Sorpresas

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(Harry)

— Señor Potter— hablo el con desdén, y me abstuve de voltear los ojos

— Profesor Snape— replique con un tono ligeramente sarcástico y burlesco

— Me gustaría que me dé una explicación, ya que, no solo rompió el toque de queda, sino que no durmió en sus habitaciones, ni apareció en la mañana al desayuno, así como también perdió la primera clase— su tono era irónicamente desagradable —¿Acaso la escuela interfiere con la importante y secreta vida nocturna del fantástico señor Potter?— se burlo

— No señor, fue un accidente yo pret— me vi interrumpido por otra corriente de magia, pero no me deje amedrentar, alce mi barbilla desafiante al hombre

— Usted pretendía ¿qué? Volver antes de ser atrapado— volvió a burlarse, con claro desprecio

— Pretendía dar una vuelta para despejarme— conteste de mala manera —solo eso, pero usted, me interrumpió antes de que pudiera explicarle, parece que cree que es vidente, señor— me burle

— ¿Entonces que hacía en el sexto piso?— pregunto con los ojos entrecerrados con sospecha

— ¡¿Me estaba siguiendo?!— chille escandalizado

— Podrá comprender, señor Potter, que como profesor, es mi deber velar por la seguridad de mis serpientes, y, no puedo darme el lujo de confiar ciegamente en niños de once años, ni menos en hormonales de dieciséis por lo que hay un hechizo silencioso de alarme, que me alerta cuando alguien sale fuera del horario permitido, y tenía que ser usted, señor Potter— escupió de forma venenosa, es algo bastante inteligente, pensé, pero me negué a decir eso en voz alta

— Sin embargo, lo perdí de vista en cuando me encontré con el celador— explico, a lo que me sonreí de lado — ¿Qué es lo gracioso?— pregunto elevando la voz con disgusto

— Nada señor— dije reprimiendo una risa con éxito —No era mi intención volar tan tarde, solo quería dar una vuelta y volver, pero me distraje...— deje la frase en el aire no queriendo que el supiera lo que había visto, por lo que evite su mirada

— Claro parece que las reglas no aplican para el fabuloso niño-que-vivió, debí suponerlo— dijo curvando su boca en un rictus de desagrado que se me hacía molesto, por lo que me deje caer de forma poco elegante en la silla, mientras sonreía de lado

— Así como debí suponer que sería igual que su padre, igual de estúpidamente arrogante y desagradable, por no decir patético— murmuro la última parte con odio, liberando otra correntada de magia

— ¡No hable de mi padre!— gruñí de mala manera

— Parece que la parte Gryffindor se hereda, una copia de él, un bastardo soberbio, engreído, impulsivo, insolente y presuntuoso — se quejó —Y tu Potter, eres su maldita copia— musito con asco, y una mueca de superioridad en su rostro, dejando ir otra corriente de magia, una que me empujo al suelo, y, aunque no me dejaba amedrentar, este hombre tenía seguramente veinte años más que yo, por no mencionar que su experiencia magia era mayor, por lo que me quede en el suelo, mirándolo con un ligero temblor

— Yo no quise causar problemas, ni preocupar a nadie, solo salí a dar unas vueltas y-y los vi en ese espejo, y que-quise quedarme más tiempo con ellos señor— explique con la voz nasal, pero el solo se burló, murmurando algo sobre que el director se enteraría de esto, por lo que jadee de horror, mientras se volvía a burlar de mi miedo al ver mi reacción al nombrar al director, para luego decir que lo mejor sería entregarme a Filch, para que me encadenara a las mazmorras y me llevara con los boggarts, mientras su magia vibraba por la sala, y ese fue el punto de quiebre

Casi inexistente (𝙩𝙤𝙢𝙖𝙧𝙧𝙮)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora