Capítulo 2

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Después de ser arrastrada por Miyeon para ir a su hospedaje para aquella noche tras haber pasado a la siguiente ronda, Shuhua tampoco pudo dormir esa noche. Y no tenía nada que ver con la prueba del día siguiente, ya que estaba convencida de que, por mucho que siguiera repasando la coreografía, poco más le sacaría en claro en ese momento. Lo que pasaba era que no dejaba de pensar en aquella chica que había visto cuando había recibido el mensaje de que había pasado la audición. En el momento en el que le sonó el teléfono, leyó el texto con la buena nueva y levantó la cabeza para mirar las reacciones de las dos personas que la acompañaban. Sin embargo, a quien primero vio fue a una morena, con una sonrisa brillante, ojos oscuros profundos y un lunar bajo su ojo que la atrapó por completo. Tanto que poco le importó lo que le estuvieran diciendo Miyeon y Minnie, pues Shuhua no podía apartar su mirada de ella. De entre todas las chicas que había por allí, se había fijado en ella y, desde ese instante, no había podido sacarla de su mente. Estaba como hechizada por ella y ni siquiera sabía su nombre. Seguramente, si se lo dijera a Miyeon, pensaría que estaba loca o algo por el estilo. No es que fuera la primera vez que se quedaba impactada de aquella manera por una chica a primera vista, pero no se pasaba luego la noche en vela pensando en ella.

Porque así fue como se la acabó encontrando Miyeon a la mañana siguiente, cuando se despertó en su cama del hostal nada más sonar la alarma que había puesto en su teléfono. Después de bostezar en repetidas ocasiones, miró hacia su derecha, donde se encontraba el pequeño y estrecho balcón que tenía la habitación del hospedaje. Lo habían elegido por recomendación de los padres de Miyeon, quienes habían visto que se encontraba cerca de los estudios de la cadena y porque no era demasiado caro para la única noche que iban a pasar en la ciudad. No era un sitio realmente grande, pero lo suficiente para dormir, que era para lo único que lo necesitaban.

Miyeon se frotó una vez más los ojos, antes de enfocar su vista hacia su amiga, que se encontraba sentada en una de las dos sillas que había en el balcón con un vaso de café para llevar de una cafetería que se encontraba enfrente del hotel. La morena miraba hacia la ciudad, aunque la recién levantada estaba segura de que no se estaba enfocando hacia ningún punto, sino que estaba sumida en sus pensamientos. Así que, sin penarlo mucho más, se levantó lo más en silencio que pudo de su cama y, de puntillas, se acecó hacia el balcón, por la espalda de su amiga. Sin embargo, un segundo antes de que la tocara, intentando asustarla, la voz de la morena la detuvo.

- Sé que crees que no te he escuchado, pero no eres para nada silenciosa, Miyeon. – dijo Shuhua, para, a continuación, darle un sorbo a su café, sin apartar su mirada de la vista que tenía delante. Miyeon, al escucharla, dio una pequeña patada en el suelo, enfadada.

- Pero, ¿cómo me has escuchado? Es imposible. – se quejaba, cruzándose de brazos. Shuhua negó con la cabeza, emitiendo una pequeña sonrisa.

- Siéntate, anda. – dijo, señalando con la cabeza a la silla que se encontraba a su lado. – He traído algo de desayuno para ti. – tomó la bolsa que estaba junto a ella en el suelo y se la entregó a la castaña. 

- Gracias, Shu. – Miyeon tomó la bolsa y se sentó a su lado. - ¿Llevas mucho tiempo despierta? – preguntó, mientras daba un sorbo a su café. – Madre mía, necesitaba esto. He dormido bastante regular. – Shuhua no pudo hacer otra cosa que reírse ante aquel comentario. - ¿Qué te hace gracia de esto?

- Pues de tu concepto de dormir "bastante regular". – añadió las comillas con sus dedos para darle más dramatismo. – Porque te he visto dormir perfectamente toda la noche. No te has despertado ni una sola vez. Yo sí que he dormido fatal, porque directamente no he pegado ojo en toda la noche. – volvió a tomar café de su vaso, acabando todo el contenido que quedaba de una. – Creo que necesito otro. – Shuhua fue a levantarse, pero la mano de Miyeon sobre su muñeca no la dejó hacerlo.

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