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-Escuchame, no puedo arriesgarme a hacer algo así.- decía la voz de Brown mientras golpeaba levemente la mesa del hombre que tenía enfrente.- No puedo ir haciendo más delitos menores por la ciudad, solo consigo que la policía me trate de capturar ¡y el resto no están consiguiendo buenos resultados!.-

-Todo a su tiempo Brown, todo a su tiempo.- decía calmadamente la voz de aquel hombre quien miraba el ajedrez, en búsqueda de su próximo movimiento. -¿No querías venganza? Por lo de tu mujer, tu hijo, te arruinaron tu trabajo, ¿qué más motivación necesitas? ¿Quieres acaso que haga yo todo el trabajo que deberías estar haciendo tú?-

-Esto se va a salir de control.- avisó el de pelo castaño señalando al sujeto y luego al ajedrez. -Tu y tus jueguitos de mierda están arruinando todo, absolutamente todo ¿Eres acaso consciente de ello?.-

-Por supuesto que si, ahora aprende cual es tu lugar ahora mismo, Brownie, y vete a seguir con el puto plan.-

-Joder, 10-4.-

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-¿Sabes lo difícil que es para mí conseguir un puto paquete de tabaco? Capullo que eres un capullo ¡y tú!- dijo histerico su superior señalando al de tez pálida. -Tú, pedazo de gilipollas, como se te ocurre dejar que se fume ¡todo el puto paquete entero en una noche! Eres otro capullo ¡Capullo!-

Tras cada insulto un golpe de porra era proporcionado a Horacio o al menos esa era la intención, porque el ruso no paraba de interponerse entre los golpes, llevándose así todos.

-Dale más fuerte papu, ¡dale!- animaba Gustabo desde la silla de su superior, con los pies sobre la mesa mientras alzaba ambos brazos para animarlo. -¡Dale, dale, dale!-

-Ya, duele joder Conway, ¡Pare!- se quejaba el ruso soltando un insulto ruso por lo bajo mientras seguía recibiendo aquellos porrazos defendiendo al inspector de cresta.

Los porrazos se detuvieron al momento y el sonido de algo rompiéndose se escuchó en la habitación.

Ahí estaba Horacio con parte de lo que era una porra entre sus manos, dejándola caer el suelo mientras mantenía el ceño fruncido y se acercaba a su "superior" haciéndole frente.

-Parece que sin porra no eres tan fuerte eh, abuelo.- se burlaba el menor mientras de un jalón le quitaba el otro resto de porra al ex superintendente. -Consiguete algo mejor para la próxima vez, suerte.- al alejarse unos pasos tiró el resto de porra contra el mayor, dándole contra el chaleco anti-balas que este portaba. -Vamonos Viktor.- ordenó firmemente mientras sacaba su móvil del bolsillo, dispuesto a hacer una llamada.

-10-4 H-

-...- el silencio y la cara sería era lo único que había en esa habitación, ya que parecía que Gustabo de un momento a otro se había vuelto ajeno a la situación y decidió irse de allí. -Pero que cojones...-

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-Discutir y trabajar, ¡discutir y trabajar tío! ¡Es lo único que hacen en este sitio de mierda Kovacs!- gritaba enojado hacia el teléfono mientras el ejecutor de más de dos metros se mantenía callado a su lado, cruzado de brazos.

_H por dios estoy en una reunión, no de esos gritos que lo están escuchando._ se escuchaba la voz de Kovacs en susurró.

•∆• Trabajando con mentes criminales •∆•  {VOLKACIO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora