[NNT] Unα vıdα juntos | Ban x Elaine

|06| Mi mujer por siempre

Aquel hotel, cabaña, casa hogareña o lo que fuese se transformó en un confiable lugar de parada.

—¡Ban! Este parece un buen hotel, supongo que cualquier experiencia será nueva, no puede ser tan malo hay que entrar ahí si —Elaine se encontraba realmente emocionada, sujetando del hombro a su hombre apuntó a la cabaña la cual añoraba entrar.

—¿Quieres entrar ahí? No se si el presupuesto que tenga pueda pagar mucho, es decir, no quisiera desperdiciarlo en esto —el gesto del hombre se reprochó indicando que no le gustaba para nada aquel dichoso hotel, rascándose así un poco la nunca con rostro de duda.

—Descuida, no puede tener un precio tan alto. Sin embargo hay que entrar —Elaine se encontraba emocionada, como antes se mencionó la chica tenía mucho por conocer, y la idea le encantaba, le agradaba viajar junto a su amado.

—No me trae buena espina —este frunció el ceño dando pequeños pasos acercándose poco a poco a ese olor de madera que cada vez se hacía más intenso.

—Oye, no olvides que soy una princesa, siendo yo misma podría pagar millones de cosas, al menos esa es mi expectativa —Elaine se giró y posicionó de frente, afirmando aquellas preferencias que podía ella obtener.

—Hasta crees que te dejaré venderte —claramente lo mal pensó.

—¿Eh? No, no pienso venderme, solo digo que es probable que tenga más preferencias que cualquier otra persona... digo siendo una princesa...

—Ni lo pienses, conozco a las personas de aquí y cualquiera quisiera aprovecharse de ti Elaine, no permitiré que te vendas como princesa —sin dejar que terminara de hablar, la actitud del zorro era cada vez más recta y segura.

—No me refería a vender sino... —una pequeña gota se escurría de la frente del hada, sus mejillas se estaban volviendo de otro color mientras esta misma se encogía de hombros por la vergüenza ante tales palabras.

—No lo harás no lo harás, pero... tengo hambre así que si acaso solo hay que entrar a tomar un trago y es todo, ven entremos, luego encontraremos un lugar mejor para dormir, yo te protegeré.

—Ah... creo que te contradices.

Ban la sujetó de la mano, aferrándose a ella para no dejarla sola en ningún momento, pareciese sentirse muy poseedor pero prácticamente solo era la actitud de un hombre preocupado por su amor.

—Jm... creo que me lastimas un poco Ban... —le era imposible saciar esas ganas de forcejear, pues se estaba dando cuenta de lo bastante fuerte que era Ban.

—¿Bromeas? Sino te sujeto lo suficientemente fuerte podrían robarte, no olvides que ese es mi trabajo.

—¿Pero de que ridiculeces estás hablando? —Elaine tapo su rostro que ya estaba demasiado rojo aún en brazos del hombre.

Ban entró pateando aquel lugar, abrió la puerta con fuerza y sin mirar fijamente a nadie posó su vista en una mesa solitaria, así que posicionó a su novia ahí y así tomaron asiento ambos en un vasto silencio, silencio que duró menos de cinco segundos hasta que el dueño hablo.

—¡Oigan ustedes! —gritó aquel hombre que se encontraba detrás de la barra de bebidas, el cual poco a poco se iba acercando a la pareja.

— ... —Ban & Elaine no dijeron nada, lógico ya que observaron a el hombre con espero a sus palabras.

—No parecen ser de aquí, bueno al menos la señorita no... pero tú, siento que eh visto tu rostro antes ¿a caso eres un... bandido? —aquel hombre posó un rostro silencioso, seco y distintivo.