Capítulo 26

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Shuhua se encontraba durmiendo, cuando un pequeño contacto en su cuello empezó a despertarla. La morena se extrañó ante aquello y se revolvió. No obstante, dicho contacto siguió y Shuhua se acabó dando cuenta de que se trataba de besos en su cuello. Besos que le estaban gustando y no pudo evitar mostrar una amplia sonrisa ante aquello. Los besos se hacían cada vez más seguidos y mucho más húmedos, lo que empezaba a subir la temperatura del cuerpo de la morena. Aquello, unido a las caricias que estaba recibiendo en su estómago, estaban provocando que su respiración fuera cada vez más entrecortada y no pudiera evitar que se le escapara un gemido de sus labios. Ante todo el placer que sentía, abrió finalmente los ojos, encontrándose con los de Soojin, quien la miraba a la vez que no dejaba desatendido su cuello. Cuando sus miradas se encontraron, la chica detuvo su tarea y acercó su rostro al de la otra morena, con una amplia sonrisa.

- Buenos días, preciosa. - fue lo único que dijo Soojin, antes de besarla de manera larga, deteniéndose en cada rincón de su boca y con mucha hambre. Shuhua perdía el juicio cada vez que sus labios se encontraban y la explosión de sentimientos la llevaba al cielo y al infierno en un fragmento de segundo.

Una vez se quedaron sin aire, Soojin se separó de ella, mordiendo su labio inferior, pero deteniéndose cuando podía hacerle daño a Shuhua.

- Menudos buenos días. ¿Puedes despertarme así todos los días? - Soojin rio ante la pregunta de Shuhua.

- Bueno... - llevó su mano a la camiseta de pijama de la morena, colando una mano por debajo de esta. - ... si quieres, puedo hacer algo mejor. - empezó a acariciar el estómago de Shuhua, quien dejó escapar un nuevo suspiro por sus labios. 

No obstante, cuando Shuhua se dio cuenta de lo que podía suponer aquello, la respiración se le detuvo de golpe. Soojin adivinó enseguida que la morena se había quedado cortada tras sus palabras y no dudó en sacar su mano de debajo de la ropa de esta.

- Ey, Hwa. - llevó su mano al rostro de la morena, quien seguía sin respirar. – Shuhua, mírame, por favor. - Shuhua le hizo caso, aunque unos segundos después de que se lo dijera. En sus ojos podía distinguirse auténtico terror. - ¿Estás bien? ¿Qué pasa? - Soojin se podía imaginar la respuesta, pero prefería que fuera Shuhua quien se expresara por ella misma.

- Yo... - la morena tenía su cabeza alterada, tanto que le costaba hasta respirar. - Yo... - le costaba decir lo que estaba pensando, porque eran demasiadas cosas a la vez. Soojin las incorporó a ambas en la cama.

- Tranquila. Respira despacio, por favor. - Soojin empezó a respirar exageradamente pero a un ritmo adecuado para que Shuhua la imitara. La morena lo acabó haciendo, a pesar de su confusión. Repitieron los ejercicios de respiración unas cuantas veces, hasta que Soojin notó que Shuhua se estaba tranquilizando. - ¿Mejor? - Shuhua asintió, tímida, y Soojin acercó su mano a su rostro para quitarle una lágrima que había derramado.

- Lo siento, yo... - a Shuhua aún le costaba procesar lo que estaba pasando, pero Soojin, antes de que no supiera decir algo, la tranquilizó.

- Tranquila, estoy contigo. Y no hace falta que hables ahora. Es normal después de un ataque de pánico. - Shuhua asintió ante aquello, intentando recuperar una respiración normal. Soojin se tumbó en la cama y abrió sus brazos para que Shuhua se abrazara a ella, cosa que acabó haciendo. Soojin se dedicó a hacerle caricias en la espalda, mientras Shuhua se relajaba.

- Lo siento, no es el primero que me pasa estando en el concurso. Y no deberían darme tantos porque con el psicólogo me dio ejercicios para que no me pasaran, pero he colapsado por un momento.

- No te preocupes, no hace falta que me des explicaciones.

- Pero quiero hacerlo. - Shuhua se había quedado boca abajo sobre el cuerpo de Soojin, mirándola a los ojos. - No sé por qué me ha pasado, pero evidentemente ha sido cuando me has propuesto que... - a la morena le costaba que le saliera la palabra que quería usar, pues nunca la había usado para sí misma.

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