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Ambos mayores compartían miradas mientras aquel de cresta se encontraba en el baño dándose una ducha.

-Lo único que he encontrado son antidepresivos.- informó el ruso en un susurro cerca de su superior.

-Antidepresivos ¿los reconoces?-

-Escitaloprám, me los recomendaron en mi peor momento, pero siempre tomé de los más suaves.-

-Es decir que este es fuerte.-

-De los más fuertes, leí algo de efectos secundarios, pero en ninguno específica desmayos ni hemorragias nasales, lo único que ponía era algo de mareos, náuseas o diarrea...nada más, bueno, dolor de cabezas.-

Su conversación terminó cuando el de cresta salió del baño secándose la cresta con su toalla, había ingresado con ropa limpia al baño, así que había salido completamente vestido. Se sentó junto a Volkov en la cama mientras dejaba la toalla sobre su propia cabeza mirando de reojo al más alto. Este, en silencio, subió las manos hasta la cabeza del francés, tomando la toalla entre sus manos para empezar a hacer pequeños movimientos con esta, secando el  cabello del inspector.

-¿Alguna pista sobre el tipo de los ojos?- preguntó el federal mirando a su superior, quien mantenía su mirada fija en la ventana para evitar ver aquella melosa escena.

-No, ni una putísima mierda, al parecer se esconde demasiado bien, ahora mismo no hay nuevas víctimas desde la última vez.-

-Entiendo...- H asintió con la cabeza sintiendo los largos dedos de Volkov ahora pasar por su cabello, peinandolo hacia atrás como si de un peine se tratase, no había notado en que momento aquel ruso había dejado a un lado la toalla. -¿Y todavía habláis con Nino?- retomó la conversación el de cresta, teniendo una sonrisa en sus labios que poco a poco se iba ampliando.

-¿Qué Nino?- preguntó el de pelo canoso frunciendo el ceño. Había caído.

-Tu culo en mi pepino.- Horacio soltó una risa ante su propio juego de palabras mientras sentía las manos de Volkov alejarse de su cabello y mirar de forma estraña.

-A que se refiere con eso, Horacio.- interrogó de forma neutral el ruso, sin entender realmente aquel juego de palabras mientras que su superior masajeaba el puente de su nariz.

-Menudo...gilipollas.- masculló Conway por lo bajo empuñando su mano izquierda.

-¿Pero a que se refiere con pepino, Horacio?-

El de cresta no podía parar de reír mientras se tumbaba sobre su cama, recibiendo algunos golpes por parte de Conway.

-¡Au! ¡Auuuu!- se quejaba falsamente el de cresta mientras el ruso trataba de parar los golpes que recibía su compañero de trabajo.

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-Seguridad Sybil desactivada, gracias por su paciencia.-

Una sonrisa se formó en el francés que desapareció cuando escuchó una notificación llegar a los tres móviles a la vez.

-Nuevo caso, Volkov, prepara al equipo.-

-10-4-

El de nacionalidad rusa salió de la zona mientras Conway se disponía a leer aquel aviso en alto.

-Nueva investigación abierta para la LSID- comenzó a leer mientras Horacio se posicionaba a su lado. -Cuerpos embalsamados usado como...¿maniquíes en una tienda de ropa de moda? Pero qué coño es esta puta mierda.-

-¿Mmm?- Horacio miró con curiosidad aquella imagen adjunta en el aviso, donde se veían cadáveres como si hubieran sido plastificados vestidos con ropa de marca y con posturas algo extravagantes.

-La dueña del local es la misma que ha notificado sobre ello, dice que su marido se encargó de traer esos maniquíes a la tienda, pero que no hablaron del precio que costaron estos, hostia puta.-

-Que mal rollo, ¿No?-

-Estamos en Japón, cualquier mierda nos podemos encontrar.-

-Claro...pero esto ya es...Dios.-

Se dirigieron ambos hacia la sala de reuniones, donde se encontraron todos los del primer día excepto los hermanos Escobilla.

-Me gusta este caso, parece interesante.- comenta Armando pasando las imágenes que había en el aviso, mientras tenía al lado a Yun contemplando también estás.

-Mila' Nadando, se le sale el ojoh'.- comentó el chino soltando una pequeña risa, seguido de un codazo proporcionado por el ruso. -¡Eh! No me toqueh' malicon' de mielda'.-

-Seriedad capullos- ordenó el superintendente abriendo el plano que le habían proporcionado de la planificación de la tienda de ropa.

-Hay sótano- informa mientras ve el plano.

-¿Y esto?- señala el moreno hacia lo que parecía otra sala bajo el sótano.

-Lo veremos cuando estamos allí.-

Conway cierra el plano y dirige su mirada hacia los inspectores.

-Os quiero atentos y controlando la situación. - luego de decir eso dirige la mirada hacia los ejecutores, soltando un suspiro en el proceso. -Por vuestra parte espero tener rendimiento, o al menos algo, trabajad como se debe, id a cambiaros.-

La mayoría asintieron con la cabeza y todos se fueron hacia los vestuarios, donde se cambiaron rápido de vestimenta y no se permitieron ni el lujo de mirarse entre ellos en el proceso.

Volkov fue el más rápido teniendo que esperar unos minutos a que su compañero asignado terminada de colocarse el traje. Cuando vio que termino ambos se dirigieron hacia donde una caja del sistema Sybil estaba.

El de tez pálida colocó su mano en una pantallita que había a los borde de la caja, haciendo que está al instante se abriera mostrando dos Dominators, uno de ellos fue cogido por el ruso quien se quedó unos segundos en silencio siendo escaneados sus ojos por aquella máquina.

Mientras tanto Horacio miraba aquella pistola que pensaba que nunca volvería a tener que usar.

-Cojala, no vamos a estar aquí todo el día, H.-

Horacio tragó en seco con un pequeño nudo en su garganta, con sus manos un poco temblorosas agarro el arma, con algo de temor, aunque el agarre en el arma se hizo más fuerte cuando la gran mano del ruso se colocó sobre la suya, haciendo el agarre de Horacio más firme

-Es un arma como cualquier otra, pierda ese miedo.- dijo para después soltar la mano de Horacio, quien se quedó con ese agarre firme sobre el arma.-

-Dominator activado, portador Horacio Pérez: permitido su uso en Dominator, nivel de coeficiente criminal más elevado de lo normal, será notificado al departamento y controlado durante su turno de hoy, ¡Que tenga buen servicio!-

Aquella voz en su cabeza le sobresalto junto a aquella información sobre su coeficiente de criminalidad, llevándose una mirada inexpresiva del ruso que, al ser su compañero, había sido notificado sobre ello.

-Relajese y no haga ninguna locura H.-

-10-4, V.-

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Hasta aquí la parte de hoy, mañana se viene la misión y a ver si se muere Horacio 🥵🥵.
Hasta mañana 😔🖐🏻

•∆• Trabajando con mentes criminales •∆•  {VOLKACIO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora