Capítulo 40

1.8K 219 67
                                    

La cabeza de Taehyung dolía, literalmente, sentía como si la estuvieran taladrando desde el momento en que vio a Jimin apuntarle a Bogum. Sus propios dedos se habían cernido al volante para controlar la furia, para no tomar su arma y salir disparando, pero cuando en su campo de visión también entró el señor Park, soltó un grito fuerte que no pudo controlar.

Esto obviamente atrajo la atención de los hombres más cercanos a él, pero lamentablemente, se encontraba en una situación en el que sus sentidos no le respondían correctamente. Como si hubiese recibido la orden de permanecer en su lugar, él luchando por negarse y su cuerpo obedeciendo. Pudo ver a dos sujetos acercándose, incluso los sintió abrir la puerta, pero luego no supo más, escuchó ruidos lejanos que no pudo descifrar.

Para suerte suya, hubo unos ojos que también estuvieron en él desde el momento que divisó un raro movimiento. Cuando los líderes se reunían, aquellos designados a custodiar, mantenían su posición a todo momento, al no ser que algo peligrara la reunión o la seguridad. Por esto, cuando Jungkook percibió que dos de los hombres se señalaban y dirigían en otra dirección, su mirada viajó hacia el señalamiento, notando el auto que el Desquiciado había estado conduciendo cuando abandonó su residencia. Ni siquiera lo pensó cabalmente, descendió del vehículo para que no se notase el movimiento, escabulléndose hasta tomar del cuello al hombre que estaba abriendo las puertas del carro de Taehyung para estrangularlo, lanzándole un cuchillo al segundo, antes de que sacara su arma.

— ¡Maldición! — Exclamó bajo mientras sacaba a Taehyung del carro para colocarlo en el suelo y meter en el mismo a los otros dos sujetos. — Mierda, ¿qué pasó?

Su voz estaba en pánico, ver a Taehyung completamente desmayado le hacía pensar en los peores escenarios, pero sabía que necesitaba mantener la calma y compostura por mucho que se desesperara. Tomando su teléfono escribió un rápido mensaje y cargó al pelirrojo para alejarlos de allí. Tuvo que tomar el riesgo de caminar, porque poner cualquiera de los automóviles en movimiento hubiese significado una alerta inmediata. Estaba seguro de que los ahí reunidos habían desactivado las cámaras de vigilancia, en ese tiempo, al menos habían alterado la imagen, mandaría a Namjoon para que se asegurara que no quedasen rastros, pero eso al menos les regalaba un margen de tiempo necesario.

Siete minutos después, se estacionaba delante de ello un automóvil reconocible, se trataba de Yoongi. Sabía que era un riesgo, no podía confiar en nadie en ese momento, mas al menos arriesgarse con algunos de los suyos podría salvarle la vida a Taehyung. No hubo preguntas o palabras innecesarias, Yoongi miró el cuerpo del pelirrojo, luego plasmó su vista en Jungkook, pero mordió su lengua, rápidamente lo ayudó a acomodar el cuerpo en el vehículo y se pusieron en movimiento.

— ¡Rápido, por aquí! — La voz del padre de Jungkook les señaló la camilla que habían dispuesto para ellos en el laboratorio. — ¡Alejen todos los teléfonos, relojes inteligentes, cualquier cosa que no sean los equipos médicos que estaremos utilizando!

Jungkook lanzó sin mirar todo lo que tenía sobre él hacia el exterior, Yoongi, permaneciendo fuera, recogió todo y lo puso en una cesta sin atreverse a tocarlos más de lo debido o mirarlos. Aunque pareciera que no, él también estaba preocupado por la salud del pelirrojo.

Se podía ver el pánico en los ojos de Jungkook, en el modo en el que tensaba su mandíbula, ensanchaba sus ojos o mordía el borde de su labio inferior. Su madre le pasó guantes, mascarilla y unas gafas que tuvo que colocarse, ella y su esposo hicieron lo mismo.

— ¿Qué sucede? — Se atrevió a preguntar después de cinco minutos, observando cómo le realizaban una tomografía axial computarizada, tras medirle sus signos vitales brevemente. — ¿Qué estoy viendo? ¿Qué está pasando? ¿Cómo está?

Liquidator vs DesquiciadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora