Capítulo 2

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El impacto de la espalda del exagente contra una de las paredes del pasillo fue sonoro, pero no tanto como sus risas. La forma en que él tiraba de esas greñas negras de Jungkook, como apretaba su cuello mientras batallaban con sus labios entre risas. Parecía que estaban en una lucha de supervivencia que se inclinaba hacia ambos lados constantemente, a pesar de que esta se disfrutaba.

Ellos constantemente estaban envueltos en ese fuego ardiente de la pasión y mucha adrenalina sin importar cuan retirados de sus obsoletas vidas de acción estuvieran. Tampoco el tiempo que compartieran juntos como pareja. Aburrimiento, esa era una palabra que no entraba en su vocabulario aunque como cualquier ser humano, hubiera momentos cotidianos en donde parecieran experimentar esto.

— Ven y tócame así, como tú solo sabes. — Musitó Taehyung cuando después de ser lanzado a la cama y comenzar a masturbarse bajo la mirada de su pareja.

Detrás de ese cabello castaño que caía hacia adelante, se escondía su ladeada sonrisa y esa mirada de depredador que el contrario tanto disfrutaba. Llevándose una mano a su alto moño recogido, Jungkook retiró la liga que lo sujetaba dejándolo caer hasta sus hombros, casi hasta su pecho tatuado. Al Taehyung morderse su labio inferior, la invitación se puntualizó, permitiéndole avanzar hacia esa cama que los cobijaba desde hacía un buen tiempo.

No importaba el momento, el lugar o el modo utilizado para volverse unos mientras eran cubiertos por el velo de la lujuria más amorosa, de la lascivia más hechizante y el deseo más profundo que los hacía soltar chispas. Se podía reiterar este hecho una y otra vez, jamás se aburrían, jamás era monótono sin importar cuán sutil o tradicional se unieran.

La forma en la que besaban sus pieles como si quisieran devorarlas y venerarlas de forma simultánea, como se poseían siempre mutuamente. Como conectaban sin necesidad de palabras o poderes, era una habilidad que ambos compartían dentro y fuera de la cama. Sin embargo, en este último sitio, el ensamblaje era simplemente maravilloso.

— ¿Es así como piensas castigarme, convicto? — Preguntaba entre risas y besos el castaño cuya cabellera estaba envuelta en el puño del hombre que él amaba. Ese que en esos momentos lo miraba a los ojos con sus labios entreabiertos controlando sus gemidos mientras se perdía en su interior. — Tan suave, tan amoroso...

— Hay muchas maneras de castigarte, yo escojo la que más se ajuste a mi preferencia en el momento que así lo quiera. — Musitó sobre sus labios, dejando su lengua salir para trazarlos con amor, pero desbordada lascivia.

— Me gusta. — Logró jadear antes de que el pelinegro pusiera espacio entre ellos, presionando su cabeza en la cama sin liberar el moño que cubría su mano. — Me tiras así dos veces más y me quedaré calvo. — Se burló el castaño con su cuello arqueado hacia atrás por el modo en que Jungkook tiró de su pelo para pegarlo a la cama.

— Si yo no he quedado así, no lo harás tú. — Con todo su peso apoyado en su brazo izquierdo, se inclinó para mordisquear los labios contrarios, siendo llevado a un beso liderado por el mayor.

En algún punto entre bromas, movimientos particularmente lentos, pero constantes y precisos. Entre palabras obscenas, jadeos, gemidos y respiraciones irregulares, el cuerpo de Taehyung se arqueó.

— Maldito seas, convicto, muévete más rápido o déjame moverme, al menos masturbarme. — Se quejó deseando derribarlo para liberarse a su antojo a pesar de que había algo exquisito en no poder hacerlo libremente sin recurrir a una pelea que en ese momento no deseaba. — Por favor.

Liquidator vs DesquiciadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora