Donde la madre de Taehyung, arta de su comportamiento arrogante y egoísta, lo mandará a un lugar en donde le darán una lección de humildad, fuera de los lujos, fiestas, domingos de shoppings y sirvientas.
Un lugar en donde conocerá a Jeon Jungkook...
- nosotros- yo no estaba- ¡Lo que viste!- - hablo rápido y avergonzado, la excitación abandonando su cuerpo por completo.
- dato del día: nunca entres a la habitación si escuchas ruidos raros - y sin mas salió, dejando un silencio bastante incómodo.
Un rubio ruborizado y un pelinegro en el piso.
Nadie hablo, hasta que después de un minuto, el mayor se levantó sobando su cabeza, al parecer lo aventó demasiado fuerte.
- valla, del golpe hasta la calentura me bajaste - río levemente, aún con un pequeño bulto entre los pantalones.
Tae intentaba no mirarlo, le daba tanta pena haberse descontrolado de esa manera con el, fue algo que no pudo evitar, un imán que lo pego a el sin previó aviso, algo que le impedía alejarse y solo le pedía más y más contacto.
- l-lo siento... - el rubio fue el primero en hablar, tapando su cara completamente ruborizada con sus manos, tenía los nervios a flote.
- ¿por qué te disculpas? - pregunto, sentándose cerca del menor.
- no medi lo que hacía, d-disculpa si te incomode oh algo- -
Río, alejando las manos de su rostro, pudiendo notar sus labios abultados, mejillas rojas y seño fruncido, casi preocupado - Tae, han sido los mejores 10 minutos de esté fin de semana, no te disculpes, si no hubiera querido no hubiera aceptado -
Tae lo miraba con ojos brillantes, aún se encontraba bastante nervioso, y más por la cercanía del mayor, se encontraba muy cerca de su rostro.
Jungkook dejo un casto beso en sus labios, algo que se estaba convirtiendo muy cotidiano en ellos, pero le encantaba.
- lo olvide por completo, Nam dice que se vistan bonito, iremos a montar ah caballo en el rancho de mi tío- - ingreso de nuevo a la habitación, interrumpiendo otra vez a los ajenos.
- ¿Otra vez, jhope? ¡Largo de aquí! - tomo una almohada, aventandosela al castaño, el cual salió despavorido de la habitación.
Ambos rieron levemente, para verse unos cuantos segundos en un silencio, solo dedicándose una pequeña sonrisa.
- bueno - Jungkook se levantó - hay que arreglarnos, tu duchate aquí, yo iré a joder a Namjoon, regreso en un rato por mi ropa - le regaló una última sonrisa, para salir de la habitación y dejar al menor solo.
Tae se quedó pensando un momento viendo hacia la nada, recapacitando las cosas y sus acciones viniendo de golpe a su cabeza.
Tomo su celular que se encontraba en la mesita de noche y llamo a un número en especifico.
Su madre tenía que sacarlo de aquí antes que las cosas se salieran de control.
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Salió de la habitación ya vestido, está vez portaba algo cómodo, pantalones de mezclilla algo rasgados, un suéter gris holgado, y unos converse negros.
