— ¿Qué tal? — Preguntaba Namjoon viendo como Younghee acariciaba la cabeza de su hijo inconsciente. — ¿No quiere venir a comer algo?
— No es necesario, ya mi esposo me trajo algo de comer hace un rato así que estaré bien por ahora. — La mujer lo miró algo agotada, pero todavía mostraban gran fortaleza.
Si bien todos esperaban que colapsara aquel día, hacía ya once meses cuando fueron al rescate fallido de Taehyung, ella fue la que se encargó de atender y mantener a todos lo más unidos posible. En cuanto todo estuvo despejado, los Jeon, Namjoon y Yoongi se lanzaron la búsqueda de sus cuerpos. Lo cierto es que ni siquiera pasaron cinco minutos entre la partida de las lanchas, helicópteros de la NIS y la entrada de ellos cuatro al agua. Hoseok hubiese sido de mejor ayuda, pero al igual que Jimin y Seokjin, se encontraba herido de gravedad.
Ellos en aptas condiciones físicas no hubiesen tenido problemas, pero heridos a esa magnitud, no podían perder un solo segundo. Si debían ser sinceros, a Taehyung prácticamente lo dieron por muerto, su herida en la cabeza era mortal, no obstante, los Jeon no pudieron simplemente rendirse, decidieron que harían hasta lo último y, hasta que no llegara el momento en que ni siquiera las máquinas pudieran sostenerlo en ese mundo.
Nunca se darían por vencido, ya habían experimentado cosas similares de diferentes modos, pero la esencia era que un Jeon no se rendiría. Taehyung formaba parte de esa familia, tan guerrero como ellos, estaba claro que se aferraría a la vida hasta el final. Le debían a Jungkook eso y más. A ese niño que desde su infancia luchaba y le tocó volverse un hombre adulto y que desde hacía tantos meses no abría sus ojos para nadie. No se le escuchaba su voz, no se le veía mover. Su cuerpo continuo al de su pareja, ambos monitoreados por esas máquinas que a cada sonido tensaban el corazón de todos los que no estaban sujetas a ellas.
— ¿No quiso comer? — Preguntaba Jimin terminando de servirle a su pareja en la cocina, notando como este negaba mientras se acercaba a él para abrazarlo desde atrás. — No es seguro para mí regresar a Australia. Es imposible que con el despliegue de hombres e inteligencia montada por el director de la agencia, no sepan que Hoseok y yo estamos volteados. Nos quedamos sin alguien adentro que pueda ayudarnos y, si esto sigue así, no sé cuánto más duraremos vivos.
— Vinimos para morir a este mundo, a diferentes tiempos, pero todos lo haremos tarde o temprano. Yo por ahora sigo respirando, te tengo a mi lado tan vivo como yo y, después de toda una vida, tengo una familia que quiero proteger. Todos los que estamos aquí en estos momentos, estamos juntos velando por el otro y confío en que no será demasiado fácil derribarnos.
— Al Liquidador y al Desquiciado los derribaron. Todos estábamos ahí y no pudimos hacer una mierda. ¡Taehyung está más muerto que vivo y yo no hice una mierda! — Exclamó soltando el cuchillo que estaba sosteniendo, enojado consigo mismo y, con unas ganas de llorar que lo sobrepasaban.
— Oye... — Namjoon lo volteó para sostener su rostro. Aunque el menor desviaba la mirada, forzándose a no derramar lágrimas repletas de frustración. — Sabíamos que vendrían con todo por nosotros, desplegaron un ejército como si estuvieran librando una guerra contra otro país. Perdimos una batalla, pero no la guerra, ellos aunque pegados a esas máquinas, todavía están aquí. No había nada que pudiésemos hacer para cambiarlo. Ellos no son invencibles, son dos personas como nosotros y nos necesitaron, todavía lo hacen y por eso seguimos aquí, cuidándolos. Fuiste herido, Hoseok, Jin, incluso el señor Jeon recibió una superficial herida de bala en su hombro. Tú, yo, todos, no pudimos hacer más.
— ¿Qué vamos a hacer si no despiertan?
— Esa no es una opción. — La voz de Min Yoongi resonó detrás de ellos, su rostro estaba más serio que de costumbre. Él se negaba fervientemente a que cualquiera dijera o siquiera pensara en resultados pesimistas en su presencia. Su humor no ha sido el mejor desde lo ocurrido, sus parejas fueron heridas, Jungkook, incluso Taehyung. Hacerse cargo de su organización que también se vio afectada por las bajas mientras su mente se veía alterada por su vida personal también le estaba pasando factura. No se rendía y no permitía que nadie lo hiciera, al menos no frente a él. — Pirómano, se te necesita activo.
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Liquidator vs Desquiciado
ActionDespués de dos años de haber estado retirados, la leyenda viviente "El Liquidador" y el ex agente de la CIA "El Desquiciado" se ven obligados a regresar a ese mundo del que se quisieron salir. Fueron atacados mientras vivían en Madagascar y, aunque...