[NNT] Unα vıdα juntos | Ban x Elaine

|14| El brillo del mar

En ese preciso momento tocaron la puerta de la habitación, el hombre giró la mirada acercándose para abrirla, al hacerlo finalmente el servicio de comida estaba listo.

—Oh, póngalo ahí. —Hizo un ademan para que posteriormente el encargado del alimento lo dejara en el lugar indicado y posteriormente saliera de la habitación.

El platillo principal venia cubierto en la típica charola de plata, unas servilletas en la parte de abajo con la bebida que Ban amaba. Había increíble cantidad de frutas, carne y vegetales finamente equilibrados en un platillo para dos personas.

—Oi Elaine, la comida está servida.

La joven seguía disfrutando del viento y la vista al mar a través de la ventana, estaba algo distraída por la belleza que el momento le brindaba, pero luego escuchó de nuevo al hombre llamándola para que se dirigiera a comer. Dicho eso así fue, se acercó a inspeccionar los alimentos, todo se veía muy apetitoso a lo que Ban sin pensarlo dos veces comenzó a ingerir el primer trozo de carne que se le antojo, Elaine solo se limitaba a comer de las muchas frutas que habia.

—¡Mmmm está bueno! Prueba esto. —Len inquirió el zorro acercándole y convidando del trozo de carne que traía en las manos.

Elaine respondió y solo dio una minúscula mordida. Entonces tragó. —Si, je je, esta muy bueno. —Le sonrió risueña ante el gesto.

Comenzaron a deborar todo paso a paso, esta vez aunque no lo pareciese Elaine había comido la misma cantidad que Ban dejando la bandeja impecable. Ban yacia lamiendo los platos mientras Elaine suspiraba dejando que el aire restregara su rostro moviendo sus dorados cabellos de un lado a otro. Era ya mas del mediodía y el sol alumbraba con maravilla aquellos lugares.

—Es demasiado lindo el paisaje, ¿no lo crees Ban?. ¿Cuánto tiempo más permaneceremos aquí?. —Preguntó girando sus ojos a Ban.

—Pues, solo hasta cuando tu quieras. ¿Si no te gusta podemos regresar a la casa que el rey nos dejó?.

—No, no, claro que no, perdón si te hago estas preguntas constantemente, es solo que, todo es demasiado bello para ser verdad.

—Bueno, lo que queda es drifutar, ya estamos aquí. —Entonces a Ban se le ocurrió una brillante idea. Sonriendo le pregunto lo siguiente. —¿Quieres que vayamos al mar en un rato mas?.

Elaine sonrió inmensamente al oír esas palabras. —¡Pero claro que sí!

Después de eso, esperaron unos minutos para que la digestión de sus estómagos hiciera su debido proceso, descansaron un poco en los cómodos asientos de la cabaña y ya mas tarde se pusieron ropa mas ligera y descubierta para salir al mar, ropa que claro el mismo parador les otorgaba ya que esa tarde nadarían entre las olas.

Comenzaron a bajar por la escalinata de tierra que dirigía al mar, al llegar a tierra firme pudieron observar diversas sombrillas con tapetes y asientos para pasar el rato, de esos asientos de playa reclinables y muy elegantes.

—Hace un viento y un sol muy increíble, ¿no lo crees Ban?. —Le preguntó la pequeña mirándolo con los ojos entreabiertos y una mano intentando evitar que los rayos del sol obstruyeran por completo su vista.

—Si, el sol combina perfecto con tu piel, hace que brilles deslumbrantemente. —Se limitó a decir esas palabras que hicieron que la chica sonriera no sin antes mostrar un tenue color rojo en sus mejillas y orejas.