chapter nine

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Giselle recorrió los pasillos de Hogwarts luego de aquel encuentro con su profesor. Por suerte, nadie estaba cerca cuando abandonó el aula, y pudo actuar como si nada indebido hubiese pasado en el interior.

Iba con una sonrisa que había formado inconscientemente, recordando su tacto tan delicado sobre su cuerpo, sus caricias, los susurros que se extraviaban en sus oídos y la simple forma en la que la veía.

En su mirada notaba la admiración, el cariño con un simple brillo... y ni siquiera sabía por qué sentía todo eso hacia ella. Por qué se había fijado en una adolescente de tan solo dieciocho años.

Pero ella tampoco sabía por qué sentía atracción por un adulto. ¿Acaso era enfermizo?

No, no lo creía.

—¿Te divertiste, Chevalier?

Sus pies se anclaron al suelo rápidamente cuando sintió la voz de Dante, y volteó con lentitud para encontrarse con él.

Estaba recostado sobre una pared, sus pies cruzados y sus manos dentro de los bolsillos de su túnica. Se veía molesto, como si algo le incomodara, y Giselle ya sabía lo que era.

—No es de tu incumbencia, Zabini. —alzó su mentón.

—¿Quieres que te recuerde otra vez el trato que aceptaste?

Acomodó el nudo de su corbata, dirigiéndose hacia ella.

—Aún así, eso no significa que deba contarte todo lo que hago con mi vida.

—Mientras se trate del Señor Malfoy, es de mi incumbencia, Giselle.

Rápidamente subió su mano a la boca de Dante para así evitar que soltara otra palabra que pudiese delatarla. Estaban en un lugar donde habían más estudiante, y si cualquiera de ellos lo escuchaba, podían contar el secreto.

—Deja de meterte donde no te llaman, ¿quieres? —susurró— Pero si quieres saber, te lo voy a decir. Me divertí demasiado, me encantó la manera en la que me tocó y me beso.

Se zafó de su agarre. —No eres nada más que una asquerosa puta, deberías escucharte.

—Bueno, fuiste tú quien quiso formar un trato con esta puta.

—No me arrepiento. —se aproximó a su rostro provocativamente— Ya te voy a tener suplicando por mi polla, y ahí es cuando yo me voy a burlar de ti.

—Por la única polla que voy a suplicar será por la del Señor Malfoy.

Tras una mirada llena de odio y disgusto, agitó su cabello con la intención de golpearle el rostro y siguió con su camino hacia la biblioteca, donde seguramente estarían sus amigos junto a la chica Ravenclaw.

FORBIDDEN | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora