Advertencia: este capítulo contiene KotaMayu hard, si no los shippeas, pues hazlo porque es una Shipp muy wuay >:v y si lo haces, disfruta~
Kotarou sentía que se derretía. El calor de su cuerpo, del cuerpo bajo sí y el de la chimenea, lo estaba sofocando, pero estaba bien, muy bien. Lento, con cuidado, se deshizo de la corbata del doncel. Uno a uno, los botones de su camisa fueron quitados, dejando más cremosa piel a la vista, la cual sus manos se dedicaron a acariciar con parsimonia. Le oyó jadear suavemente, cuando uno de sus dígitos acarició superficialmente uno de sus pezones. Abandonó sus suaves labios, solo para encargarse de aquel montículo de carne en crecimiento. Su lengua tanteó la zona, sintiéndole removerse y estremecerse; haló con sus dientes y succionó. Pequeños gemidos llenaron el lugar, provocando dolor en su parte baja. Se separó de su pecho, solo un momento en lo que se deshacía de su molesto pantalón. Sus zapatos y calcetines acompañaron a la prenda, quedando solamente en ropa interior, de donde la punta de su pene podía notarse.
Ansioso. Eso estaba.
Chihiro se encontraba mareado. Las sensaciones eran más claras de lo que esperaba. Cuando lo observó desvestirse, se le hizo agua la boca. Solamente ver el rojizo glande asomándose, lo excitó más y quizo poder chuparlo, mas al tener que guardar la apariencia de ser virgen, tuvo que contenerse dolorosamente.
No sabía si podría hacerlo por tanto tiempo.
Kotarou se encargó de desvestirlo por completo. Dios, era realmente pálido. Quizás debía invitarlo a la playa y hacerlo tomar sol, porque no era sano ese tono de piel.
Tragó saliva y bajó su bóxer negro, acercando su erección a la contraria, notando de inmediato la diferencia de tamaño. Sostuvo ambas entre sus manos y comenzó a frotarlas lentamente. Chihiro gimió, Kotarou gruñó. El rubio se inclinó a beber de sus labios, sin dejar de masturbarlos, hasta que lo sintió palpitar entre sus dedos. Entonces, se detuvo.
-...Lo siento, Mayuzumi-San...—Jadeó—...Sé que se sentía bien, pero no quiero terminar así...—Sonrió de lado y subió sus piernas a sus fuertes hombros.
Chihiro no lo admitiría, pero los músculos del chico eran bastante apetecibles.
Se estremeció cuando algo cayó directo en su trasero. Se deslizaba entre sus nalgas, haciéndolo sentir incómodo. Pronto, un par de dígitos tanteaban el área, antes de introducirse por fin.
Para Kotarou esto era nuevo. Había tenido sexo con varias chicas, pero no con algún doncel. Podía ser, quizás, cosas suyas, pero sin duda alguna, los canales íntimos eran muy diferentes, y sabía que se haría adicto a los donceles, a ese doncel, a su doncel.
A Chihiro.
Mayuzumi supo que el rubio era virgen con chicos y le causó gracia, también pena. Onduleó sus caderas, pidiendo por más movimiento.
-...Vamos...Puedo soportarlo...—Cerró sus ojos y echó su cabeza hacia atrás, tratando de seducirlo más de lo que ya estaba.
Casi se corre.
Sus dedos comenzaron a entrar y a salir con ritmo, rozando su carne, buscando el punto que lo haría gritar. Le costó varios minutos hallarlo, sonriendo de lado al verlo cubrir su boca y ahogar el grito que había dado. Atacó ese punto, quitando sus manos, escuchando sus gemidos agudos, deleitándose con ellos. Más venas se marcaron en su pene, estaba más y más ansioso por querer sustituir sus dedos.
Lo estaba carcomiendo y no creía ser capaz de resistir.
No, no podía hacerlo.
-...Mayuzumi-San, lo siento...—Le miró, arrepentido. El doncel iba a preguntar, pero solo pudo doblarse con un grito ahogado, en el momento en que el eje lo empaló completamente—...Ahhh~ Tu interior está tan caliente y estrecho~ —Gruñó, moviendo su cadera.
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Pasión sobre ruedas
FanfictionBig Race, la más grande promotora de carreras clandestinas, ha estado en la mira de todos los policías, detectives y agentes del gobierno para causar su destrucción. Tantos intentos fallidos hicieron que se tomaran a los mejores detectives, policías...