𝐄𝐩𝐢𝐥𝐨𝐠𝐨

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Habían pasado ya dos meses exactamente, la gente cercana entraba y salía de la habitación esperando a algún indicio de vida pero lamentablemente no sucedía así.
El invierno ya había llegado al país, los árboles sin hojas se podían observar a través de la ventana de la habitación que daba a la ciudad, al igual que la nieve blanquecina que cubría parcialmente la ciudad de Seul.

El castaño no se había movido de ahí por ningún motivo ya que ahora las aguas en el negocio se mantenían tranquilas con el pacto de neutralidad entre los japoneses y ellos; de igual manera el hecho de que Suho muriera los mantenía más tranquilos aún.

Chan esperaba ansiosamente por el momento en que su lindo muñequito despertara del coma inducido, en el que se le había declarado horas después al llegar al hospital para que lo atendieran urgentemente.
Lo primero que planebaba hacer cuando el rubio despertara, era decirle que lo amaba más que a nada en el mundo y quería pasar toda su vida a su lado.
Cuidaba atentamente de su omega.

Sinceramente, cuando se enteró de la verdad sintió un golpe bajo por aquella mentira y necesitaba tiempo a solas para replantearse todo y saber que hacer sin cometer alguna estupidez.
Cuando su hermano hablo con él, se dió cuenta que Hyunjin nunca le mintió porque quisiera, si no más bien porque era una manera de salvaguardar su pellejo y el rumbo de su manada.

Y lo entendía, claro que ya lo hacía, él también daría su vida por proteger a los suyos sin duda alguna, pero cuando reflexionó sobre ello y lo busco para que volviera, lamentablemente ya era muy tarde porque Suho ya lo había secuestrado. Posteriormente paso todo aquello que ahora repercutia en sus vidas de una manera terrible.

Sentado en el sillón de piel frente a la camilla, con un café en las manos y mirando al suelo, esperaba pacientemente a que Hyunjin volviera a abrir sus ojitos y le regalará una de aquellas sonrisas que tanto amaba.

—¿Cómo estás?

Pregunto una voz al entrar al cuarto, el castaño reconoció a Seungmin.

—Bien... Bien—. Respondió.

—Pensé en que querrías ir a ducharte y descansar un rato, así que yo me quedaré aquí por ti—. Comentó el menor, tomando asiento en otro de los sillones que había en el cuarto.

—No, no, estoy bien así. No es necesario, debo estar aquí por si despierta—. Le contesto, mirando hacía el respirador artificial que aún mantenía con vida al omega.

—Chan, se que te sientes culpable por lo que le pasó a mi hermano, y no intentes negarlo porque se que sí. Mira, ni él ni tú tuvieron la culpa de todo lo que paso y era bastante normal que necesitaras espacio para digerir el hecho de que Hyunjin te había estado mintiendo sobre algo tan importante cómo su verdadera casta. Suho lo dañó mucho, y justo por eso mismo estamos aquí ahora mismo, pero te aseguro que a pesar de todo, Hyunjin te ama con la intensión de mil soles porque has sido la única persona que le dio todo lo que él necesitaba; amor de verdad.

El castaño, inevitablemente, derramó un par de lágrimas silenciosas que cayeron al suelo. La presión en su pecho era cada vez más fuerte conforme pasaban los días, el pensar que el amor de su vida estuviera en coma por su culpa solo lo hacía sentir miserable.

Su madre había llegado la semana pasada, solo la había visto un día por el hecho de estar pasando los días y noches en vela por el rubio.

—Anda Chan, ve a casa a descansar y convivir con tu madre, ella está preocupada por ti al igual que mis padres por mi hermano. Ellos vendrán más tarde, así que no te preocupes por tardar—. Alento el menor, observando cómo Bang asentía tomándole la palabra.

Tomo su saco y salió del cuarto, con Minho siguiéndolo por detrás y dejando a Yugyeom y Yoongi al cuidado de la habitación.

[...]

𝐈𝐧𝐧𝐨𝐜𝐞𝐧𝐭 𝐋𝐢𝐚𝐫~ ᶜʰᵃⁿʲⁱⁿ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora