¿Cuándo volveré a verte? (TobiIzu)(HashiMada)

I. Enfrentar

—Él es mi hermano— el Uchiha mayor presento a Izuna—Izuna.

—Hola Izuna es un gusto conocerte— hablo Hashirama levantando su mano para estrecharla con el menor.

—Ho-hola, igualmente— correspondió con nervios, puesto que el albino había notado la curiosa mirada del azabache.

—Él es Tobirama— señalo al lugar del mencionado.

—Itama y Kawarama— los menores hicieron su presencia en el orden en que los llamó.

—Creo que ya nos conocemos— Madara analizo de nuevo al peliblanco y era correcto ya lo había visto, el día del juicio de Izuna y ese Senju que lo ayudo.

—Si estas en lo correcto—habló el peliblanco mirando de reojo a Izuna.
—¡¿Enserio ya se conocen?!— preguntaron sorprendidos los Senju menores.
—Eso no me lo esperaba —siguió el mayor.
—Sí, fue el abogado de mi hermano, así que gracias por ayudarlo—Madara se sintió culpable por no haber sido el quien lo ayudará, y en cambio tuvo que pedir ayuda a un abogado. No es que estuviera mal, pero confiar en un desconocido antes que en su hermano mayor. Lo hacía sentir mal.

El Uchiha menor al escuchar aquello, le provocó angustia el tener que recordar por qué fue su abogado. No quería ni imaginar si le decía que estaba enamorado Tobirama. La situación, en el punto de vista de Izuna era algo incómoda; estar frente al hombre que lo deja fuera de su juicio, lo ponía nervioso.

—¿Y todo salió bien verdad? — ese asunto era serio y al ser su ex-cuñado y tal vez futuro cuñado, tal vez porque, Hashirama si anhelaba volver con el cautivador Uchiha de cabellos alborotados. Así que es normal que se preocupara por Izuna.
—Sí, gracias a Tobirama— decidió hablar, pronunciar su nombre era algo extraño y más enfrente de ellos, pero ¿por qué?
—¡Qué bueno! ¡Sabía que a Tobi se le daría bien ese trabajo! — entrelazo sus manos con su radiante sonrisa y brillitos en sus ojos.

Si así justo como conocían a Hashirama, siempre siendo un solecito. Aunque la reacción de Izuna fue distinta a la de los otros, pues aun no sabía los comportamientos del castaño.

Después de su presentación, decidieron acercarse más a una plaza para ser exactos un parque de diversiones. Vendían comida, juguetes y por supuesto entradas a las atracciones.
Casa del terror, la montaña rusa, la rueda de la fortuna, carritos chocones, casa de los espejos y demás.

No lo tenían planeado visitar, puesto que recién lo habían abierto, pero la idea no sonaba mal. Además de que venían los menores y les darían una tarde divertida.

—¡A la casa del terror! —gritaron a la par saltando de emoción— nii-san podemos ir a la casa del terror, por favor ¡di que sí! — tomaron del brazo izquierdo del mayor suplicando su permiso.
—Está bien, vamos, ¿quieren ir? —dirigió su pregunta a los Uchiha y a su hermano menor quien se veía aburrido.
—Sí, ¿por qué no? — dijo Madara colocándose a la par de Hashirama.