Capítulo 28

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Shuhua se despertó aquella mañana de martes con el sonido del despertador y con una amplia sonrisa en el rostro. La noche anterior, en la última gala del programa, no solo había hecho una actuación que había sido alabada por las miembros del jurado, sino que, además, el publico había estado entusiasmado con ellas como no lo había visto reaccionar en ninguna de sus actuaciones anteriores. Una vez salieron del escenario, sus compañeras mostraron la misma emoción que el público, piropeándolas a más no poder, dando por sentado que, después de aquello, iban de cabeza al grupo que se formaría la semana siguiente. Porque las amigas de las chicas se habían percatado también del cartel que había visto Soojin, el que ponía "SOOSHU" y lo habían interpretado como que la gente las quería de verdad y que querían que ganaran el programa. Shuhua se había emocionado demasiado con todas las muestras de apoyo que había recibido, reforzadas durante el repaso de la gala la mañana siguiente, donde habían recibido una nueva ovación por parte de sus compañeras. Eso, unido a las palabras de Irene, felicitándolas por su trabajo y animándolas a continuar así la semana que les restaba de concurso, estaban consiguiendo que Shuhua estuviera muy emocionada por lo que iba a hacer a continuación.

La única cosa que la tenía un poco dubitativa era la actitud de Soojin hacia ella. A pesar de que había estado muy feliz por el resultado de la actuación, no se mostraba tan emocionada hacia Shuhua como debería haberlo estado. Para la morena, después de que la chica hubiera tenido la osadía de besarla en plató delante de todo el mundo, a pesar de que las luces hubieran estado apagadas, le había parecido algo sorprendente, pero, además, un paso adelante en su relación, fuera la que fuese. Pensaba que, sabiendo lo que sabía de ella, después de todas sus discusiones y sus idas y venidas, la última semana de concurso sería memorable y que no tendría que preocuparse, una vez más, del comportamiento de la morena. No obstante, cuando se levantó de la cama, Soojin ya no estaba en el otro catre de la habitación; cuando llegó al aula del piso inferior del edificio central donde tendría lugar el repaso de gala, la morena ya se encontraba hablando con otra gente y evitó dirigirse a ella; y, finalmente, en la comida, se había introducido en la conversación que mantenían Soyeon y Yeji, al otro lado de la mesa del comedor del edifico 1, por lo que Shuhua tampoco consiguió hablar con ella.

Pero, a pesar de sus dudas hacia Soojin, Shuhua sabía que no podía perder el tiempo con ella una vez más, al menos por el momento, pues ya estaba tocando con la punta de los dedos la gloria de ser parte del grupo que saldría del programa. Para acabar de agarrar con las manos el éxito que tanto se había imaginado desde que había conocido la existencia del programa, debía poner su alma, su cabeza y todas las energías que le quedaban tras las duras semanas de concurso en la última canción que le quedaba por hacer. La única pista que tenía sobre lo que harían esa semana había sido un comentario de Irene tras el repaso de la gala en el que les había pedido que pensaran en canciones que amaban y que las representara mejor que nada. Shuhua, junto a Miyeon, había pensado en un buen puñado de posibles escenarios a los que se enfrentarían esa semana, y uno de ellos acabó siendo el que finalmente Irene les comentó aquella tarde en su tradicional, y ya última, reunión con ellas de los martes por la tarde.

- Buenas tardes, chicas. ¿Qué tal estáis? – preguntó Irene sobre el escenario de la plaza central y rodeada de su claustro de profesoras. Las concursantes respondieron con un efusivo grito que hizo sonreír a las nuevas miembros del profesorado. – Vosotras reíros, pero siempre ha sido así y son muy monas por ello. – las defendió la directora.

- Pero si a mí me parecen muy adorables por ello. – se disculpó Bors dirigiéndose hacia Irene. - Que no se me malinterprete, por favor. – aquello último lo dijo mirando hacia la cámara que la estaba apuntando a ella y a Siyeon. La mujer a su lado no pudo evitar reír ante sus intentos de no quedar mal hacia la audiencia.

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