Adaptación, Parte 3

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Al día siguiente,  que era domingo, invitamos a nuestros amigos al bar restaurante de siempre, donde trabajaba Karen. Era momento de una pequeña celebración y queríamos que conocieran todo lo que había ocurrido la noche anterior. No es normal que te hagan una oferta millonaria, y Stacy quería compartir las buenas noticias con nuestros amigos.

Charles, George, Natalie e incluso Karen estaban absortos ante la imagen actual de Stacy. El resultado del festín que se había dado hacía menos de 24 horas aún era evidente. Stacy utilizó su ropa más holgada, un pantalón con cinta elástica a la cintura, el cual estaba tan estirado como podía sobre su parte baja. La blusa más grande que tenía apretaba su barriga justo por debajo de su ombligo, esto dejaba la franja baja de su panza al descubierto. Sentada a la mesa su sección media cubría casi la totalidad de sus piernas y pegaba en el borde de la mesa. 

Todos parecían incómodos, aunque nadie mencionaba nada directamente. Pero era tan claro que no entiendo como Stacy no se percataba, todos estaban tratando de asimilar como se veía ella. Ya George y Charlie en el pasado habían hecho comentarios de que pensaban que Stacy finalmente había llegado a su completo límite, pero esa noche demostró que seguían subestimandola. 

"¿Y, está todo bien?" finalmente preguntó George. Nadie había querido decir nada al respecto, pero él rompió el silencio y los demás miraron con atención. 

Stacy los miró a todos un momento, luego dejó escapar una ligera sonrisa. "Creo que sí está todo bien. Aunque no prometo que no explotaré esta noche por comer demasiado" y al decir esto dio unas fuertes palmadas a su abultado abdomen.

El silencio se alargó unos segundos, todos nos miraron con una apariencia consternada y finalmente Stacy comenzó a reír. 

"Vamos, ¿Qué acaso no tienen humor? Estoy bien, más que bien. Nunca había estado mejor, tengo un gran apetito hoy. Pidan todo lo que quieran, ¡hoy invito yo!". 

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Les explicamos lo sucedido la noche anterior y como se habían resuelto las cosas. Luego de un rato todos comenzaron a relajarse un poco. Pedimos tragos y comida. En parte durante un rato fue como regresar a buenos momentos, entre risas, bromas y recuerdos. Pero había una diferencia que era inevitable de ignorar, aún cuando estoy seguro que todos lo intentábamos. 

De cada tanto en tanto alguna persona, cliente o incluso empleados del restaurante, miraban fijamente a Stacy, tenía una apariencia difícil de pasar por alto. El hecho de que no dejó de comer en toda la noche no ayudaba. Ella resaltaba a simple vista, su figura era particular y las miradas de la gente nos daba conciencia de lo extraño de la situación. Aunque siendo franco luego de varios tragos a todos parecía importarnos menos. 

La única de todos que parecía estar sumamente alegre con los logros de Stacy era Karen, ella en definitiva era su fan número uno. Amaba cada centímetro que Stacy aumentaba en su cintura creo que incluso más que yo. Esto me hacía congraciar con ella, pero a la vez me molestaba un poco porque yo sabía que ella la quería física y sentimentalmente, pero al fin y al cabo Stacy era mi novia, no tenía nada que ver con ella. 

Aún así puedo decir que disfrutamos la noche. Luego de risas, chistes y charlas el tiempo se nos acabó pronto y ya que era domingo la mayoría debíamos trabajar al día siguiente, así que cada quien comenzó a despedirse. Natalie le pidió a Stacy que llegara esa misma semana para una revisión de control ya que creía que había aumentado demasiado peso en muy poco tiempo, "demasiada barriga para una mujer tan menuda" habían sido sus palabras exactas. 

Stacy prometió ir sin darle demasiada importancia al asunto. 

Luego pedimos comida, tanta que llenamos la cajuela del carro con paquetes. Stacy quería comer esa noche y tener sexo hasta que ya no pudiera más, y claro que yo no le negaría ninguna de las dos cosas. 

Memorias de StacyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora