Nuevas posibilidades

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- No es verdad que Harry estuvo internado en ese lugar- dijo Hermione con voz temblorosa en cuanto Maurice se subió al auto y cerró la puerta- nosotros íbamos cada año a Hogwarts.

Maurice la miró con preocupación. Hizo un ademán de hablar pero Hermione no lo dejó.

- Sé lo que ese hombre dijo. Pero él mintió. Tienes que creerme.

No pudo contener más las lágrimas.

- Hermione...- la llamó suavemente.

- Por favor no digas nada- pidió ella al ver que Maurice seguramente trataría de darle la razón al señor Dursley. Y tampoco quería escucharlo insinuar que posiblemente ella también habría sido internada en el Centro de Seguridad San Bruto para delincuentes juveniles incurables y que así era como había conocido a Harry Potter. Fuese o no verdad, eso era lo que menos necesitaba escuchar en ese momento.

Maurice suspiró apesadumbrado y encendió el auto con la intención de dejar Surrey lo antes posible. Él se negaba a creer que una chica como Hermione hubiese sido internada en un lugar para "delincuentes juveniles incurables" pero todo apuntaba a que era una posibilidad real. Recordó la conversación que tuvo días atrás con la señora Miller, vecina de los Granger en Manchester:

-"... justo cuando Hermione terminó la primaria supe que había recibido una beca. Según me dijeron sus padres, era en un internado muy prestigiado en América, al que solamente acudían niños genio... nunca me dijeron el nombre de la escuela. De hecho cuando yo les preguntaba acerca de ese colegio se mostraban un poco evasivos..."- le había dicho la anciana.

- "Bien podría ser San Bruto"- pensaba Maurice mientras conducía por una avenida que los conectaría con la autopista de regreso a Londres- "si ese lugar existe y es como lo describió el señor Dursley, no es la clase de lugar en el que un padre admitiría haber recluido a su hijo... ¿por qué los Granger mandarían ahí a Hermione? La señora Miller me dijo que ella era una niña normal, una estudiante ejemplar..."

Si bien Vernon Dursley le había parecido un tipo desagradable y grosero, al menos tenía la pinta de ser una persona ordinariamente normal. Maurice no creía que tuviese algún motivo para mentir sobre su sobrino. Además también sabía quién era ese Sirius Black...

La mente de Maurice trabajaba a toda marcha encontrando conexiones entre las cosas que Hermione decía recordar y lo que muy probablemente era la realidad detrás de esos relatos fantásticos y carentes de lógica. En una oportunidad que tuvo mientras estaban en un semáforo con la luz roja, envió un mensaje de texto a Dave Spencer.

"Dave, necesito que investigues si estos dos lugares existen: Centro de Seguridad San Bruto para delincuentes juveniles incurables y Howarts."

Él de verdad deseaba creer en lo que Hermione decía porque claramente ella estaba convencida de tener razón. Esperaba que Dave pudiera darle esa respuesta que ella tanto deseaba y que aquél lugar llamado Howarts fuera real. La luz del semáforo cambió a verde y Maurice retomó la marcha sin dejar de pensar en el asunto.

- "Los Dursley tuvieron que huir de su casa, igual que los Granger... y casi al mismo tiempo. No creo que esto sea una simple coincidencia, estoy seguro de que Sirius Black está detrás de eso... entonces si verdaderamente Black es el padrino de Potter, ¿por qué Aurora piensa que lo quería asesinar?"

Entonces un pensamiento brincó en la mente de Maurice:

"Quizás después de todo esta chica sí padece esquizofrenia"

Él meneó la cabeza tratando de alejarlo.

- "Será mejor no mencionarle que vi a Black en persona. Bien me pude haber topado también con Potter ese día en Grimmauld Place. Si es que sigue vivo, como dijo el señor Dursley..."

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