𝐈𝐧𝐧𝐨𝐜𝐞𝐧𝐭 𝐋𝐢𝐚𝐫~ ᶜʰᵃⁿʲⁱⁿ

𝐂𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨

Unas horas más tardé, Hyunjin se vió en la necesidad de dejar al alfa castaño, que dormía en su cama, ahí solo.
Tuvo que encerrarse en otra habitación, o probablemente moriría por sobre exitación y dudaba que eso fuera real.

Intento quedarse en el mismo lugar que Bang, pero su aroma... Era el mismo que había olfateado cuando entraron al mall.
Café y agave, ¿Podría existir mejor combinación?
Jodida mierda, y con lo que amaba el tequila creía que era difícil de estar a su lado un maldito segundo más.

Sus padres habían salido, se habían movido a la casa en el campo para mayor seguridad y descanso de Jinyoung.
No tenía a Jaebum para que lo tranquilizara, Yoongi y Yugyeom estaban ocupados moviendose con Minho y Changbin ante las nuevas indicaciones así que menos podían estar ahí con él.

—¡Chingada madre! Voy a morir por una puta calentura—. Se aventó al colchón a morder la almohada. —Necesito un jodido recordatorio para pedir la fórmula, porque esto se me va a salir de las manos.

Inhaló y exhaló profundamente, todas las veces que pudo pues su respiración se volvía pesada, se empezó a agitar y ya hasta podía sentir las gotas de sudor.
¿Por qué? Ah sí, el aroma de Chan lo sentía cada vez más presente aunque estuviera a diez habitaciones de distancia de él.

—¡La alacena! Debería haber una ahí, estoy seguro que sí—. Recordó.

Le saco el seguro a la puerta, saliendo al pasillo y tragando profundo al saber que tendría que ir por su cuarto, donde estaba el castaño, para llegar a las escaleras e ir a la cocina.
Se mentalizo, lo pensó y suspiró.

Comenzó a caminar, seguro de si hasta que estuvo frente a la puerta negra de su habitación.

—¡Ay, mierda!—. Apretó los puños de sus manos, cerro fuertemente los ojos y se mordió los labios cuando el aroma lo inundó. —¡¿Por qué él, Luna?! ¿No podía ser otra persona? Es mi ex enemigo, no me chingues—. Chilló.
No soporto más y termino entrando a su habitación.

Para su sorpresa, Chan estaba sentado en el borde de la cama, quitándose la venda y enrrollandola. Esto sin mencionar que solo vestía un chandál negro y dejando al desnudo su torso por el vendaje que llevaba antes.
¡Más jodida mierda! Mira que si se trabaja bien el hombre.

—¿Por qué te lo quitas?—. Preguntó, sin dejar que se notará la tartamudez por la situación.

—Soy un Alfa pura sangre, cicatrizó más rápido y las heridas no son tan graves en mí—. Explico.

—Ah... Eso explica muchas cosas—. Murmuró, aunque no contaba con que el castaño lo escuchará.

—¿Qué cosas?

—El aroma... Es más fuerte que el resto.

—¿Cómo crees que gane mi puesto? No fue pidiéndolo por favor. Mi padre era un Alfa, mi madre también lo es así que no creo que haya mucho que explicar—. Se encogió de hombros, para levantarse del colchón después.

Hyunjin seguía pegado a la puerta y cuando vió el intento de Chan por salir, acercándose cada vez más a él, su piel se erizó.
El castaño quedó cerca del menor, y sonriendo de lado se acerco a susurrarle en el oído: —Estas en celo, no creas que no me he dado cuenta.

—E-estas loco, eso no es cierto—. Mintió. —¿No has tomado las medicinas, verdad? Ya hasta alucinas, Bang.

—Diosito, se que no soy tu mejor hijo, y también perdón por haberme robado el dinero de la limosna en misa cuando tenía nueve, pero... ¡¿PODRÍAS SAFARME DE ESTA, POR FAVOR?!

Hyunjin trago saliva y se tensó, su mirada se poso a la pared de enfrente para pensar en cualquier otra cosa que no fuera aquél varonil, fuerte, dominante y jodidamente mamado Alfa.