Capítulo 20

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Sus ojos estaban perdidos en algún punto de la pared frente a él y aun así no la divisaba correctamente. Su respiración levemente irregular por el esfuerzo físico, una mano tirando las hebras de cabello gris, la otra inmovilizando el musculoso cuerpo debajo de él mientras procuraba meterse en el papel. Las primeras interacciones o provocaciones no estuvieron mal, los juegos previos tampoco, pero simplemente algo faltaba. Dos fuertes penetraciones más y el cuerpo que el pelirrojo tenía entre sus manos terminó deshaciéndose en gemidos. Él no se había corrido todavía, por lo que su acompañante se incorporó para ayudarlo en esa tarea hasta que finalmente tuvo éxito. Cerrando los ojos, ese que se hacía llamar Mister D o Dionysus separó bruscamente la boca que continuaba limpiando su ya flácido miembro para con una ladeada sonrisa pasar a bajarse de la cama.

— ¿Tan pronto te marchas? — Con una sonrisa aparentemente coqueta, el pelirrojo se volteó para verlo.

— Vamos, Wonho, ambos sabemos muy bien el significado de este encuentro. — Musitó acercándose nuevamente, depositando una caricia en sus labios antes de besarlo. — Tengo cosas importantes que hacer y estoy seguro de que tú también. — Dirigiéndose al baño, ignoró la mirada que el contrario le daba. — ¿Alguna respuesta?

— Los cocodrilos, Jebbies, los hombres del Liquidador, todos se han estado quedando sin suministros de armas, ahora mismo no conseguirán en el mercado asiático nada en buen estado. — En silencio, el pelirrojo asintió. — Por cierto, me he encargado de hacerle llegar a tus hombres en Ruanda un nuevo lote de armamento.

— La última parte de tu pago llegará en breve. — Respondió observándolo. — Viste que sí se podía.

— ¿Por eso te has estado acostando conmigo? — Elevó un poco la voz levantándose de la cama para tirar del brazo a Mister D, pero como resultado simplemente terminó con un pie presionando en el suelo y una pistola apuntándole.

— No te confundas, simplemente te estaba haciendo un regalo y entreteniéndome dicho sea de paso. Siempre obtengo lo que quiero y no necesito follarte para lograrlo. — Con su pie desnudo empujó fuertemente su rostro a un lado y se alejó. — Vamos a darle un mejor funcionamiento a esos músculos que tienes de bonito solo para impresionar. Levántate y acompáñame.

El pelirrojo terminó de vestirse camino al exterior de aquella habitación encontrándose con dos de sus hombres en la puerta y un Bang Chan completamente escandalizado gritándole a alguien al otro lado del teléfono. Confundido, Mister D permaneció observándolo hasta que este le devolvió la mirada.

— ¿Qué sucedió?

— Señor, nuestros hombres fallaron la misión. El cuerpo del Liquidador no apareció entre los restos y acabo de recibir la noticia de que Lino está desaparecido también. — Cerrando sus ojos, el pelirrojo suspiró antes de maldecir. — Si todos los asociados a él siguen activos y no logramos erradicarlo por completo los Diamantes tendrán muchas dificultades. No nos conviene que...

— Sé perfectamente lo que no nos conviene, no necesito un jodido recordatorio. Dale aviso a nuestros hombres, nos vamos. — Musitó antes de que Wonho apareciera en su campo de visión. — Quedamos para vernos mañana, ahora tengo una emergencia, debo irme.

Sin decir algo más, llevó su teléfono a la oreja y comenzó a avanzar a pasos apresurados, seguido por Bang y los hombres que lo acompañaban. Al subirse a la camioneta que lo trasladaría cerró los ojos fuerza escuchando los regaños que le daban.

— Te lo he comentado mil veces, Suga y el Liquidador lograron esa posición y la han mantenido por tanto tiempo por algo. No puedes proceder con ellos como lo harías con cualquier otra organización. Al Liquidador principalmente, si no lo matas, estás jodido.

Liquidator vs DesquiciadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora