Silencio, uno tenso y asfixiante en donde solamente el ruido de una gotera a lo lejos junto al sonido de unas ratas se escuchaban. Aquel almacén no tan alejado de la capital de Corea del Sur, Jungkook observaba al grupo de veinticuatro hombres que le habían reunido las últimas dos horas. La claridad que entraba al sitio por las diminutas ventanas en lo alto no era suficiente para evitar el modo en que casi todos tuvieron que cerrar sus ojos cuando las puertas de lugar se abrieron de par en par mostrando a un Min Yoongi junto a sus hombres que depositaban diez hombres más para el Liquidador. Amarrados de pies y manos con la soltura suficiente para permitirles la movilidad y entrada al almacén por sus propios pies.
— ¡No tenemos todo el día, arrodíllense! — Gritó Suga empujando a los sujetos prisioneros.
Las puertas volvieron a cerrarse, el miedo en algunos se escuchó en bajos jadeos. Muchos escucharon los rumores de que el Liquidador estaba de regreso en las calles. Algunos lo creyeron, otros, no tanto, no importaba cuántos años pasasen, para muchos seguiría siendo una leyenda viviente, pero las leyendas eran historias contadas y pocas veces comprobadas. Ese que aparecía un tiempo y desaparecía sin dejar rastros. Preso, muerto, jamás existió, en otro país, todo era cierto, todo era mentira, pero nadie sabía decir a ciencia cierta cuál era la verdad.
— Aquí hay treinta y cuatro hombres en cargados de puntos estratégicos en las afueras de Seúl y alrededores. Sujetos con un valioso número de hombre bajo su mando y que manejan mucha información. — Jungkook comenzó hablar como si simplemente se estuviera tomando un café, relajado en cualquier cafetería con alguna amistad. Sus ojos a pesar de la escasez de luminosidad observaba a detalle a cada individuo. — ¿Qué se ha dicho del desquiciado en los últimos meses? — Esa fue su primera pregunta. — ¿Quiénes están a cargo de Los Diamantes?
Como era de esperarse, no hubo respuesta. El silencio se extendió durante un minuto más, luego, este fue interrumpido por el impacto de los zapatos de Jungkook al tocar el concreto. Había estado sentado con sus piernas cruzadas, recostado a una silla, pero ahora, se estaba poniendo de piel. Él parecía ser la muerte personificada, alguien en constante luto externo con su vestimenta e internamente igual aunque este solo sus conocidos lo conocían, a pesar de que el Liquidador no lo mostrara.
— Debo asumir que no hay respuesta a mis preguntas o tal vez no las escucharon correctamente. — Habló mirando a los presentes antes de repetir aquellas pregunta una vez más. Suga conocía su proceder, muchos años trabajando hombro con hombro, pero incluso él se sorprendió cuando Jungkook sacó esa Glock que lo acompañaba desde que se unió a Los Cocodrilos en su adolescencia. Un cargador estándar tenía capacidad para nueve cartuchos, pero el del Liquidador contaba con quince que vació sin que su pulso le temblara disparándole todos los hombres ahí retenidos. — Quiero nombres, direcciones, respuestas. — Espetó restableciendo sus municiones, observando a los pocos que quedaban en pie.
— Y-Yo escuché... — La voz de uno se abrió entre los jadeos de miedo, las murmuraciones y súplica. — H-Hubo un cargamento perdido hace unas semanas por el que se desató una pelea. Decían que eran d-diamantes reales y le pertenecían a una organización del mismo nombre de la que no había oído hasta ese momento. El cargamento debía entregarse en... — Calló mirando entre Jungkook y Yoongi, — En una residencia importante, sé que el apellido es Do, pero eso es todo.
¿Do? El pelinegro cerró ligeramente sus ojos haciendo memoria de personas de apellido Do que contaran con una residencia importante que pudiese tener algún nexo con todo lo que estaba sucediendo. Tal vez podría estar ignorando a alguien tras bambalinas del que no tuviera información o unido a todo eso desde hacía poco tiempo, no obstante, tenía uno en mente. La primera vez que junto a Taehyung, él fue a la casa de Park Seojoon, se encontró también con Do Jihan, quien había estado incluso envuelto con la hija del presidente según la información que Hoseok le dio al castaño. El hermano de Arthur mantenía comunicación con él y era alguien que fácilmente podía estar inmiscuido en todo.
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Liquidator vs Desquiciado
ActionDespués de dos años de haber estado retirados, la leyenda viviente "El Liquidador" y el ex agente de la CIA "El Desquiciado" se ven obligados a regresar a ese mundo del que se quisieron salir. Fueron atacados mientras vivían en Madagascar y, aunque...