Capítulo 13

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- No, por favor. Déjame dormir. - se quejaba Shuhua para sus adentros aquella mañana de martes al ver colarse los primeros rayos de sol por la ventana de su cuarto.

Tras la gala de la noche anterior, la morena había dormido bien poco, aunque es posible que aquel concepto fuera un eufemismo y, en realidad, no había dormido nada. Cuando volvió al complejo después de la gala y, tras despedirse de las compañeras expulsadas, sin decirle ni una palabra a Soojin ni a nadie, se metió directa bajo las sábanas. En ese momento, empezó a darle vueltas al coco sobre su actuación de aquella noche. Estaba claro que hasta la mañana siguiente no vería el video y no podía valorar por sí misma cómo lo había hecho. Pero si, una vez más, las miembros del jurado habían obviado su presencia en el grupo y no le habían dado ni una sola valoración más allá del comentario colectivo de que todas habían mejorado considerablemente con respecto a la semana anterior, era preocupante. Shuhua se estaba empezando a agobiar por ello. Si sus compañeras le habían dicho que estaba más que preparada para aquella actuación, no había tenido un ataque de pánico como la semana anterior para bloquear su mente y había tenido buenas sensaciones nada más terminar, ¿por qué no le habían dicho nada las juezas? ¿Qué más estaban esperando de ella? Ya no sabía qué pensar de toda aquella situación.

Se acabó levantando finalmente de la cama ante la imposibilidad de dormir y, sin poder hacer otra cosa para entretenerse debido a lo pronto que era, decidió aplicar lo que su compañera hacía para matar el tiempo: ir al gimnasio. Aprovechó las primeras horas de la mañana para desquiciarse en la cinta de correr. Si no podía pegar ojo, al menos aprovechaba para ganar fondo para su próxima actuación.

Estuvo allí hasta la hora del desayuno y, cuando se encontró con sus compañeras, al tener que ducharse y perder más el tiempo de normal, no tuvo tiempo de conversar, ya que tenían que llegar al repaso de la gala de la noche anterior. Lo peor de este es que le reafirmó las sensaciones que ya tenía: que su actuación había estado bastante bien, treinta veces mejor comparada con la de la semana anterior en la que sabía que no había sido ella. Comparada con la cara que había tenido durante la revisión de la gala de la semana anterior, esta era casi de enfado. Irene, que se fijaba en todas sus alumnas, y no porque fuera únicamente su trabajo, se había dado cuenta de ello y casi podía ver cómo le salía humo por las orejas.

- Bien, ¿alguien del grupo de "Black Magic" quiere comentar algo? – preguntó la directora una vez las alumnas aplaudieron al terminar el video.

Yeji, Miyeon y Sia hablaron de sus sensaciones con la actuación, pero Shuhua prefirió callarse, pues pensaba que no podría controlar lo que saliera de su boca y se guardó sus pensamientos de confusión y enfado para sí misma.

Sin embargo, cuando terminó el repaso de gala, siguiendo el consejo que le había dado Lia y que había pospuesto demasiado ya, a pesar de que no lo haría por lo que le había sugerido la castaña, decidió adelantarse e ir a hablar con Irene. Si la directora había insistido tanto en que fueran a su despacho si necesitaban cualquier cosa, sería porque era capaz de escucharlas y darles una mejor perspectiva sobre sus problemas. Al fin y al cabo, había sido alguien que había trabajado durante mucho tiempo en la industria y podía tener herramientas para salir de problemas que, muy seguramente, ella había tenido cuando estaba empezando.

- Directora Irene, ¿puedo hablar contigo? – preguntó a la morena una vez hubieron terminado con el repaso de la gala. La mujer se giró a mirarla y sonrió.

- Hacía tiempo que quería que habláramos, Shuhua. – la morena frunció el ceño, no sabiendo a qué se refería. – Sígueme.

La directora la condujo por los pasillos del edificio principal del complejo a la planta de los despachos. Allí pudo ver, a través de la cristalera que había en vez de paredes, cómo algunas de sus profesoras se encontraban en sus escritorios, suponía que preparando sus clases, mientras que Wendy y Joy estaban hablando, entre risas, en el despacho de la segunda de ellas. Al ver aquello, Irene detuvo el camino, pidiéndole un segundo a Shuhua. Abrió la pureta del despacho, sorprendiendo a las otras dos.

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