— Me encantan los fuegos artificiales. — Mirando el humo que comenzaba a empañar el azul cielo Jungkook dijo aquellas palabras con tranquilidad.
A veces la eficacia de una buena defensa dependía de cuán bueno fuera el ataque. Cuando el padre del Liquidador solía dejarlo en las noches en diferentes bosques a la deriva y a expensas de infinitos peligros, Jungkook aprendió que algunas veces debía ser oscuro, silencioso e invisible como la noche, otras debía convertirse en depredadores que utilizaban justo estas cosas para tomar ventaja. Atacar antes de que alguien más lo hiciera, matar a quien pronto llegaría a él. Recordaba como en un momento le pareció cruel, todo hasta que fue su vida la que estuvo en la línea y empuñar aquel cuchillo fue un acto de reflejo.
Se molestó y dijo odiar a su padre cuando entraba en la adolescencia porque sus entrenamientos muchas veces llegaban a ser crueles. Cuando el mayor le respondía que él sacaba lo mejor y peor de su persona sin llegar a los entrenamientos más siniestros por el simple hecho de ser su hijo, no le creía. Porque cada vez que le decía esto llegaba con algo más cruel y duro que lo anterior.
Hubo un tiempo en que todos esos recuerdos se desvanecieron, pero su piel y cuerpo seguían recordándolo cada vez, su cerebro guardaba información que no compartía con él, la utilizaba a escondidas para protegerlo. Ahora, una vez más agradecía haber incluso apuñalado a su propio padre y luego haberle curado sus heridas. Estuvo a punto de perderlo muchas veces, pero ahí estaba.
Ha estado a punto de perder a Taehyung también muchas veces, pero siempre volvían a estar juntos y no iba a cambiar eso, podía hacer explotar a Corea del Sur y Norte e incluso todo el maldito continente asiático sin con eso lo regresa a su lado una vez más. El fin de esa cacería sobre ellos no llegaría matando ciegamente y creando un río de sangre a su paso, sino lanzando mensajes altos y claros para desestabilizar no a uno, a todos sus enemigos.
La sed de poder, injusticias y masacres era un desierto infinito que un día él no podría acabar, ni siquiera si utilizara toda su vida para ello. Lo que sí podía generar el Liquidador era su propio oasis, defender este a capa y espada, con tiros y bombas también si era necesario. Él podría estar desesperado, sentirse vencer por momentos, pero lo que todos esos imbéciles olvidaban era que presionar y arrinconar a un animal solo lo volvía más rebelde. Incluso los monstruos agotados seguirían luchando hasta morir porque era una ley de la naturaleza.
Recostado en un automóvil en una de las calles de Seúl, Jungkook exhalaba el humo de un cigarro acompañado del Pirómano. Juntos escuchaban el sonido de las explosiones como si de la mejor sinfonía se tratara. Si bien se aseguraron de golpear en las horas que menos daños colaterales causaran, era imposible evitar el pánico en los alrededores.
Sabían que eso pondría en Jaque no sólo a los Diamantes, sino también el gobierno surcoreano. Tendrían que dar una explicación sobre todas las explosiones a lo largo de la república de manera simultánea, querrían arrestar o al menos fingir un arresto para calmar las habladurías públicas. Seguramente dirían que se trató de un atentado terrorista o amenazas de los vecinos del norte, siempre encontraban una solución y estaba contando con eso.
Los Diamantes era una organización delictiva que ellos crearon para tener control sobre varios negocios y situaciones, pero si esta estaba fallando querrían tapar sus huellas, eliminar todo rastro, reagruparse y pensar en si debían mandar una respuesta o temporalmente dar marcha atrás.
Cualquiera que fuese la situación iban a tener que utilizar a sus mejores hombres para ello, presionarían al director de la NIS y por consecuencia, a este le sería imposible deshacerse en esos momentos de uno de los hombres con mayor valor gracias a su experiencia y poder sobre él. Querrían emplear al Desquiciado porque este era el mejor momento para hacerlo. Si lo tenían fuera del país lo mandarían a buscar y si estaba en Corea impedirían que se fuera. Cualquiera que fuera la decisión lo mantendrían no solo cerca, sino que también lo mostrarían un poco más.
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Liquidator vs Desquiciado
AzioneDespués de dos años de haber estado retirados, la leyenda viviente "El Liquidador" y el ex agente de la CIA "El Desquiciado" se ven obligados a regresar a ese mundo del que se quisieron salir. Fueron atacados mientras vivían en Madagascar y, aunque...