𝐂𝐚𝐭𝐨𝐫𝐜𝐞

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Unas horas atrás.

Los cargamentos se encontraban listos ya, los hombres armados y Jeongin salía de la residencia en el coche principal con Minho acompañandolo en el camino hacia Yeosu.

—Lee... —. Comenzó de curioso el pelirrojo.

—Dime, Bang—. Respondió el azabache sin quitarle el ojo de encima a la carretera.

—¿Tienes pareja o te gusta alguien?

—Sí y sí.

—¡Waaa! ¿Y se puede saber quién es?

—Se llama Jisung, estudia para ser doctor en la universidad de Yonsei.

—¿Y cómo se conocieron?

—Es raro de explicar, creo que fue pura casualidad, pero dudo mucho que lo conozcas. No quiero involucrarlo para nada en esto, me odiaría de por vida si su futuro o su misma vida se ven truncados por salir con alguien que es parte de una mafia.

—¿Cómo supiste que te gustaba? ¿Qué sentiste?

—Nos llevábamos mal—. Río al recordar aquello. —Yo había sido muy egocéntrico y él no se deja de nadie, a pesar de verse como una bolita de masa tiene un carácter muy rudo. Imagínate una ardilla rabiosa, es algo así cuando se enoja.

—¡Dios! Sí que estás enamorado, todo eso que dices se escucha muy cursi. Pero sigue, sigue, te escucho...

—Supe que me gustaba cuando sonreía por verlo hacer las más mínima cosa; estudiar, cocinar, leer... Fueron esas pequeñas cosas tan comunes que me hicieron enamorarme de él.

—Vaya, interesante... —. El menor se quedó pensativo unos momentos, con el mayor mirándole a través del retrovisor.

—¿Por qué la pregunta, In?

—Simple curiosidad—. Le sonrió tratando de despistarlo.

☆☆☆

Los rayos solares se colaban por la ventana del omega, haciéndole saber que ya había amanecido por lo cuál tenía que despertar ya.
Tomó una ducha, logrando despertar por completo, cambiando sus ropas y, cómo ya era costumbre, se asomó al balcón que poseía su cuarto.

Desde ahí mismo pudo observar a alguien quién traía una cámara en la mano, esperando por el momento en que su musa, un colibrí, dejará fotografíarse bien.
Cómo si lo hubiera pedido, el ave dejo de aletear tan fuerte y por un momento poso con sus alas abiertas delante del sol.
La toma había sido casi perfecta, donde se pudo observar cómo las plumas del ave se convirtieron en arcoiris gracias a los rayos del sol.

El castaño sonrió, parecía ser su día de suerte con tan buenas fotos.
Al voltear para entrar de nuevo a la casa, se topo con un pelirrojo en su balcón admirando el cielo azul.

No lo dudo ni un segundo cuando su cámara lanzo el flash e hizo una captura de aquella imágen.
Jeongin escucho el sonido, viéndolo sonriente y orgulloso, levantó su mano  y bajo todos sus dedos menos el de enmedio, ofreciéndole una risa falsa.

—No te preocupes, sales feo así que la borre—. Le gritó Seungmin desde su lugar.

—Fea es cómo te va a quedar la cara si veo esa foto en alguna parte, maldito—. Contesto, matándolo con la mirada.

—Claro, claro, me andaré con cuidado porque el zorrito me puede lastimar—. Chillo falsamente, riendo mientras entraba a la casa.

𝐈𝐧𝐧𝐨𝐜𝐞𝐧𝐭 𝐋𝐢𝐚𝐫~ ᶜʰᵃⁿʲⁱⁿ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora