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Hola, no sé si soy a la única que le pasa que se emociona tanto publicar un nuevo capítulo, siento que estoy escribiendo está historia para mí y no para otras personas y siempre tengo ganas de leer el capítulo que yo misma escribo. Me hace mucha ilusión publicar cada cuánto que puedo un capítulo o cada día poder escribir un trocito más de lo que puede ser una larga historia.

Ni siquiera me interesa que vea está historia mucha gente, creo que con la gente que lo lee y que vota y comenta cada capítulo me es más que suficiente (y les agradezco de todo corazón a esas personas). Y sin más, termino y os dejo con este capítulo.
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-Hermanos Escobilla- nombró Horacio con una voz alta y bien pronunciada, de forma sería, mientras mantenía su compostura que durante estos últimos meses siendo federal había conseguido.

Ambos hermanos se quedaron helados por un segundo, esa voz les sonaba mucho, demasiado, pero hasta que no giraron su rostro no supieron de quién se trataba y aún así les costó creerlo.

-¿Horacio?- preguntó Pablito con duda mirando fijamente la cresta blanquecina y despeinada que tenía el federal de los Santos.

-Pablito- nombró de vuelta el agente al muchacho que se encontraba en frente suya.

-No mames jotito, cuánto tiempo sin verle, ¿cómo anduvo joto?- habló Emilio con una sonrisa, aunque lo que recibió a cambio fue una pequeña mueca de asco entre al expresión seria de Horacio.

-¿Hay una reunión ahora?-

-Ahh...¿si?- respondió Pablito con algo de duda.

-Pues vamos-

La puerta del ascensor de abrieron y las hermanos fueron los primeros en salir y encaminarse en la reunión, seguidos del de cresta.

Pasaron por un largo pasillo hasta llegar a lo que parecía una gran sala, había un grupo de personas que rodeaban a Conway y le prestaban atención mientras el de pelo canoso daba indicaciones sobre los entrenamientos de ese día.

El de cresta se acercó al grupo, colocándose al lado del rubio con el cual había compartido la mayor parte de su vida. Cuando el rubio se dió cuenta de la presencia de su hermano sonrió de lado de forma burlona y con su brazo izquierdo rodeó los hombros del moreno, para acercarlo más a él ya que sentía una especia de lejanía entre ellos. El de ojos bicolores no reaccionó ante eso, simplemente lo dejó estar ya que "su hermano siempre hacia lo que quería".

-Escuchadme bien, ya os dije que teníamos dos nuevos integrantes en nuestra división, en la reunión de esta mañana ya visteis a Gustabo, creo que todos lo conocéis bastante bien.- su mirada se dirigió a ambos hermanos, aunque el resto seguían mirando atentos a Conway. -El capullo que esta a su lado es el federal que os comenté que vendría y el segundo al mando de esta unidad, ¿Que quiere decir esto? Que no quiero ni una puta falta de respeto, ¿Queda claro?-

Se hizo un pequeño silencio entre el grupo de personas que miraban a su superior, siendo el único en contestar Horacio, quien asintió levemente con la cabeza.

-No os oigo muñecas, ¿Queda claro?-

-10-4- respondieron algunos al unísono mientras el de cresta simplemente asintió con la cabeza y su hermano se quedó en silencio viendo a su superior con una pequeña sonrisa juguetona.

-Os veo con ganas, si si- dijo Conway de forma sarcástica mientras fruncía un poco el ceño. -Vamos a la zona de entrenamiento, como os siga viendo la cara de mierda que tenéis os voy a matar a hostias.-

Horacio se alejó de Gustabo, no sin antes retirar el brazo que rodeaba sus hombros, y se acercó a Conway, el cual estaba intercambiando algunas palabras en bajo con el enmascarado que anteriormente estuvo en su cuarto, era como el perrito faldero de Conway.

•∆• Trabajando con mentes criminales •∆•  {VOLKACIO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora