Encerrados [+18]

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Emily odiaba a sus amigos, sí, a esas personas tan bonitas y buenas, capaces de encerrar a los peores criminales del país. Los odiaba con todas sus fuerzas, porque por culpa de los cuatro fantásticos: Penélope, JJ, Reid y Rossi; estaba atrapada en aquel lugar. Se las habían ingeniado para que se quedara allí con nada más y nada menos que Derek Morgan, el único hombre capaz de subirle la temperatura con tan solo una mirada.

¿Por qué estaba allí? Por bocazas, por dejar que Penélope y JJ se dieran cuenta de que estaba perdidamente enamorada de él. ¿Y por qué estaba allí contra su propia voluntad? Porque no era capaz de hacer a un lado su ego y declararle lo que sentía. Aunque tenía sus razones para no hacerlo, Derek Morgan era tan egocéntrico como ella, o peor.

Lo que no sabía Emily era que él se sentía atraído por ella, tanto que a veces evitaba estar cerca para que sus impulsos más salvajes no se salieran de control. Lo volvía loco, todo de ella le hacía desearla.

Ahora encerrados allí, en aquel pequeño cuarto de limpieza en uno de los pasillos de la UAC, en el cual apenas cabía una persona, sus corazones latían nerviosos.

Emily empezó a morderse el labio sin ser capaz de mirarlo directamente a los ojos, gesto que a él le encantaba.

Después de un buen rato sin decir nada, ni escuchar a sus amigos fuera, Derek, por fin, tomó valor y le puso una mano sobre la cintura para pegarla más a él.

- ¿Qué haces, Morgan?- Preguntó Emily apartándose lo más que pudo y poniendo cara de pocos amigos.

Él no respondió volvió a atraerla hacia él y se acercó a su oído.

- Vamos, princesa, esto es lo que quieres.- Le susurró.

- ¡Idiota!- Emily casi lo golpeaba allí mismo. - No sé cómo has podido entrar por la puerta con ese ego.- Derek sonrió pícaramente.

- Mi ego podría hacerte tener un orgasmo aquí mismo.- La morena resopló indignada.

- ¿Crees que yo soy una de esas niñas estúpidas que llevas a la cama después de un par de copas y un baile?

- No.- Respondió con seriedad.- Creo que eres la mujer que quiero en mi cama.

- ¡¿Qué?! ¿Te has dejado comer la cabeza con los comentarios absurdos de todos? ¿Crees que me voy a ir contigo a la cama tan fácilmente? - El mulato levantó una ceja en señal de curiosidad, quizás no le sería fácil convencerla, pero esa última pregunta le había dejado claro que ella también  quería amanecer en sus brazos.- Derek tú y yo somos compañeros, y no nos gustamos.

- Prentiss.- Usó su apellido con intención de molestarla aún más, a pesar de que ella se había calmado.- No mientas, te mueres por mis besos.

- ¡Dios mio!- Casi gritó.

- Somos adultos. ¿Por qué niegas lo obvio?

- ¿Qué hay de ti?

- Yo no he negado nada.- Levantó los hombros y Emily pudo notar una vez más sus deliciosos músculos. La morena no pudo evitar mojarse los labios con la lengua.

- Tampoco lo has admitido.

- Emily, llevamos meses jugando a esto, no me atraes, no me gustas, no te quiero.- Ella lo miró atenta.- Estoy cansado de mentirme a mí mismo y negarme lo que quiero.

- ¿Qué quieres?

- ¿Quieres saber?- La morena asintió.- Quiero besarte..- Pasó su dedo pulgar por los labios de ella.- Tocarte, morderte...- Ella sentía como su cuerpo empezaba a reaccionar.- Quiero meter mis dedos dentro de tí y moverlos hasta que te corras.- Emily sintió un rayo de electricidad por todo su cuerpo.- Y luego quiero follarte, Emily, hasta que me canse y me sepa tu cuerpo de memoria, follarte hasta que grites mi nombre con desesperación.- Derek observó cada pequeño gesto que hacía ella, era obvio que querían lo mismo.

One Shots CM (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora