Esa misma noche llamé a Stacy. Me contestó Karen, me recorrió un escalofrío, ahora que rayos hacia ella a esa hora en la madrugada en nuestro apartamento, siempre que llamaba allí estaba ella.
Por un momento creí que me diría de nuevo que Stacy estaba indispuesta, pero finalmente le alcanzó el teléfono.
"Hola cariño, ¿Está todo bien?" me preguntó, de inmediato me percaté de su respiración agitada y pesada. Mi mente saltó gritando 'estaban teniendo sexo'.
Conversamos un poco, mi mente recaía en todas mis inseguridades, no sabía cómo llevar el tema a la conversación, no podía decirle '¿me engañas con Karen?', no tenía las agallas para decirlo, tampoco prueba alguna, pero la duda me carcomía por dentro. Ella se escuchaba cansada, agotada. Me partía internamente.
"¿Y ocurrió algo importante esta noche?" me preguntó. "Nada fuera de lo normal" mentí. Lo menos que quería era hablar de mi encuentro con el par de tetas más grandes de este planeta.
Ella me insistió. "Yo tenía entendido que habría algo hoy, algo que podría interesarte aún más que el resto del viaje, esperaba que me compartieras como estuvo".
"De qué hablas?" pregunté sorprendido, ¿Acaso ella lo sabía? Claro que ella lo sabía, fui un estúpido y le mentí, no debí hacerlo.
"Vamos, no seas tímido, ella fue mi regalo de cumpleaños. ¡Feliz cumpleaños amor!".
Me quedé en blanco. Era mi cumpleaños y no me había percatado. Chelsea había sido mi regalo de parte de Stacy, y yo intenté ocultarlo como el más imbécil.
"Es… no sé qué decir… vaya gracias" balbuceé.
"Eres tan lindo. Creíste que no lo sabía. Te llevaron al viaje especialmente para eso, los tres viejos me hicieron el favor de conseguir ese baile con ella para ti de mi parte. Espero que lo hayas disfrutado".
"Mucho, fue… estupendo" le dije. Le había mentido y ella lo sabía. Ahora con que cara le iba a sugerir que ella me estaba mintiendo luego de que me había dado semejante sorpresa.
"Te espero con ansias, solo dos días y estaremos juntos de nuevo" me dijo "vamos, ¿estás lista?" escuché la voz de Karen en el fondo.
Escuché a Stacy suspirar profundo. "Debo irme ahora, hablamos mañana". Y así sin más terminó nuestra conversación, Stacy debía atender a Karen de nuevo. No tenía que estar haciendo nada allí tan tarde en primer lugar. La sangre me hervía.
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El viaje de regreso estuve de mal humor, evité beber tragos y ni aproveché la primera clase. Sólo deseaba regresar, quería sacar a Karen de nuestro lugar, quería recuperar a Mi Stacy.
Agradecí y nos separamos en el aeropuerto. Tome un taxi de regreso, Stacy me seguía ocultando algo y no podía dejar de pensar que llegaría y me diría que todo había terminado, que ahora ellas eran pareja. La mente me daba vueltas, quería destruir todo, mi interior se sentía vacío.
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Me dirigí a la puerta, las manos me temblaban. Saqué las llaves del bolsillo, pero no alcancé a insertar la llave en la puerta sino que está se abrió ante mí.
Karen me recibió con una gran sonrisa en su rostro. Se veía tan feliz, tan contenta, terriblemente iluminada y jovial. Me ardía la garganta de pensar que en cualquier momento me diría que no debía volver, que ahora ella estaba con Stacy.
"Quiero verla" le dije.
"Cielos tigre! Directo al grano! La has extrañado por lo que veo. Ella está adentro, pero primero las instrucciones"
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Memorias de Stacy
Teen FictionDurante el año 2006 compartí momentos que permanecerán grabados en mí. Conocía muy poco del mundo en aquel momento y no imaginaba el tesoro de año que viviría al lado de Stacy. Este relato me ha permitido recopilar los momentos más increíbles en nue...