Capítulo 35: La verdad.

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Saga: "Olimpia"

— Vaya Ulquiorra, no pensé que te derrotarían — dijo Hera contemplando a Ulquiorra, quien estaba en el piso sin poder levantarse.

— Hera... — dijo Eloise pero luego noto algo en su espalda, era Kaosu, inconsciente.

—¡Kaosu! — grito Blade.

— Suéltalo desgraciada — dijo Skyla.

—¿Qué lo suelte? ¿Qué me van a hacer? Mataron a 4 blancos, y los poderes de ellos ahora son míos — dijo haciendo brillar su mano y disparando un rayo que, por poco, el grupo esquiva pero impacto en la ya devastada ciudad de Olimpia destrozándola aún más de lo que ya estaba — ¿Cómo piensan vencerme?

El grupo miraba incrédulo la devastación que causo ese solo ataque, no cabía duda de que Hera ahora era mucho más poderosa que antes.

Hera, aun sonriente, camino hasta estar frente a Ulquiorra quien solo la miraba con cara de póker — mi señora...

— No digas nada Ulquiorra, has fallado, como tus hermanos y ya no me sirves más — dijo poniendo su pie sobre el pecho de Ulquiorra y una gran sonrisa se dibujó en su rostro — dime Ulquiorra, ¿Qué se siente morir?

Ulquiorra, manteniendo su cara de Póker, solo se limita a verla y decir:

— doloroso...

Hera sonríe aún más

— ¿Te digo una cosa? — le dijo mirándolo a los ojos. — ¿Recuerdas que a ti y a tus hermanos los abandonaron sus padres en medio de un bosque? — Ulquiorra la miraba fijamente. — jejejeje, creo que te diré la verdad, ellos no los abandonaron, yo los maté — dijo haciendo que las pupilas del blanco se dilataran por la impresión. Mientras que los testigos que oían las palabras de la alicornio blanca, quedaron sumamente sorprendidos. — Tus padres, eran una linda pareja de unicornios que extrañamente procreo a 5 hijos terrestres, todos blancos como la misma nieve, un hecho curioso pero eso no evito que les dieran amor a los 5.

— ¿Qué... Estas diciendo? — pregunto Ulquiorra.

— Un día, hace más de 30 mil años, me topé con cierto inconveniente, tenía que ver con el ritual que uso para mantener mi inmortalidad, resultaba que ese ritual no solo me daba inmortalidad sino que también incrementaba mi poder enormemente, útil pero empezaba a ser difícil de controlar. Me di cuenta de que necesitaba deshacerme de todo ese poder innecesario, ¿Pero cómo? No podía simplemente tirarlo a la basura, luego buscando una solución; me topé con un nuevo ritual, el cual me permitiría guardar todo ese poder en 5 recipientes, pero para ello necesitaba a 5 niños o niñas recién nacidos, tenían que ser quintillizos para que funcionara y en esa época ese tipo de cosas eran difíciles de encontrar.

— Pero un día me llego cierta noticia, de que una pequeña pareja en las montañas nubladas habían procreado a 5 hijos, hubiera preferido esperar a encontrar 5 quintillizas pero dado a que necesitaba esos recipientes, decidí conformarme contigo y tus hermanos, fui hasta casa de tus difuntos padres y les exigí que los entregaran a mí, los muy idiotas se reusaron y por ello tuve que matarlos, entonces realice el ritual y los acogí como mis fieles perros guardianes jeje — rio al final Hera mientras miraba a Ulquiorra quien mantenía su rostro inexpresivo.

El grupo no podía creer lo que había escuchado, aunque al pensarlo era típico de ella. Pero de todos los presentes, Eloise era la que más ira sentía

— Tu... — dijo Eloise llamando la atención de Hera — ¡¿COMO PUDISTE COMETER ESA BARBARIDAD?! ¡¿ASI ES COMO TU LUCHAS?! ¡COBARDE! ¡ELLOS TE VEIAN COMO SI FUERAS SU MADRE! ¡¿OSEA QUE TODO LO QUE ELLOS HICIERON POR TI NO VALE NADA?!

Saga Del Fénix: Hermanos de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora