(Narra la escritora)
Ya habían caminado un poco. En si, la colina no era tan empinada, sin embargo, el menor iba agarrado con fuerza de la camiseta del pelinegro, por qué, según el, si se resbala uno, se resbalan los dos.
El mayor no se quejaba. Claro que no.
- ¿Cuánto más caminaremos? Ya es muy tarde - reviso su reloj de mano - son las 10:00 pm, deberíamos volver. Nos podría asaltar alguien - se aferró más a la camiseta del mayor.
- vengo aquí cada que me siento mal. Nunca me ah pasado nada. Esta lugar no es frecuentado por la gente de aquí. No nos pasará nada, tranquilo - río levemente.
- ¡Ahhh! ¡¿Que es eso?! - se colocó atrás del mayor, mientras lo abrazaba con firmeza.
- Es solo un gato, Taehyung. No te valla a comer -
- y-ya lo sabía - se alejo en un santiamén del pelinegro.
- lo que te digas. Vamos, que ya falta poco - volvió a tomar su mano, y siguió caminando.
*Caminaron un poco más, hasta que se pudo visualizar más cerca la punta de la "pequeña" colina. La zona de tierra, se había vuelto plana, por lo que, tomando la mano del menor, corrió con un poco de cuidado por la falta de luz. Llegando al lugar.
- Llegamos, ¿No es hermoso? - coloco sus manos en su cintura, mientras miraba de reojo al menor.
Taehyung no dijo nada.
La luz era escasa, sin embargo, gracias a las casas que tenían iluminación, los postes de luz, y alguna que otra vivienda, que aún tenían las decoraciones navideñas del años pasado, se podía mirar la vista con claridad, muchas cosas como la feria, la cual estaba llena de luces, casas que al igual que ellos, celebraban quien sabe que cosa, oh como había dicho Jungkook, hacían una peda, música de banda sonando a lo lejos.
Era algo tercermundista, decía el menor, pero en sus adentros, disfrutaba de la vista.
Una vista, que para el mayor era la más romántica y hermosa. Era la vista que quería compartir con esa persona especial.
No le quedó de otra más que quedarse ahí, ya que, al no saber el camino a casa, no tenía otra opción.Exactamente, 25 minutos habían pasado, 25 minutos en los que no hicieron nada más que gozar de la vista, sin ninguna palabra de los dos.
También, 25 minutos que habían pasado desde que el menor le había hecho un berrinche por no quererse sentar en la orilla de la colina, no por miedo, si no por que donde se sentirá, no había más que tierra, algo que desagradaba al rubio, y asustaba al imaginar su ropa de marca sucia por eso. Jungkook tuvo que quitarse su suéter, quedando solo en blusa de tirantes blanca. Extendiendole su garra en el piso, para que Tae no ensuciara su ropa de diseñador.
ESTÁS LEYENDO
Amor De Barrió {JJK+KTH}
HumorDonde la madre de Taehyung, arta de su comportamiento arrogante y egoísta, lo mandará a un lugar en donde le darán una lección de humildad, fuera de los lujos, fiestas, domingos de shoppings y sirvientas. Un lugar en donde conocerá a Jeon Jungkook...