Capítulo 21

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- Me tengo que ir, JinJin. – Shuhua, con la espalda pegada a la puerta, intentaba zafarse de los besos de Soojin, pero esta seguía demasiado ocupada con sus labios en el cuello de la morena. No es que a Shuhua no le estuviera gustando, pues los constantes suspiros y gemidos que habían salido de su boca decían justo lo contrario, pero ya habían estado demasiado tiempo encerradas en el cubículo del baño del penúltimo piso del edificio central del complejo. – Vamos a llegar tarde a clase por tu culpa. – le echaba la bronca a la morena, quien, al final, se acabó separando.

- ¿Me estás queriendo decir que no quieres mis labios más? – Soojin puso una carita triste, que debilitó el corazón de Shuhua, como le llevaba pasando toda aquella semana, y agarró la cabeza de la otra chica para volver a besarla con intensidad.

- Es que... - Shuhua la besó cortamente. - ...¿por qué... - un nuevo beso. - ...me haces... - una vez más. - ...esto? – Soojin sonrió mientras escuchaba aquello.

- Porque yo tampoco quiero dejar de besarte. – Shuhua negó con la cabeza y se besaron de nuevo, aunque con algo más de calma, saboreando los labios de la otra chica.

Shuhua y Soojin se habían pasado de aquella manera desde que se habían besado un par de pisos más abajo un par de días antes. Cada vez que tenían un hueco entre clases, como había sido aquel caso, la una o la otra se arrastraban hacia el lugar más privado que pudieran encontrar sin buscar demasiado y, la primera que podía, se lanzaba a besar a la otra. Una vez fuera de allí, intentaban mantener una relación de amistad como había sido hasta ese momento, intentando no levantar demasiadas sospechas por parte del resto de sus compañeras. Aquel había sido un acuerdo al que habían llegado por petición de Soojin, quien había sugerido mantener aquello que tenían entre ellas dos por el bien del concurso. Dado que Shuhua casi había metido la pata por estar pensando en ella, había expuesto que creía que, dejándolo como algo casual que les gustaba a ambas dentro del concurso, conseguirían que ninguna de las dos se olvidara de lo que realmente estaban haciendo allí. A Shuhua le pareció la mejor idea, porque, después de haberse llevado una torta la semana anterior, no quería perder el ritmo que había estado llevando aquellos días.

Pues, a pesar de la complicación que tenía con la canción, los ensayos de por la noche con Minnie, a los que se les había unido el resto de sus compañeras de grupo para poder mejorar entre todas, la habían ayudado mucho. A pesar de que, al principio, se podía haber sentido el eslabón más débil del grupo, practicar con ellas, ver que la animaban y luego comprobar que Seulgi estaba muy orgullosa de lo que estaba consiguiendo hacer, le daba mucha motivación para seguir adelante durante la semana, centrada en el trabajo cuando tenía que estar pendiente de él. Una vez llegaba a la habitación, la cosa ya era completamente distinta y podía centrar toda su atención en la preciosa morena que se colgaba de su boca tanto como podía. Estaba aprendiendo a gestionar todo a la vez, por mucho que le pudiera costar. Su prioridad número uno estaba clara y era el concurso en el que estaban y, solo cuando tenía huecos, podía centrarse en Soojin. Ni más, ni menos.

Y uno de esos huecos era aquel, donde, después de la comida, Soojin la había arrastrado a los baños para su sesión vespertina de besos antes de que comenzaran las clases de la tarde. Shuhua sabía que debía alejarse de ella en ese momento para llegar a la hora a clase, pues ya se había dicho a sí misma en repetidas ocasiones que no podía fallarle más a las profesoras y a sí misma, pero aquellos labios eran demasiado adictivos como para poder separarse tan fácilmente. No obstante, Soojin fue algo más sensata y, al ver la hora que era en su reloj de muñeca, tuvo que parar aquello, por mucho que no quisiera.

- Vale, tienes razón, vamos a llegar tarde y no es plan. – Soojin llevó su pulgar a los labios de Shuhua para quitar algo de su carmín rojo que se había quedado en ellos.

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