|12| Un camino

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Después de sorprendentes minutos que parecían eternos llegaron a un ligero restaurante, era inauditamente pequeño, estaba solitario, a la deriva del camino sur, aun faltaba llegar hacia el hotel mas cercano del que les había hablado Jericho, y tanto el clima como el ocaso comenzaban a afectar la zona, volviéndose desfaborable para la pareja.

Llegaron, observaron el sitio, de todos los que habían visitado este era sin duda el más extraño, desaliñado y para nada acogedor hasta el momento. Se trataba de un pequeño concreto con un señor anciano adentro, este sostenía un cigarrillo mientras observaba como el inmortal y la hada se acercaban lentamente.

—Ban, ¿estas seguro de que tenemos que ir ahí?. —Con miedo recorriendo por sus venas le pegunto la rubia a su amado sujetándole del brazo con ligera fuerza.

—Jm, descuida, tú solo colocate detrás de mi. —La mirada se torno seria continuando su camino. —¡Oi, anciano!, ¿tienes algo de comida que puedas vendernos?. —Preguntó sin mostrar temor alguno.

El anciano lo observó indiferentemente mientras soltaba aquel humo de la boca para comenzar a dirigirle la palabra. —Jm.—Se limitó hacer solo ese ruido indicándole con la mano que sostenía el cigarrillo un cartel que decía lo siguiente; ''Aquí no vendemos comida, solo servimos sake de arroz''.

—Ah... —Al leerlo, esas palabras encontentaron de alguna forma a Ban, tanto que sus mejillas se tornaron de un tono tenue. —Increíble, estoy sediento, es justo lo que necesito. —Se dirigió entonces a paso rápido para sentarse en el primer bloque de concreto que encontró. —Anciano, entonces sírvame una.

—Oye Ban. —Replicó Elaine tras darse cuenta que su novio no lo pensó dos veces para acercarse al local con esos ánimos que ni ella podía controlar.

—Elaine, ven, siéntanle y bebamos un poco de sake. ¡Oiga anciano! mejor que sean dos.

El anciano obedeció y la chica solo pudo suspirar y acercarse a él.

—Sabes que no beberé eso si se trata de alcohol. —Agachó la cabeza un poco desanimada. —Esta obscureciendo y como dijo Jericho no hay hoteles cerca, debemos acampar antes de que se haga mas noche. ¿Me estas escuchando?

—Si, si, tranquila. —Respondió un poco distraído mientras buscaba unas monedas en lo profundo del saco para pagar las bebidas. Cuando las encontró entonces el anciano las colocó enfrente de ellos. —Aquí está, anciano, ¿cuánto es?.

—Dos monedas de plata. —Respondió el señor.

—Ok, aquí tiene. —Ban le entregó el dinero con una inmensa sonrisa. —Vamos Elaine, bebe.

—¿No es un poco caro para solo estos pequeños recipientes?. Ademas no deberías gastarte el dinero solo en bebidas, aun debemos comprar o encontrar que cazar para comer.

—Esto es fascinante. —Endiosado por su bebida alcohólica Ban la ingirió en un parpadeo disfrutando del néctar del único sabor que parecía traerlo a la vida con cada vez que lo olia y disfrutaba. —Vamos Elaine, tomate la tuya, o me veré obligado a arrebatarte junto con ella. —Ban colocó su enorme mano en el hombro de la chica.

—Tomatela si quieres. —Elaine arqueó un poco los ojos para después escapar de su agarre con un simple leviteo. Pues ella quería acercarse al anciano y hacerle unas preguntas. —Disculpe. —El señor se encontraba de espaldas acomodando unas cosas dentro del mismo concreto. —¿Sabe de un lugar seguro cerca donde podamos acampar?, venimos de la zona norte, queremos dirigirnos al sur, ¿sabe cuanto tiempo nos falta para llegar a las cabañas de esa zona?.

[NNT] Unα vıdα juntos | Ban x ElaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora