Capitulo 5

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CAPITULO 5:

-Mira lo que tenemos aquí.- dijo uno de los hombres, entrando por la puerta principal.- Nos lo vamos a pasar muy bien.- dijo con una sonrisa que no me gustaba nada y mirándome directo a los ojos. En su mirada se percibía violencia, rabia, fuerza, pero también deseo y tristeza.- ¡Buenos días, soy Malcom y estos de aquí son mis secuaces.- dijo señalando a todos los que entraban.

Entraron muchos más de ellos y nos rodearon a todos y nos apuntaban con armas, amenazándonos. De pronto uno de ellos se acercó a Linda la cuál estaba junto a mi las dos abrazadas, y la agarró del brazo, sacudiéndola.

-¡Dejala, cerdo asqueroso!.- le dije con una mirada firme y decidida aunque tenía mucho miedo.

-Vaya... me asombra tu valentía.- dijo este tirando a Linda hacía uno de sus secuaces, el cual la agarró con fuerza.- Y además tienes una gran belleza.- dijo acariciandome la mejilla, yo le aparté la cara pero este me cogió muy fuerte y me pusó la cara justo en frente de la suya.- tu serás mi juguete.- dijo con una sonrisa.

-¡Ni se te ocurra tocarle un pelo! .- dijo Aidan del otro lado con mucha rabia en sus ojos, se soltó de uno de los hombres que le estaba cogiendo y vino corriendo, pero otro de ellos le dió un puñetazo en la cara dejandolo así tirado en el suelo inmóvil.

- ¡Aidan! ¡Aidan! Mi amor, no por favor.- dije con un montón de lágrimas brotando por mis mejillas, rápidamente me solté de las manos de ese tal Malcom, aún que lo hice casi sin esfuerzos parecía que me hubiera dejado ir a propósito para ver la escena, pero me dió igual fue corriendo y me puse de rodillas frente a Aidan, lo cogí con mis brazos y le dí la vuelta pues había caido boca abajo, puse su cara frente a la mia.- ¡Aidan! Mi amor por favor reacciona.- dije llorando desesperadamente y dandole besos en la frente, mejilla, labios.- Despierta Adian.- repetía una y otra vez, de pronto vi que poco a poco fue abriendo los ojos.

-¡Tranquila, estoy contigo! .- dijo acariciandome la mejilla, estaba realmente mal, aquel hombre de un solo golpe le había hecho sangrar la nariz a horrores, le había roto la nariz o eso parecia.

-Que conmovedor, de verdad me haréis llorar.- dijo acariciando sus ojos en modo de burla. Me levanté rápidamente y me dirigí hacía él.

-¿Por qué nos haces esto? No os hemos hecho nada.- dije acercandome a él cada vez más, y llorando de rabia. Cuando ya estaba a unos centímetros de él, saqué un cuchillo que tenía en el bolsillo y fui a apuñalarle.

-Ah! Ah! Ah! Yo de ti no haría eso.- dijo cogiendome del brazo y haciéndome una seña para que mirara detrás de mi.- o es que quieres que mueran.

-Soltarles, por favor.- dije llorando pues tenían a todos mis amigos cogidos y en posición de matar.- Diles que les suelte, por favor.- dije girandome y mirando a Malcom directo a los ojos.- te lo suplico sueltales.- le suplicaba.

-Em... deja que me lo piense.- izo cara de pensar.- no, prefiero divertirme un poco, primero los mataré a ellos uno a uno para que los veas y luego iré a por ti, aunque puede que deje a tu novio vivo para que mire lo que te hago.- dijo mientras se reía como un villano en las películas.

-¿Por qué haces esto?.- se atrevió a decir uno de los ancianos que nos acompañaba.- ¿Qué te hemos hecho?

-Bueno el que se mete en mis tierras, se merece un castigo y nosotros nos queremos divertir un rato.- dijo Malcom riéndose.- no tendriaís que haber entrado aquí, es un lugar ajeno.

-Bueno pero este sitio se podría compartir, parece seguro y si ya se ha acabado el mundo, tendríamos que intentar que permanezca la humanidad, no podemos matarnos unos a los otros tenemos que perm...- un disparo le hizo callar.

-¡No!.- grité a más no poder.

-Por fin se calla.- dijo Malcom guardando su pistola, la pistola con la que había matado a ese pobre anciano.- bueno comencemos a divertirnos.-dijo mirando a los demás.- ¿por quién podemos comenzar?.- dijo andando de un lado para otro observando a todos mis amigos, a mi me tenía cogido un hombre que era el triple de grande, alto y fuerte que yo.- veamos, veamos, tú, el pequeño.- dijo señalando a Jake, otro de los hombres fue a coger a Jake, Lina que lo tenía en sus brazos intentó impedirlo pero ese hombre era demasiado fuerte y pudo con ella, a los segundos ya tenía a Jake.

-¡No! ¡Por favor! solo es un niño.- dije intentando soltarme de el grandote hombre que me sotenía.

-¡Oh!Como me gusta que me supliquen.- dijo Malcom agarrando a Jake muy fuerte del cuello. Definitivamente ese hombre estaba totalmente loco.

-¡Bastardo asqueroso!.- dije gritadole.- cogeme a mi y deja al pobre niño, hazme a mi lo que quieras pero dejalo a él.- dije suplicándole pues no quería que le hiciera nada a Jake ni a ninguno de mis amigos, prefería que me lo hiciera a mi.

-Bueno me divertiré igual.- dijo soltando a Jake y viniendo hacía mi, se acercó y me fue a acariciar la mejilla, hacercó su cara a mi cuello y comenzó a olerme.- que gran aroma.- dijo mientras elevaba su cara hasta mis labios, pero por suerte para mi antes de que pudiera tocarme, entró uno de sus secuaces.

-¡Malcom!Nos tenemos que marchar cantidad de ellos vienes hacía nosotros.- dijo muy alarmado.

-¡Vaya! no nos hemos podido divertir.- dijo tirandome en el suelo.- bueno nos volveremos a ver princesa.- dijo saliendo por la puerta, todos los demás hombres salieron detrás de él en segundos ya no había nadie, solo nosotros.

-¿Estas bien? Mi amor.- dijo Aidan corriendo hacía mi levantandome del suelo. No le dije nada me levanté y salí corriendo hacía Jake.

-¡Jake, Jake! ¿Estas bien pequeño?.- le dije llorando y cogiéndolo en brazos. Él no dijo nada únicamente se avalanzó sobre mi y me abrazó lo más fuerte posible mientras lloraba.

-Escuchar tenemos que irnos, ese hombre a dicho que venían hacía aquí, seguro que hablaba de zombies.- dijo Mathias cogiendo unas cuantas mochilas que teníamos guardadas.

-Vamos Kat.- dijo Aidan acercándose a mi y cogiendo él en brazos a Jake. Salimos todos de la casa y nos fuimos en dirección a los coches, a lo lejos se veía cantidad de zombies acercándose hacía nosotros, por suerte para nosotros estábamos muy lejos de los zombies todavía así que nos daría tiempo a escapar sin problemas. Y así lo hicimos a los pocos minutos ya estábamos muy lejos del pueblo.

Nos quedamos durante el viaje todos en silencio, no queríamos hablar ninguno aún estabamos en shock por lo ocurrido hace solo unos minutos.

Zombie enamorado [ Segunda Parte ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora