Los pies en la tierra || Bellamy Blake

10. Desastre

Esta mañana me había ocupado de seguir practicando mi puntería con el arco, fue un día bastante tranquilo pero muy cansado, hubo muchas cosas que hacer en cuestión de reforzar el campamento así que me sentí tan aliviada cuando al fin pude ir a la cama.

Apenas comenzaba a quedarme dormida cuando un estruendo en el cielo se hizo presente. Varias voces me hicieron salir rápidamente y logré ver una luz que caía del cielo.
—¡Ya viene la ayuda! ¡Ojalá traigan shampoo!— fueron algunos de los comentarios que logré escuchar, cuando bajé la mirada en busca de alguno de los chicos, me encontré con Bellamy sin camisa y un par de chicas cubriéndose solo con mantas. Asqueada volví a mi tienda de inmediato, no sabía porque me molestaba tanto pero prefería no quedarme a averiguarlo. Si esa cosa que cayó venía del Arca, además de lo que sea que trajera, vendría un radio para comunicarnos seguro solo para confirmar si estábamos vivos, lo que significaba que entonces ellos bajarían según nos había dicho Clarke por los bajos niveles de oxígeno en la nave. Estaba segura que cuando bajaran, me asesinarían ya que estaba por cumplir los dieciocho y bueno, esa era la pena de mi crimen.

Tomé mi arco, algunas de flechas y a escondidas, salí de inmediato en busca de lo que había caído. Caminé varios kilómetros y ya estaba tan cansada que no podía seguir, así que en cuanto pude encontrar una cueva, me metí y decidí dormir solo un poco.

Desperté y me di cuenta que ya estaba amaneciendo. Debía apresurarme, todos en el área habían visto esa cosa y evidentemente, todos estarían buscándola, incluyendo a los terrestres. Finalmente llegué a la nave y en cuanto me acerqué, supe que no traía nada de lo que esperábamos, era más bien una nave individual de pasajeros y alguien estaba a bordo. Me apresuré a abrir la puerta esperando que no me descubrieran, una chica estaba inconsciente dentro de un traje de astronauta, hice tripas de corazón para ignorarla y arranqué la radio de su lugar, cerrando la puerta para que quien sea que la encontrara no sospechara nada.

—¿Qué haces aquí?— escuché a mi espalda después de cerrar la puerta y di un pequeño salto.
—¡Carajo!— maldije por lo bajo. —¿Y a ti por qué te importa?— cuestioné a Bellamy.
—Voy a necesitar eso.— me ignoró y señaló el radio de mi mano. Como si no lo hubiera visto ya, lo escondí en mi espalda.
—Debo irme.— dije cortante y comencé a caminar.
—¡Jessica!— corrió un poco para alcanzarme. —Voy a llevármelo.— él intentó quitármelo.
—¡No!— grité, no tenía idea de donde había salido mi enojo. —¿En serio crees que van a perdonar todos nuestros crímenes? ¡Somos delincuentes, Bellamy! Es por eso que nos enviaron a jugar a las ratas de laboratorio. Sabes que en cuanto estén aquí, todo funcionará como lo hacía allá arriba.— seguía gritando.
—¡Lo sé!— respondió frustrado. —¡Lo sé! Y por eso debemos deshacernos de esa cosa.— señaló. Siempre supe que estaba en contra de ayudar a los del Arca pero hace un par de semanas, dejo de hablar al respecto y siempre se mostraba de acuerdo con casi todo lo que hacía Clarke así que tenía mis razones para dudar.
—¿Cómo se que no lo llevarás con Clarke?— pregunté sin poder creerle.
—Le disparé a Jaha.— la sorpresa no me cabía pero tuve que disimular para mantener postura enojada. —Alguien me dijo que si lo hacía, entonces podría a subir a la nave.— confesó y todo tuvo sentido. Nadie sabía si el canciller estaba muerto pero definitivamente no haría falta, en cuanto encontraran a Bellamy, lo asesinarían.
—¿A donde lo llevarás?— pregunté ignorando lo anterior.
—Lo esconderé en algún lado, lo destrozaré, aún no lo sé.— se rasco la nuca.
—El lago.— choqué el artefacto contra su pecho.
—¿Qué?— agarró el radio un tanto confundido.
—Lánzalo al lago.— le dije y caminé de vuelta al campamento. No tenía ánimos de estar cerca de él y mucho menos de cometer un posible crimen a su lado, así que pensé que lo mejor sería regresar y olvidarme del asunto. En el camino de vuelta, puse especial atención en las plantas, colores y olores de las mismas. Iba tan enfocada en el piso que cuando escuché mi nombre en la voz de Clarke casi me da un infarto.

Venía acompañada de Finn y en cuanto me vieron, preguntaron lo que estaba haciendo ahí.
—¡Iba a... buscar... buscarte a ti! Hay una chica dentro de la nave y está herida.— conseguí formular mi excusa lo suficiente rápido para que ellos salieran corriendo en dirección a la nave, dude un segundo en ir con ellos pero decidí que era mejor ir a buscar a Bellamy y asegurarme que no lo encontraran.

De vuelta al campamento, Bellamy y yo no hicimos más que discutir sobre la radio, le dije que la arrojara al lago y al parecer fue lo suficientemente estúpido como para no destrozarlo antes.

Llegando al campamento nos dimos cuenta de que Finn, Clarke y la chica de la nave ya habían llegado. En cuanto cruzamos el muro, la nueva corrió con Bellamy y lo empujó del pecho aclamando por su radio, solté una ligera risa. Él intentó hacer de inocente pero Clarke me tomó fuertemente del brazo obligándome a decirle la verdadera razón por la que yo había estado ahí.
—Solo quería asegurarme que no hubiera terrestres.— hablé intentando disimular mi dolor, no quise voltear a ver mi brazo pero por el rostro de los que estaban cerca me decía que no estaba del todo bien. Apretó más fuerte y entonces sentí cosas clavándose en mi brazo, poco después las gotas sangre escurriendo por el mismo. La miré asombrada y enojada patee su rodilla por atrás, haciéndola caer y soltarme. Tomé su cara entre mis manos y hablé.
—No vuelvas a ponerme una mano encima.— apreté los dientes, solté su rostro y me fui.