𝐃𝐢𝐞𝐳

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El sol se ocultaba ya, dando paso a la brillante luna llena que esa noche iluminará la ciudad de Suwon.
Los grillos se hacían presentes anunciando la noche, los puestos comerciales cerraban sus locales y en uno de los callejones más reconditos del lugar, un alfa pelinegro esperaba.

-Los Neugdae y los Yong siguen trabajando juntos, jefe, y al parecer los Yong se mudaron a la residencia Neugdae. Seguimos sin localizar a la madre de Bang y a los padres de Hwang, pareciera que las tierra se los trago al igual que a sus hermanos.

-Sigan buscando, ellos son su punto débil. Y Kai, a Hwang no le toquen ni un solo pelo hasta que yo se los ordene, ¿Entendido?

-Sí, señor, entendido-. El alfa menor salió del lugar, dejando a su jefe solo en su escritorio.

El pelinegro soltó el humo de su tabaco después de la última calada, tiró la colilla en el cenicero y tomo su celular que únicamente ocupaba para atormentar a cierto alfa, no tan alfa.

¿Cariño, por qué no respondes
mis mensajes?
¿Te aburro?
✓✓

Sonrió descaradamente cuando observó las dos palomitas de confirmación al mensaje pero aún sin recibir contestación alguna.

Vamos nene, no seas tímido.
Yo te amo mucho, Jinnie, ¿Lo
sabes, verdad? Porque te lo
voy a demostrar de una
manera muy especial.
✓✓

La paciencia comenzaba a agotarse en él, pero aún no podía mover a sus peones sin que recibiera órdenes de más arriba. Su superior, Nakamoto Yuta, un ex recluso japonés y líder de los Yakuza.

Y se preguntarán; "Si es el líder de una organización criminal tan temida, y fue encarcelado, ¿Por qué salió libre?"
Y yo les contestaré: "No salió libre, fue sacado de la cárcel a la mala y sigue siendo buscado en Japón y alrededores".
Y concluiremos con que Yuta debía cuidarse muy bien las espaldas, tanto de la policía y los Coreanos, cómo de su "mano derecha".

-Llego-. Avisó el alfa de antes.

-A la sala, voy para allá-. Apagó el celular y lo metió a un cajón, levantándose de la silla.

Acomodó bien su traje, caminando hasta la sala donde los japoneses se encontraban esperándolo.

-Suho, es grato volver a verte-. Le dijo Yuta Co una sonrisa falsa y tirándose a un sillón.

-Lo mismo digo, lo mismo digo...

-Bien, a lo que nos truje, Chencha.
Hwang va a enviar mercancía a la India el lunes, saldrá por el puerto de Yeosu así que podremos interceptarlos sin problema alguno.
Una vez que yo tenga esa mercancía, tú te encargarás de emboscarlos en Daejeon porque te aseguro que irán a revisar el asunto personalmente.

»Los traes a la bodega y nos encargamos de ellos.
Y así, tú podrás dirigir Corea por mí mientras yo estoy en Japón.
¿Qué te parece, mi querido amiguito?

-Me parece excelente-. Esbozo una media sonrisa, tratando de ocultar su desacuerdo, aunque se encargaría de ello pronto. -Espero por la orden, Yuta.

-Perfecto, ahora si me disculpas, tengo un asunto que atender con tu hermana-. Río por su chiste, aunque al pelinegro no le había dado ni una sola raya de gracia.

Así como llego el japonés, así se fue.

-¡Agh! ¡Maldito bastardo, hijo de perra! Lo quiero matar con mis propias manos hasta que cada centímetro de él sea polvo-. Expresó con enojó, aventando cualquier cosa que se pusiera en su camino.

𝐈𝐧𝐧𝐨𝐜𝐞𝐧𝐭 𝐋𝐢𝐚𝐫~ ᶜʰᵃⁿʲⁱⁿ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora