Capítulo 34

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¿Kim Yoori?

Para Kim Taehyung y su hermano, ella fue lo que podría considerarse, el alma que los unía a todos en esa casa. El sostén monetario y mental de esa familia también podría decirse. Mientras la mujer que ellos consideraron progenitora estuvo obligada a permanecer en casa debido a su marido, Yoori comenzó a trabajar desde muy temprana edad para tener un poco de independencia financiera con la cual poder proteger y brindar algo a sus hermanos pequeños.

¿Su trabajo? Hasta el momento no quedaba demasiado claro, pues poco o nadie sabía que desde sus quince años fue fichada ilegalmente por la NIS. No necesitaron la autorización de sus padres y, aprovechando los problemas ocurridos en casa, el abuso doméstico, y todo lo demás, fue fácil conseguir que una joven desesperada por salir de un infierno y completamente perdida accediera a trabajar con ellos.

No tardaron absolutamente nada en averiguar su embarazo, fue sencillo recluir a madre e hija al mismo tiempo en el hospital cuando ambas estaban esperando un hijo del señor Kim. La paliza que este le había puesto a su mujer la puso al borde de la muerte, poniendo en bandeja de plata la situación para ellos. Ni siquiera la abuela supo que el niño que colocaron en sus brazos la tarde que volvió a abrir los ojos algunos meses después, era el hijo que otra mujer lloraba en una habitación prácticamente paralela.

A pesar de todo, la señora Kim sí se llegó a percatar semanas más tardes de que había algo errado en todo eso, no obstante, guardar las apariencias y evitar un escándalo mayor frente a toda la sociedad que dañase a sus hijos y nieto sería peor, así que no hizo distinción alguna entre el recién llegado y los otros dos que salieron de su vientre. Quizás había perdido un hijo debido a los golpes infligidos por su marido, pero eso no hacía que Taehyung fuese menos, lo consideró un hijo más que un nieto.

Taehyung creció ignorando todo lo ocurrido, no sabía que cada vez que en su frente se depositaba un beso, este provenía de su verdadera madre y no a quien él creía su noona. Ese amor que siempre sintió por la mujer a la cual se le desgarraba el alma cada vez que debían separarse, era un amor filial por alguien que cada día ponía su propia vida en peligro.

Nunca se enteró de los entrenamientos de Kim Yoori, ni siquiera supo que ella era una agente de investigación porque carecía de lo que se necesitaba para ser una agente activa. Sus escasas aptitudes físicas dentro del campo fueron unas de las tantas razones por las cuales ya en su adultez la colocaron bajo las órdenes de los Jeon. Alguien que pudiese filtrar sus planes porque tenía mucho que perder si no lo hacía, pero no era completamente ingenua, descubrió mucho y esto cambió parcialmente el rumbo de las cosas.

De la mano de la NIS, Taehyung, toda su familia y ella misma siempre estarían en problemas porque eran peones desechables en un inmenso tablero de ajedrez. Por desgracia, ella solamente tenía información y conocimientos químicos. Unirse a los Jeon, personas que habían derrocado incluso a presidentes bajo otras órdenes, fue su mejor estrategia. Desconocía que había más de una ficha con la posibilidad de ejecutar un jaque mate.

— No es gracioso... — Fueron las primeras palabras que Taehyung espetó luego de escuchar lo dicho por el menor.

La idea no era del todo descabellada, él fue testigo de cosas inimaginables hechas por su padre, fue también víctima de ellos como sabía que lo fue Yoori. No obstante, el pensamiento de que a causa de ese martirio él hubiese llegado a la vida, explicaba el motivo para ser tan desdichado. No debió ni siquiera haberse engendrado en primer lugar, si él era el hijo de Yoori y su propio padre, entonces él no entendía por qué esa mujer lo amó tanto cuando debía aborrecerlo por ser el constante recordatorio de su miseria.

— Amor. — Jungkook dio un paso adelante, pero Taehyung retrocedió instintivamente, sintiendo su pecho apretarse, su cabeza doler.

— ¿Qué tan seguro estás de eso que acabas de decir? — Preguntaba mientras su mente seguía viajando al pasado tratando de darle forma a todas sus memorias para que todo tuviese sentido. — ¿En qué te basas para decir que mi noona en realidad...? — Su voz se cortó y su mandíbula se tensó. — Que ella fue mi madre. ¿Tienes pruebas?

Liquidator vs DesquiciadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora