Donde la madre de Taehyung, arta de su comportamiento arrogante y egoísta, lo mandará a un lugar en donde le darán una lección de humildad, fuera de los lujos, fiestas, domingos de shoppings y sirvientas.
Un lugar en donde conocerá a Jeon Jungkook...
(Quiero aclarar que el padre de Tae - el cual no saldrá en el fic - es latino, y la madre es asiática, por eso Tae si logra entender el español)
Otra cosa, la amiga de la mamá de Tae, es con nacionalidad mexicana y coreana, por eso kook y ella saben los dos idiomas.
Lo aclaro para que luego no me digan:
"Cómo se comunican?"
"Hablan español?"
Bueno, ya ¡Que empiece esto! )
¿México?
— ¿Qué..qué dijiste? — pregunto desconsertado.
— lo que escuchaste, te irás a México — hablo en un tono firme, decidida.
Río con gracia — buena broma, casi me la creo. Ya me tengo que ir, Jin me está esperando — abrió la puerta que llevaba hacia afuera.
— hablo en serio, Kim, el próximo domingo te irás allá — el menor se volteo para poder verla.
- ¿"Irás"? -
— si, solo irás tu, es hora de que aprendas a ya no depender tanto de mi —
— n-no puedes estar hablado enserio — musito alterado — ¡no conozco a nadie!, ¿Y si me pierdo? —
— no te vas a perder — se sentó en el sofá — tampoco te quedarás solo, la amiga que te conté, acepto qué te puedas quedar en su casa el tiempo que dures allá — musito tranquila.
— ¡osea!, me quedare en la casa de una señora que no conozco, y que probablemente me venda a un pedófilo rabo verde — alterado — ya vi mis órganos en una maleta. Prepárate para ver en las noticias "apuesto chico desaparece" —
— no hables así de ella. Ella y yo éramos muy grandes amigas en la preparatoria, pero mis padres decidieron que estudiaría en una universidad fuera de México, Por lo que nos tuvimos que separar. Ella es una gran persona, no te va a hacer daño —
— no te pedí que me contarás la historia de tu vida — rodeo los ojos. A lo que la mayor solo lo miro con cierta lástima ante su mal comportamiento — agh ¿Cuánto tiempo me quedaré allá? —
— el tiempo que sea necesario —
— ¿Y si me intenta seducir? Sabes que nadie se resiste a mi belleza — Antes de que pudiera seguir, un grueso libro aterrizó en su cabeza, sacándole un chillido de dolor.
— ¡No seas estúpido Tae!, Además, no estarás solo con ella, tiene un hijo —
— ¡Genial!, Viviré con un mocoso — se cruzó de brazos, mientras hacía una mueca de fastidio.
— es casi de tu edad, créeme, te caerá bien — Sonrió levemente.
— si, claro — serró la puerta de un portazo y subió las escaleras hacia su habitación.
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Domingo
— mamá, por favor no hagas esto — estaba de rodillas, abrazando la pierna de su progenitora, mientras hacía un berrinche, importandole poco que los trabajadores lo mirarán actuando como un niño.
— Kim, ya estás grande, deja de hacer esto — hablo fastidiada.
— ¡Pero, mamá! No quiero ir, prometo ya portarme bien, ya no sobornare a mis profesores, ni tampoco voy a despedir a los empleados cada que hagan algo mal. ¡Pero, por favor, no me mandes a México! — hacía un berrinche como si de un niño se tratase, su actitud infantil ya estaba acabando con la paciencia de la mujer.
— no voy a cambiar de opinión, Tae, tu mismo ocasionaste esto. Por Favor, ¿Podría llevar sus maletas a la cajuela? — le pregunto al chofer, que solo asintió para después hacer lo mencionado anterior mente.
El chico se levantó molesto, se posicionó enfrente de su progenitora. apretó las manos, hizo un puchero en sus labios para intentar sacar su arma más poderosa; sus lágrimas.
— Kim, no lo hagas — advirtió.
Y como el menor tenía pensado, las lágrimas saladas comenzaron a bajar por sus mejillas, dejando un camino ligeramente húmedo. Sacándole un suspiro pesado a la ajena.
— está ves no funcionara, Kim — se cruzó de brazos.
— ¡Mamá! — se quejo, alargando las palabras, al ver que su truquito no funcionó.
— ¿hablaste con jimin? — pregunto, cambiando de tema.
— si, lo hice — frunció el seño.
— ¿No se molestó? — curiosa.
— no, le tuve que decir que iría a visitar a un primo lejano, no podía decirle que me castigaron y por eso me mandaron a un país tercermundista en el que hay puros pobretones — y para iniciar el día, algo lo golpeó y fue la palma de la mano de la mujer en su mejilla — ¡Auch, ¿Y eso por que?! -
— ¡¿Que acabas de decir?! — lo miro furiosa — ¡¿Cómo se te ocurre expresarte así de una nación?! —
— ¡Es que es la verdad! — ahora lo tomo por el lóbulo de la oreja, atrayendolo hacía ella.
— ¡Te recuerdo que eres mitad latino, tu padre es mexicano! — jalaba con más fuerza su cabello, haciéndolo casi arrepentirse de lo que dijo — Ahora, ¿Entiendes por qué te castigo? ¡Eres un malcriado! —
— ¡Okey, okey, no lo vuelo a decir, pero suéltame! — lo soltó con brusquedad.
— joven Kim, tenemos que irnos ya — hablo el chófer.
— te voy a extrañar mucho mi bebé hermoso — lo abrazo, casi asfixiandolo .
Que dualidad, pensó el menor.
— si tanto me vas a extrañar, ¿Por qué me obligas a ir? — hablo con dificultad, gracias al abrazo.
— por qué te lo mereces - lo soltó, para después darle una pequeñas palmadas en su cabeza — nos vemos hijo. ¡Ah! Se me olvidaba, entregarle esto — le dio un sobre de color amarillo.
— ¿Que es? —
— ¿Creías que solo te iba a dejar con ella aún sabiendo que tendría otra boca que alimentar? Pues no. ocupara más dinero, así que hay va lo suficiente para el tiempo que te quedarás ahí — lo señaló con el dedo — no se te ocurra gastarlo -
— está bien — fastidiado.
— bueno, vete que ya es hora — lo tomo de los hombros y lo llevo al auto, para sentarlo en la parte de atrás — cuídate — beso su frente para cerrar la puerta y adentrarse a la gran casa en la que habitaban.
— adiós — se recargo en el asiento.
— ¿Listo, joven Kim? — pregunto el chófer.
— si, y por favor, maneja no tan rápido, o si no te despido —
