The Last of Us- c.h

The Refuge

Miramos hacia donde se encontraba Mali Koa y ya se encontraba mirándonos con una mueca de intriga. Traía puesta la ropa que le había prestado anteriormente, definitivamente lucia mejor. Ahora podía divisar heridas en su rostro ya que la tierra que tenia encima anteriormente cubría las mismas.

-¿No que iban a cuidar que no sucediera nada? –Dijo riendo

-Lo sentimos.-Dije algo apenada y ella soltó una pequeña risa nuevamente.

-No te preocupes.

Caminamos hacia el auto todos juntos, decidimos quedarnos a pasar la noche en una de las casas antes de seguir el viaje por la mañana. Pero no sin antes asegurar la zona. Escondimos el jeep dentro del garaje de la casa. Nos aseguramos de que la casa estuviera libre de infectados y finalmente decidimos que el lugar era seguro. Pero tendríamos que tomar precauciones.

Quitamos una de las rejas de una casa vecina y la colocamos al final de la escalera, de este modo si alguien quisiera pasar, vivo o no, tendría que mover las pesadas barras de metal. Juntamos algunas latas de comida vacías y los unimos con hilos. Decidimos colgarlos de la reja de modo de que cualquier movimiento que hiciera con la misma, tratando de pasar hacia donde nos encontrábamos nosotros, provocaría que las latas sonaran lo suficientemente fuerte como para alertarnos a todos. O por lo menos a uno de nosotros.

Luego de haber comido lo suficiente, decidimos darnos un descanso todos. Mali se recostó en una de las habitaciones de camas individuales, mientras que Calum y yo tomamos la de la cama matrimonial. Algo incómodo, pero lindo al final.

Nos quitamos la ropa pesada de encima y quedamos en lo que podría llamarse pijama. El tomó el lado derecho de la cama, mientras que yo me recosté en el derecho. Unos minutos nos quedamos mirando el techo, sin saber qué hacer. Entonces decidí que era el momento de que yo tomara iniciativa. Por lo que decidí arriesgarme un poco.

Me acerqué un poco al cuerpo de Calum y posicioné mi cabeza en su pecho y el pasó su brazo izquierdo por debajo de mi cuello. Una de mis piernas se entrelazó entre las suyas y mi mano derecha trazaba círculos sobre su abdomen en forma de suaves caricias.

Él, luego de unos minutos se giro sobre el colchón quedando cara a cara conmigo. Su mano izquierda acarició mi mejilla y mi pelo. Luego bajo por mis brazos hasta mi cadera.

-¿puedo decirte algo que puede sonar un tanto...cursi? –Definitivamente no estaba acostumbrado a esto y reí ante ese pensamiento.

-Si…claro…

-No me dejes nunca. Créeme que…

-¿Si?

-Estoy enamorado de ti ______.

Sonreí ante su confesión.

-Se que suena demasiado apresurado, pero no lo sé… en estos días, me di cuenta de que asi es y no quiero pensar en la idea de que alguna vez…pueda pasarte algo y…tener que soportar perderte…-Calle su confesión con un beso con el que traté de darle a entender que no lo dejaría. Nunca.

-Shh…-dije.-Duerme. Lo necesitas.

Inmediatamente cerré mis ojos.

Me encontraba profundamente dormida, pero un pequeño sonido que provenía cerca de donde yo me encontraba me obligo a abrir los ojos. Inmediatamente pude darme cuenta de que Calum no estaba al lado mio.