientras él asimilaba todo. Mientras tanto, la comandante encerró a las dos personas de la nación de hielo que estaban ahí. Había comenzado una guerra.En el camino de vuelta a Arkadia, no pude evitar estar pendiente de Bellamy. Odiaba que estuviera pasando por esto de nuevo, la pérdida de un ser amado. Marcus se ofreció a conducir, así que fui con los demás en la parte de atrás. Estuve todo el tiempo a un lado de Bellamy tratando de que supiera que estaba ahí para él, sin embargo él no lloraba, aunque no sabía si no quería o no podía. Mientras tanto, yo no podía evitar sentirme culpable por todas las veces que deseé que no estuvieran juntos, es decir, odiaba ver cómo no era yo la que estaba en su lugar pero claro que nunca quise que pasara algo así. Mi cabeza daba vueltas sobre si misma y no dejaba de preguntarme si esto era culpa mía, al mismo tiempo me calmaba respondiéndome que era imposible que tuviera poder como para hacer esto, pero la duda no me dejaba en paz.
Esta noche, de nuevo, no pude dormir y no podía ir con Miller porque hoy no estaba de guardia así que solo fui al área de entrenamiento y estuve golpeando uno de los sacos que habíamos improvisado hasta que Lincoln apareció.
—¿Qué haces aquí, Jess?— preguntó.
—Entreno.— respondí entre jadeos.
—Son las cuatro de la mañana.— me dijo mientras detenía el saco.
—¿Buenos días?— solté sarcástica.
—Muy graciosa, ve a dormir.— me indicó y yo me negué con la cabeza. —Fuera de aquí, es mi turno. Además, necesitas descansar.— añadió.
—No puedo.— solté sin quererme ir. —Si no me distraigo con algo, no voy a dejar de pensar en lo de anoche.— confesé.
—Jess...— fue lo único que dijo antes de que lo interrumpiera.
—Si yo hubiera...— me interrumpió inmediatamente.
—No. No harás eso.— se acercó a mi. —No había forma de que lo supieras, ni tu ni nadie más. La única responsable de esto es la reina Naia y ten por seguro que Lexa la hará pagar por eso.— me dio una palmada en la espalda y antes de que saliera, me pidió que lo ayudara con unas cosas. Él sabía que aunque sus palabras me habían ayudado, no me iba a dejar de sentir mal por lo que pasó.
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Los pies en la tierra || Bellamy Blake
Fanfic-Te amo más que a la tierra.- susurró Bellamy un segundo antes de volver a unirnos en un beso lleno de necesidad y amor. Basada en la serie "The 100"