Capitulo 20

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CAPITULO 20:

Ya hacía un rato que me había despertado y ya quedaba mucho menos para legar al pueblo, cada vez mi alegría era mayor ya que pronto vería a mi hermana y me di cuenta que Mathias tenía los mismos sentimientos, los dos estábamos ansiosos de volver a ver a nuestros hermanos pequeños y también lo único que nos queda de familia.

- Ya estamos llegando.- dijo Mathias muy ansioso y alegre.

- Si es genial por fin veremos a nuestros hermanos.- dije muy sonriente.- para el coche un momento por favor.

- Esta bien.- dijo el que conducía.

Cuando paró le dije que se bajara y me pusé yo de conductora.- es que así os llevo hasta la casa que seguro esta mi hermana y los demás.- dije sonriendo y arrancando el coche, en pocos minutos ya veía la entrada del pueblo, al entrar me alegré mucho pues el lugar estaba tal como lo recordaba, no había cambiado nada de nada a pesar del tiempo que había pasado y de lo ocurrido los últimos meses. Recorrí un poco el pueblo pronto llegue a un rampa al girar por la izquierda, ya solo quedaba subir y ya había llegado que gamas tenía.

- Anne ¿estás segura de que es por aquí?.- preguntó Ivan desconcertado.

- Si tu tranquilo.- dije sonriendo.- ya veras, nada más lleguemos a la cima de la rampa hay una casa preciosa, ahí es donde están.

Ya no dijo nada más, miró con curiosidad haber si era cierto.

- Vaya! pues si que hay una casa.- dijo asombrado.- y mirar, ahí hay un coche aparcado.- dijo señalando la coche que estaba frente la casa.

Mi alegría cada vez era mayor, cada segundo que pasaba estaba más cerca de estar con mi querida hermana y no era la única que lo sentía, me fijé que Mathias aún que lo intentara disimular también estaba ansioso por reencontrarse con su hermano.

Una vez aparqué el coche, todos bajamos y nos dirigimos a la casa, entramos con cuidado, era muy extraño no se escuchaba a nadie, en la parte de abajo no había absolutamente nadie, subí rápidamente a la parte de arriba pero tampoco encontré a nadie, no entendía nada, estaba totalmente segura que mi hermana se encontraba en ese lugar, todo mi cuerpo se invadió de una gran tristeza, pero intentaba que no se me notará, todos fuimos a la parte de abajo y nos sentamos en el comedor, no me podía creer que no estuviera allí, tenía que haber pasado algo estaba totalmente segura que mi hermana estaría aquí, además había en el exterior un coche.

- Anne tranquila, aún que no este aquí, la encontraremos.- dijo Mathias para tranquilizar me. Yo le sonreí, me animaba mucho este chico era realmente encantador.

De pronto escuchamos un ruido y nos vimos rodeados, no había mucha gente pero si estaban más armados que nosotros.

- ¿Qué queréis?.- dijo una chica que entraba por la puerta y muy amenazadora, no le pudé ver la cara pero ya la voz me sonaba mucho.- Un momento, pero si sois....- su voz en seguida cambio por alegría.- Mathias, Ivan y los demás, estáis vivos.

- Pues claro que estamos vivos, que te pensabas, que te ibas a librar tan fácilmente de nosotros.- dijo Ivan sonriendo. La chica fue corriendo a darles un abrazo a todos, pero de pronto se quedó parada frente a mi con cara de alegría y a la vez se le notaba que no entendía nada de lo que pasaba, era como s estuviera viendo un fantasma.

- ¿Anne?.- dijo aún sin creerse lo.- ¿en serio eres tú?.- yo solo le sonreí y ella saltó a mis brazos llorando a más no poder.- estas viva, tu hermana se va a alegrar mucho cuando te vea.

- Hablando de mi hermana ¿dónde esta? quiero verla.- dije mirando de un lado para otro.

- Tu hermana ahora no esta, todos se han ido de excursión para ver la zona.

- ¿De excursión?.- dije algo preocupada.- pero es peligroso, podrían encontrarse con...

- No, la zona es segura, supongo que viniendo os habréis fijado que no hay rastro de zombies y tampoco en el interior del pueblo.- me cortó.

- Si es cierto pero aún así...

- En serio estarán bien, no hay de que preocuparse.- dijo sonriendo.- por cierto ¿dónde esta Vane? aún no la e visto.- dijo con una sonrisa y mirando por todas partes, en su mirada se veía preocupación. Todos agachamos la cabeza y yo le dije que no con la cabeza.- no, no, no... ¿por qué?.- dijo llorando, lo único qu pude hacer fue abrazarla y intentar animarla.

Pasaron ya unas horas desde que habíamos llegado a la casa, Linda ya había dejado de llorar y se había quedado dormida en mis brazos, estaba totalmente angustiada por mi hermana, sabía que si pasaba algo se las arreglaría perfectamente para salir de esa y para venir a por su amiga, pero también mis ganas de verla cada vez eran mayores y menos soportables, aparté con cuidado a Linda para no despertarla y la apollé en un cogín, me dirigí a la ventana para ver si veía llegar a mi hermana, estaba realmente angustiada.

- Tranquila, seguro que están por llegar.- me sobresaltó una voz, era Mathias. A él también se le veía muy angustiado, era normal su hermano también estaba ahí fuera y el también esta ansioso por verlo.- pronto estaremos con nuestros hermanos.

- Si.- dije sonriendo y sin poder dejar de mirarlo.

- ¿Qué pasa? ¿tengo algo en la cara?.- dijo tocándose la cara e intentando mirar si tenía algo, en ese momento estaba realmente gracioso, sin querer me puse a reírme de él en su cara.- ¿y ahora de que te ríes?

- Es que estas muy gracioso, haciendo eso.- dije son parar de reír.

- Me alegra hacerte reír.- dijo algo molesto, pero con una sonrisa.

- Si, eres muy gracioso.- dije metiendome con él. Él para vengarse cogió y comenzó a hacerme cosquillas.- jajaja para por favor.- dije casi saliéndome lágrimas de los ojos, mi familia siempre a tenido la fama de tener cosquillas a más no poder, sobre todo mi hermana Kat, ella era la que más tenía.

- Olle parejita, no hagáis tanto ruido.- dijo Ivan a carcajadas. Los dos nos pusimos muy rojos y rápidamente nos separamos.

¿Parejita? ¿cómo que parejita? me quedé mirándole ¿pareja Mathias y yo? no, para nada, él me cae muy bien y la verdad es que con él siempre me siento muy bien, pero no podía ser para comenzar ni siquiera nos conocíamos. Estuve mirándolo una buen rato y cuando me quisé dar cuenta él también me estaba mirando, seguro que me miraba desde hace un rato como yo a él y ni me había dado cuenta, que vergüenza.

- Em... ¿vamos a comer algo?.- estoy hambriento.- dijo sin dejar de mirarme y muy serio.

- Claro.- dije sonriendo, pero yo si deje de mirarlo estaba algo incómoda, iré por la ventana una vez más y mi preocupación aumentó.- se esta haciendo de noche.- dije mirando el cielo desde la ventana.

- Tranquila llegaran pronto.- dijo cogiendo me de la mano.- vamos, tenemos que comer algo, sin esperar mi contestación me llevó hasta la cocina aún cogiendo mi mano, lo único que podía hacer era mirar nuestras manos y me ponía muy roja, pero de pronto me solté de él y fui yo por delante para que no viera lo sonrojada que estaba.

Nos hicimos la comida y nos sentamos en una mesa pequeña que había en la cocina. No pude pegar bocado estaba realmente incómoda, estaba totalmente sola con él en la cocina, no podía de dejar de mirar el plato, no podía mirarle a la cara ni un segundo.

- ¿Te pasa algo? estas muy rara.-dijo con tono preocupado.

- No... no es..toy bien.- dije muy nerviosa.

De pronto entraron a la cocina Linda y Ivan hablando y muy sonrientes, me alegre mucho no solo por el echo de que ya no estaba sola con Mathias sino también por que Linda ya estaba mucho mejor, ya estaba más contenta.

- Hola, chicos.- dijo muy sonrientes.- ¿os importa si comemos aquí con vosotros?

- No no claro que no.- dije muy sonriente y aliviada.

Mathias estaba realmente serio, no entendía que le pasaba, era un chico bastante raro, menos mal que estaban aquí Linda y Ivan porque así podía estar mucho mejor no entendía porque antes estaba tan a gusto con Mathias y después tan de repente sienta esta angustia en mi interior y estos nervios.

Zombie enamorado [ Segunda Parte ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora