11...

26 3 0
                                    

Fue así, como comencé a vivir  los más bellos días de mi  corta y juvenil vida. Al principio todo fue raro, debo admitirlo, pero fue la más linda transición que había experimentado hasta aquel entonces. Los lujos del palacio no eran comparables con lo que experimentaba en su cálida compañía. Antes de conocerla hubiera jurado que sí había sido feliz pero, justo después de que cruzáramos palabra, comprendí que la felicidad no tenía nada que ver con el dinero, la belleza o las risas del público, sino donde podía ser uno mismo y sentirse querido por lo mismo. Junto a la chica del vestido  olivos  fui realmente feliz.

EL IMPRUDENTE BUFÓN Y LA EXTRAVAGANTE PRINCESA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora