El caldero chorreante

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03 de agosto de 1993

No soportaba más a los estúpidos de los Dursley, si no fuera por un plan mayor ya me hubiera ido hacia rato...

***

— ¡Vamos muchacho quiero tomar el té ahora no el año siguiente! —gruño Marge, quien se había estado quedando en la casa de los Dursley hacia un par de semanas.

Me serví una tostada y miré al presentador de televisión, que informaba sobre un recluso fugado.

«Tenemos que advertir a los telespectadores de que Sirius Black va armado y es muy peligroso. Se ha puesto a disposición del público un teléfono con línea directa para que cualquiera que lo vea pueda denunciarlo.»

— No hace falta que nos digan que no es un buen tipo —resopló tío Vernon echando un vistazo al fugitivo por encima del periódico, mientras Petunia asentía furiosamente—. ¡Miren qué pintas que se trae, es un vago asqueroso! —todos estallaron en risas, incluso Dudley.

Me apresure a llevar los platos para que me dejaran de molestar. Sin embargo, no paso mucho tiempo hasta que comenzaran a hablar a hablar de mi como si yo no estuviera presente, debido a que Vernon le había dicho a su hermana que me enviaban a una institución correccional para criminales jóvenes, por lo tanto, yo me veía obligado a fingir que iba ahí, y que me pegaban y todo eso, después de todo, era obvio que Vernon armaría toda una pantomima sobre porque no estaba en la casa el 90% del tiempo, y yo, me había visto obligado a seguirle el juego.

La realidad es que yo no tenía problema con oírlos criticarme, después de todo, sabía que con un movimiento de varita podría acabar con todos ellos fácilmente, pero el hecho de que comenzaran a criticar mis padres

— No debes culparte por cómo ha salido el chico, Vernon —fue Marge la que hablo—. Si está podrido por dentro, no hay nada que hacer. —me temblaban las manos de la ira que estaba guardando

En ese momento Marge alargó el brazo para tomar la copa de vino.

— Es una de las normas básicas de la crianza, se ve claramente en los perros: de tal palo, tal astilla. —esa vieja estúpida no acaba de decir lo que acababa de decir

En aquel momento estalló la copa de vino que Marge tenía en la mano. Me gane una mirada de Vernon, pero me voltee a tiempo para sonreír, mientras tomaba una servilleta y simulaba preocupación, acercándome a ella para entregársela

Pero ella no se detuvo ahí, y Petunia me miro de reojo, sabía que ese había sido yo, ella sabía que a Marge le convenía dejar de hablar, pero ella no iba a decir nada, quedaría como una loca, y ella sabía que yo sabía eso, por lo que solo le quedaba mirar...

Ella siguió insultándome, a mí, y a mi figura delgada, pero no me importaba. Sin embargo, la gota que colmó el vaso fue mi padre. Cuando ella dijo que "Ese Potter era un inútil, un vago y un gorrón" Mi paciencia se acabó,

— Él no era nada de eso —Vernon me fulmino con la mirada, olvidando con quien hablaba, pero yo no lo olvidaba, por lo que le devolví la mirada, para luego dirigirme a Marge. —Él no era nada de eso, él tenía un puesto muy alto en el ministerio de magia, él fue un auror que fue asesinado con Voldemort, así que cierra tu ignorante y sucia boca muggle —la sala se quedó en silencio mientras todos me miraban atónitos.

Marge estallo a carcajadas, tartamudeando entre risas que yo era un lunático... que estaba loco, y un par de incoherencias más, y cuando estaba a punto de volver a criticar a mi padre, su dedo anular comenzó a hincharse lentamente, cada vez más, luego su otro dedo, luego su mano, después su cuello, haciendo explotar ese odioso collar de perlas que siempre usaba, luego su cuerpo entero se empezó a hinchar cual globo, y comenzó a flotar.

Ignore los gritos de Petunia y de Vernon, y los ladridos de ese horrible bulldog que ella tenía, ignore todo mientras contemplaba mi obra de arte. Tom debe saber esto, pensé, por lo que caminé lentamente hacia la habitación

Tom,

No creerás lo que acaba de suceder, hace literalmente segundos infle a la hermana de Vernon, Marge, como un globo gigante, y ahora está flotando por Londres, esa perra se atrevió a hablar mal de mi padre sin siquiera conocerlo, al igual que mi madre. Se lo merecía, te adjuntaría una foto, pero fue tan rápido que no pude tomar una, pero te envió la memoria en un vial para que la veas en un pensadero.

De todos modos, ¿Cómo estás tú? ¿Alguna novedad? ¿por dónde estás? ¿Ya has podido conseguir un lugar? ¿o trabajo?

Con cariño, Harry

Enrosqué la carta con el vial a la pata de la lechuza que Tom me había dado y la abriendo la ventana en silencio, la envié.

A lo lejos oí los gritos de los Dursley, y lo supe, no podía quedarme ahí bajo ningún concepto, por lo que empaque mis cosas rápidamente, y baje las escaleras, topándome con Vernon en el camino

— Si sales por esa puerta no volverás —él pensó que era una amenaza, pero por mi mejor, por lo que le sonreí de manera siniestra, y le conjuré una cola de cerdo, y abriendo la puerta bruscamente, Salí a la calle, casi a oscuras, con mi maleta encima.

***

Jamás pensé hallarme dentro del autobús noctambulo, pero aquí estaba, conversando, o, mejor dicho, escuchando hablar al hombre sobra fuga de Sirius Black, y honestamente me importaba una mierda, pero no tenía dinero, y si lo dejaba hablar, se iba a olvidar de cobrarme.

Pronto llegamos al caldero chorreante, le di las gracias al hombre, y pedí una habitación en el lugar, tratando de no llamar la atención y saliendo victorioso en el proceso. Decidí que iba a pasar ahí buena parte del tiempo que quedaba hasta Hogwarts, ya que en el caso de que Tom hubiese conseguido un lugar, le pediría si me podía quedar con él, pero en el caso de que aún no tuviese un lugar, pues me quedaría aquí... 

Casi inexistente (𝙩𝙤𝙢𝙖𝙧𝙧𝙮)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora