Todo lo bueno se acaba, es una regla de la vida.
Desearía que no fuera cierto, pero he aprendido que lo es. Mi relación con Stacy estaba más cerca de su fin de lo que yo me imaginaba en aquel momento.
No fue de la manera que yo esperaba, ni se me hubiera ocurrido lo que sucedería en los meses que seguirían a partir de este punto para nosotros, pero no quiero adelantarme a los hechos.
Estábamos en una de las mejores etapas de nuestra relación, el dinero no era problema alguno y Stacy podía obtener lo que quisiera cuando lo quisiera. Habitualmente esto era comida.
Pero había señales de cambio en el horizonte, la vida no es estática, es incontrolable, y uno debe aprender a vivir con esto.
Nuestros amigos poco a poco salían de nuestras vidas. George y Nat viajarían a vivir al extranjero. Charles cambiaba de trabajo y se iría de la ciudad.
Y ahora se agregaba el hecho de que yo me iba de viaje un mes completo. Durante ese mes sucedería muchas cosas que debimos vivir juntos y no fue así. Primero, y aunque lo celebramos antes de mi partida, me perdería el cumpleaños de Stacy. En segundo lugar justo después de su cumpleaños estaba el día de Halloween, el cual habría sido grato compartir. Y ya pronto a mi regreso casi al final de noviembre tampoco íbamos a celebrar juntos mi propio cumpleaños. Este viaje estaba colocado en unas fechas terribles.
Karen se quedaría con Stacy y en parte era bueno saber que estaría bien acompañada. Ella se había convertido en una buena amiga y estimaba muchísimo a Stacy.
Prometimos mantener contacto a diario, y admito que no fallamos en eso, pero este mes significó la primera vez que le debí mentir a Stacy. No sabía que ella también me mentiría a mí.
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El viaje fue de primera clase, los tres viejos sabían viajar con estilo. Me tocó compartir el vuelo con Bill, que parecía ser el más joven de los tres, aún así como mínimo me triplicaba la edad.
"Nuestra primera parada será en Filipinas" me dijo "Aquí vamos a tener una reunión con una empresa de telecomunicaciones que se ve interesante".
El tema en ese momento me parecía muy aburrido, así que me limité a asentir a casi todo lo que me explicó, mientras pedíamos whisky para beber y nos traían botanas. Yo nunca había viajado en avión, y si hubiera sabido que pasarían años antes de probar primera clase de nuevo habría aprovechado mucho más, pero no tenía punto de comparación así que pensaba que todos los vuelos eran iguales a estos.
Luego de un rato de explicarme porque iríamos a Filipinas y luego viajaríamos a Europa, Bill decidió cambiar el tema.
"¿Cómo ha estado Stacy? ¿Aún sigue aumentando tallas? Nos volverá a sorprender el próximo mes cuando regresemos? La última noche fue una locura".
Era cierto que Stacy era gigantesca, pero entonces me cruzó por la mente algo que había eludido pensar antes. ¿Esto era todo lo que ellos querían de ella?.
Al despedirme de ella esa mañana claramente aún no se recuperaba del festín del fin de semana, y aunque ella lo disfrutaba, y admito que yo también. No me agradaba pensar que estos tipos que nos daban dinero solamente la veían como un objeto, un barril sin fondo que estaba cumpliendo una fantasía para cada uno de ellos y que cuando ella ya no pudiera continuar la iban a desechar sin más.
"Conozco muchas chicas que han hecho esto mismo, aun así, ninguna como Stacy, esa joven es algo serio. Tienes una suerte endemoniada porque créeme, con todos mis años y todas las mujeres que han pasado ante mis ojos, nunca antes he visto nada igual". Bill hizo una pausa para beber un trago de su whisky.
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Memorias de Stacy
أدب المراهقينDurante el año 2006 compartí momentos que permanecerán grabados en mí. Conocía muy poco del mundo en aquel momento y no imaginaba el tesoro de año que viviría al lado de Stacy. Este relato me ha permitido recopilar los momentos más increíbles en nue...