Los pies en la tierra || Bellamy Blake

30. Buena

Estuvimos así probablemente un segundo, pero se sintió como una eternidad. Hacia mucho tiempo que evitaba verlo directamente a los ojos porque no podía evitar sentir el dolor de no ser los mismos de antes.
—Gracias.— dije para que él me dejara levantarme, cosa que hizo inmediatamente.
—¿Estás bien?— preguntó antes de soltarme, asentí sin mirarlo y salí de ahí. Mi corazón latía rápidamente y sentía una extraña sensación en el pecho. Octavia llegó montada en un caballo y fue entonces cuando me di cuenta que debía darme prisa.
—¿Vendrás?— preguntó sonriendo.
—Si, los alcanzó afuera, aún tengo que preparar a Ares.— exclamé refiriéndome al otro caballo. Corrí al establo que habíamos acondicionado y puse una especie de silla improvisada que usábamos al montar, le puse las correas y me subí al caballo. Estuvimos listas justo a tiempo porque recién se escuchaban el motor de la camioneta así que salimos a todo galope cruzándonos con los demás cerca de la
salida.

Por lo que me había dicho Octavia, íbamos a ir al sector 7, estaba fuera de nuestros límites porque colindaba con la nación del hielo, los únicos que no estaban de acuerdo en aceptarnos como el clan número 13.
—¿Qué pasó con Bellamy?— preguntó Octavia de la nada.
—Tavi...— iba a decirle que no quería hablar de ello pero me interrumpió.
—Parece que los dos hubieran visto un fantasma, así que es obvio que algo pasó esta mañana.— no dije nada. —¿Lo viste con Grace?— preguntó al final.
—No me importa un carajo.— me apresuré a decir.
—Te importa tantos carajos que sería visible desde el Arca.— reímos un poco y me di cuenta que tenía razón. Me importaba demasiado. De la nada, todos bajaron del vehículo y Bellamy ordenó que tomaran posiciones, todos le hicimos caso y al poco tiempo llegaron dos jinetes de la nación de hielo, tenían uno de los rastreadores del arca. Mientras Octavia hablaba con ellos, Jasper se acercó a los tipos, evitando nuestros intentos por detenerlo y le arrebató el rastreador al enorme tipo que lo tenía, él de inmediato lo tomó como una ofensa y tomó a Jasper como rehén, poniéndole un cuchillo en el cuello. Todos tratábamos de hablar con los dos hombres pero la risa de Jasper nos distrajo, era aterrador verlo, literalmente le estaban rebanando el cuello y Jasper parecía un maldito loco riéndose. El hombre no se detenía, yo no pude esperar más y le disparé en la cabeza, Jasper cayó al suelo y Bellamy se ocupó del otro tipo.
—Mierda.— repetía una y otra vez en voz baja. —Mierda. Mierda. Mierda, Jasper.— acabábamos de romper una tregua y no teníamos idea de cómo terminaría esto. No quería culpar a Jasper, pero no podía evitar pensar que todo esto había sido por él. Octavia se acercó a tener la herida presionada y lo subió a su caballo.
—Llévalo de vuelta al campamento.— le dije y ella de inmediato asintió.
—Raven, Miller llévense los caballos, Jess tú vienes con nosotros.— nos indicó Bellamy a mi y a Raven. Ella subió al caballo con ayuda de Miller y me dio las llaves del auto.
—Tu manejas mejor que cualquiera ellos.— rió y salió detrás de Octavia. Yo corrí al auto y los chicos subieron, arranqué de inmediato mientras Bellamy, quien se había subido en el asiento del copiloto, me daba las indicaciones para ir con Marcus.

Al llegar a un túnel, bajamos del auto y caminamos a través de este para encontrarnos con Marcus, quien venía con Indra. Ella nos guiaría en el sector 7, pues nos dijo que todo el mundo estaba cazando a Clarke y debíamos encontrarla antes de que alguien más lo hiciera.
—¿Por qué la quieren a ella?— le pregunté.
—En mi pueblo, se cree que si matas a alguien, obtienes su poder. Clarke es conocida como Wanheda, comandante de la muerte. Si alguien quiere comandar la muerte, solo debe matarla primero y la reina de la nación de hielo ya la está buscando.— explicó Indra, a lo que maldije por lo bajo y pude ver que Bellamy me estaba viendo de reojo. Llevábamos ya un rato conduciendo cuando tuve que frenar de repente porque un árbol bloqueaba el camino.
—Estamos en problemas.— dije. —Monty, toma el volante.— tome un arma y me pasé a la parte de atrás para salir por el accesó que teníamos en el techo del auto.
—Solo demos la vuelta, intentaremos...— Bellamy sugirió pero cuando empezábamos a movernos, un árbol cayó detrás, dejándonos encerrados.
—¿Y ahora qué?— mire a todos buscando por alguna respuesta.
—Esperaremos a que amanezca, tener luz de día será mejor.— dijo Marcus y yo quise morir por dentro, probablemente era una enorme coincidencia y no era nadie encerrándonos. Preferiría pasar una noche secuestrada por terrestres que encerrada en un espacio de 2 metros cuadrados con Bellamy toda la noche. ¿O tal vez no?
Pasamos la mayor parte del tiempo en silencio, yo estaba en el asiento del conductor y Monty de había pasado atrás con Marcus e Indra, dejándome sola con Bellamy.
Sin darme cuenta, empecé a dormitar y cuando me desperté por una pesadilla, estaba acostada en el regazo de Bellamy. Me levanté de inmediato, tratando de procesar que había sido un sueño y el cómo había llegado hasta esa posición.
—¿Te pasa seguido?— pregunto Bellamy ciertamente incómodo.
—Algo.— dije rápido. —No es nada.—
—Bien.— era claro que queríamos hablar de "eso" pero ninguno de los dos quería traer el tema a la mesa.
—No diré nada.— repuse y el asintió.
—Gracias.— dijo serio.
—Ella es buena para ti.— sonreí con dolor de aceptar lo que yo misma acaba de decir. Bellamy me miró con una mezcla de sorpresa, dolor y pena.
—Lo es.— admitió, terminando de partirme el corazón.