Conviviendo, Parte 2

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"¿Y esa quien es?" le respondió Charlie.

"Una tipa de Internet cuyas tetas son tan grandes que parecen globos pegados a su pecho" le indicó Stacy.

Yo me sonroje, no sabía como reaccionar.

"Pero vaya que parece que es cierto, estas sin habla, te han dado por donde duele me parece!" me dijo Charlie riendo y luego añadió "pero en serio, ¿qué tan grandes pueden ser?".

"Enormes, tienes que ver para creer, son tan grandes que sus pezones están desubicados, los tiene como a los lados, imagino que de tanto que se ha llenado esas tetas es imposible de controlar" le explico Stacy, siempre con un leve tono de burla en su voz.

"Bueno pues si, me gusta y cual es el problema? Me gusta que tenga las tetas así de grandes, y si tuviera oportunidad se las agarro y las disfruto" les dije algo molesto.

Ambos rieron un momento, lo estaban disfrutando y eso me enojaba aún más.

Charlie trato de calmarme "Vamos vamos, estamos disfrutando la noche, nadie te está juzgando. De hecho me gustaría verla, tengo curiosidad".

Para sorpresa de nadie, tenía imágenes de Chelsea Charms en mi celular. Con toda sencillez decidí hacer lo que me pedía y se las mostré.

"Ah mierda! No es broma, si es enorme. Y Stacy tiene razón, tiene los pezones como hacía los lados".

"¿Verdad que sí?" le respondió ella riendo.

Sabía que ellos sólo molestaban, pero no podía evitar mortificarme un poco.

"Bueno y si estamos hablando y viendo de cosas privadas ¿porque no le muestras a Charlie lo que te gusta? Quizás te puedas comer una pizza entera o algo así!!".

Tan pronto lo dije me arrepentí, el semblante de Stacy cambió, se tornó totalmente sería.

Charlie por su parte rió por lo bajo. "Vamos que eso no es como algo nuevo, siempre he tenido curiosidad al respecto, Stacy te he visto tocarte un poco luego de comer de manera brutal, al principio creí que era mi imaginación, pero luego de lo que George me contó hace un par de semanas, vaya que se confirmaron nuestras sospechas!".

"Maldita sea, los tres son unos terribles chismosos" nos respondió Stacy, al mismo tiempo que su rostro se relajaba un poco. Hasta el día de hoy considero que ese día Charlie me rescató de una terrible posición con ese comentario.

"¿Qué es lo que te gusta de eso?" le preguntó Charlie de manera tan casual y espontánea que tanto Stacy como yo terminamos por relajarnos".

"La sensación" respondió Stacy. "Me gusta sentirme absolutamente a mi límite, como si estuviera por reventar, cuando ya no puedo más, cuando siento que no soy capaz ni de respirar y que el próximo bocado que tome podría ser el último, eso me pone tan caliente que me podría venir incluso sin necesidad de que me toquen. Y en ese estado el sexo es magnífico".

Charlie y yo escuchamos atentamente. Stacy acababa de describirnos algo sumamente íntimo. En ese momento yo no lo sabía, pero lo que ella nos estaba explicando sería algo que yo aprovecharía al máximo en el futuro.

En ese momento los tres estábamos por las nubes, entre los puros de mariguana, la esencia que se quemaba e inundaba el lugar con un vapor del que aún a hoy no tengo idea de que era, y las cervezas que habíamos bebido creo que hicieron que cuando Charlie dijo "muéstranos" la idea no sonó tan descabellada.

"¿Mostrar que?" le respondió Stacy.

"Esto que nos estás diciendo, ya vimos las tetas enormes de aquella mujer, que tal si ahora vemos lo que te gusta a tí!" dijo Charlie con un tono de voz entre petición y casi una demanda.

Memorias de StacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora