31 de diciembre, 2005.
Chifuyu entró en la habitación de hospital, distinguió a Emma, Hina y Hanae alrededor de la cama de Rio. La pelinegra les hablaba felizmente desde su lugar diciendo algo que las hizo reír. El joven se acercó más, haciendo que notaran su presencia.
—Hola, Chifuyu —lo saludó Emma con una pequeña sonrisa —, nosotras ya nos íbamos.
Las tres chicas se despidieron de Rio y luego salieron de la habitación dirigiéndole una pequeña sonrisa a Chifuyu. El rubio se acercó a la cama y se sentó en el borde de ella, Rio lo miraba sonriendo.
Rio apuntó sus piernas, las cuales estaban cubiertas con vendas, una de ellas tenía un yeso.
—Ahora vamos a juego —bromeó refiriéndose a las pocas vendas que Chifuyu aún llevaba en la cara. Este rio levemente.
Chifuyu mantuvo la mirada fija en las piernas de la pelinegra. Eran la única parte de su cuerpo que no estaba cubierta con las sábanas. Por lo que le habían dicho, el impacto con el cemento fue demasiado grave y le provocó quemaduras por el roce, una pierna se la había fracturado y los médicos estaban preocupados por una de sus rodillas, la cual estaba en peor estado que la otra.
Apretó los labios con rabia mientras desviaba la mirada, como odiaba a Kisaki.
Por su parte, Rio trataba de tomarse la situación con humor aunque la frustraba mucho, por suerte había recuperado la sensibilidad en ambas piernas, pero los médicos le habían dicho que sería una recuperación dolorosa, con años de terapia incluida.
—¿Qué pasa? —le preguntó la pelinegra tomando su mano al ver que el chico mantenía el ceño fruncido.
—Nada, cariño —le dijo el rubio mientras depositaba un beso en su frente —. Ayer vine a verte pero no me dejaron entrar.
—Lo sé, me contó mi mamá —le contestó Rio con un puchero, él le dio un leve beso en los labios.
Pero claro que pasaba algo. Chifuyu ya sabía lo que debía hacer, lo había decidido el día anterior cuando Takemichi le contó todo entre lágrimas. Chifuyu se había pasado las últimas horas encerrado en su habitación, pensando y llorando, finalmente logró tomar la decisión que debería haber tomado hace mucho tiempo, según él.
Ir a verla no estaba en sus planes, pensaba que lo mejor sería alejarse de manera paulatina. Pero cuando estaba solo en su habitación lo único que quería era abrazarla y entonces no resistió más, tuvo que ir. Sería como una despedida de la que solo sabría él.
Le dolía tener que hacerle daño, no quería lastimarla, pero tampoco quería poner su vida en peligro como ya lo había hecho. ¿Había algo mejor que pudiera hacer?, le dio vueltas a la idea en su habitación por horas, la única opción era matar a Kisaki, pero él ya sabía como acabaría eso.
Él solo quería que Rio estuviera bien y si eso significaba que tendría que alejarla de su lado lo haría, no iba a ser egoísta.
Apretó los labios mientras trataba de contener sus lágrimas, quería llorar de pena y frustración. Cuanto odiaba a Kisaki, no dejaba de tratar de arrebatarle a las personas que más le importaban.
—Cariño —lo llamó Rio con suavidad mientras le apartaba el cabello de los ojos, él la miró con los ojos brillantes.
No pudo evitar sonreír levemente, era la primera vez que ella lo llamaba así.
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layitdown - chifuyu matsuno fanfic
FanfictionRio Ono nunca se tomó en serio su atracción por Chifuyu, para ella solo era el chico que raramente asistía a clases y se sentaba junto a la ventana a leer manga. Mirarlo a la distancia era suficiente para ella. Para Chifuyu Matsuno, Rio solo era la...