20 de diciembre, 2007.
La habitación se encontraba a oscuras iluminada tenuemente por la luz de la luna que se colaba por la ventana. Chifuyu miraba el techo, eran alrededor de las dos de la mañana y aún no lograba conciliar el sueño, se sentía inquieto sin motivo.
Miró a su derecha y vio la espalda de su novia, quien dormía plácidamente hace horas. Pensó durante unos minutos antes de abrazarla por detrás tocando su cintura mientras hundía el rostro en el cuello de la pelinegra.
—Cariño —le susurró —, despierta.
Rio no dio señales de escucharlo, Chifuyu decidió cambiar la técnica y comenzó a darle besos en el cuello y en la mejilla, al fin la pelinegra comenzó a despertar.
—¿Qué pasa? —preguntó entre quejidos, se giró para mirarlo con los ojos entrecerrados.
—¿Vamos a dar una vuelta?, no puedo dormir —le hizo un puchero sin dejar de abrazarla.
Rio volvió a quejarse mientras se restregaba los ojos tratando de acostumbrarse a la oscuridad del cuarto. A veces Chifuyu se ponía inquieto cuando pasaban la noche juntos y le costaba conciliar el sueño, ella sabía que la mejor forma de despejar su mente era con un paseo, aunque al rubio se le ocurriera darlo a las peores horas.
—Bueno —aceptó de mala gana.
El rubio se levantó inmediatamente con una sonrisa, se abrigó mientras Rio se sentaba en la cama aún somnolienta. Comenzó a ponerle la chaqueta a su novia, quien no daba señales de cooperar para ponérsela por si sola. Le puso alrededor del cuello la bufanda que ella le había regalado hace dos años por su cumpleaños.
Salieron tratando de hacer el menor ruido posible para no despertar a la madre de Chifuyu, cuando estuvieron frente a la moto Rio se sintió más despierta, se colocó el casco mientras se sentaba en la parte de atrás.
Mientras se aferraba a la cintura de su novio y conducían por las calles frecuentadas por jóvenes borrachos y bulliciosos que salían de fiesta, Rio pensaba en los últimos meses.
Chifuyu y ella habían avanzado en su relación a pasos gigantescos, se amaban tanto que el tiempo se les había pasado volando y lo único que hacían era pasar casi todos los días juntos, no había nada que pudiera separarlos. Constantemente los molestaban con que parecían pegamento.
Ella ya había resuelto sus problemas con Midori, la chica le había pagado lo que tiró y ya no se atrevía a molestarla, sobre todo luego de que Hanae la volviera a amenazar a golpes, aunque esto no se lo había contado a su amiga.
Después de su declaración Koji no había intentado nada con ella y su relación se había deteriorado un poco, ahora solo se limitaban a saludarse en los pasillos. Rio lo entendía y se alegró por él cuando se enteró que le habían dado una beca deportiva para la universidad, a pesar de que no lo veía de la misma forma no podía evitar quererlo, él había sido un buen amigo, sobre todo cuando la estaba pasando mal.
Todo en su vida parecía marchar perfectamente, y en ocasiones ella solía preguntarse si se merecía tanta felicidad.
Se sentía ansiosa y a veces temerosa, como si estuviera a la espera de que algo saliera mal.
ESTÁS LEYENDO
layitdown - chifuyu matsuno fanfic
FanfictionRio Ono nunca se tomó en serio su atracción por Chifuyu, para ella solo era el chico que raramente asistía a clases y se sentaba junto a la ventana a leer manga. Mirarlo a la distancia era suficiente para ella. Para Chifuyu Matsuno, Rio solo era la...