[NNT] Unα vıdα juntos | Ban x Elaine

|13| Cabaña

Las gotas de lluvia recaían con fuerza sobre las plantas, el traqueteo del sonido con el que estas se impregnaban en el suelo al mismo tiempo transmitían ese aroma a humedad. No era solo el ruido de la lluvia lo que precisamente despertó a la pareja, sino que estas terminaron empapando a cada uno, provocando que se despertaran al mismo tiempo asombrados, pues su ''casa de ramas'' no había sido lo suficientemente resistente al agua.

—¿Agua?. —Preguntó el hombre mientras su cabello permanecía ya bastante húmedo.

—Está lloviendo Ban, y no habrá techo que pueda cubrirnos lo suficiente.

—Hay que salir. Antes de que se moje y derrumbe todo. ¿Que horas serán? —Menciono mientras se pasaba los dedos por su cabello ya bastante mojado.

—A juzgar por el alba deben de ser las cinco de la mañana, o eso quiero creer.

Ambos salieron del ya bastante húmedo sitio en el que habían dormido la noche anterior, se estaba debilitando demasiado mientras generaba también un poco de lodo en el suelo. Elaine exprimía su vestido deshaciéndose de unas cuantas gotas de agua mas, pues la lluvia comenzaba a cesar con plena luz del día, lo increíble era que también yacía un viento fresco y agradable, pero la pareja seguía empapada.

—Bien, entonces andando. —El zorro sujetó en su espalda aquel saco ya mojado que siempre traía. Caminó esperando que la chica lo siguiera y así fue, continuaron caminando sin descanso alguno, bueno, Elaine volando y él a pie.

Hicieron mucho tiempo en el transcurso pero por lo menos no tanto como tenían previsto anteriormente debido a que habían despertado desde muy temprano para partir a causa de la lluvia. El camino sirvió para secarse un poco, pues aunque no lo pareciese ya llevaban bastantes horas en progreso, sin embargo, cuando menos lo esperaban encontraron un rio, el rio que había sido su salvación, pues estaban sedientos, y el encontrar un rio también eran señales de que estaban cerca de las cabañas, cerca del sur, cerca del mar.

Después de saciar su sed por un momento continuaron por su camino, realmente ya faltaba poco para llegar al área esperada, solo unos cuantos minutos mas y llegarían.

Finalmente, algo cansados pero con una enorme sonrisa en el rostro ambos observaron al rededor de diez cabañas idénticas, esa era el área que Jericho les había sugerido anteriormente, tal como expreso la caballero el sur seria un largo camino, y el área para hospedarse seria increíblemente tranquilo, muy recomendado a decir verdad, pues se miraba hermoso, limpio, y sobre todo confiable, seria el mejor descanso que la pareja podía obtener.

—De aqui no saldremos. —Comentó el inmortal alegremente, como no iba a estarlo.

Fue entonces cuando la hada se acercó a lo que parecía ser una recepcionista. Una mujer joven, muy serena y aparentemente elegante, con un kimono resaltante que la hacia ver todavía mas hermosa.