CATORCE

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Los dos chicos se escabullian por los pasillos del hotel deseando no encontrarse con alguien del staff, mucho menos con Yoongi o Jin.

El cantante guiaba a Namjoon quién ponía toda su confianza en él ya que iban más rápido de lo que le gustaría.

Sintió como él chico que tomaba su mano se detuvo de golpe y eso lo puso alerta ya que eso solo significaba que los habían atrapado.

- Pensé que tenías prohibido salir. - escuchó la voz de Jimin.

- Solo íbamos a tomar el aire. - contestó Jeon con simplesa intentando no lucir sorprendido.

Sonaba muy seguro, tanto que Namjoon lo pudo reconocer como un buen mentiroso y no sabía si podía reconocer eso como algo malo o bueno ya que en ese momento era algo ventajoso.

- Sabes que Yoongi te lo prohibió.

- Pero el no se debe de dar cuenta...- tomó una bocada de aire para después soltarlo sonoramente. - Porfavor no le digas nada.

- No se, la última vez que lo hicimos regresaste con una reseca insoportable para todos además de que casi te descubren.

Jungkook hizo una mueca recordando aquella gira donde, admite, ocasionó muchos problemas que perjudicaron tanto a la banda como a él. Fue una gira por Japón donde hizo algunos amigos y le propusieron salir de fiesta, algo que claramente no les negaría porque quería divertirse y en esa fiesta la diversión no haría falta ni un segundo; drogas, alcohol, sexo fácil, música a gran volumen y personas que estaban igual o peor que él, por lo que era realmente difícil que lo recordaran al día siguiente. 

En ese momento no sentía la necesidad de buscar esa clase de diversión.

- Jimin... Porfavor no le digas a nadie...- todos voltearon hacia Namjoon quien habló por primera vez.

El mencionado posó su mirada sobre sus brillantes ojos perdidos y su ligero puchero para después bajar su mirada y ver cómo su mano se entrelazaban con fuerza a la de Jeon.

Volteó con Taehyung quién se percató de lo mismo.

- Bien... Pero será la última vez, es muy riesgoso que salgan.

Namjoon asintió con entusiasmo, intentando controlar la sonrisa que se dibujó en sus labios.

- Gracias. - soltó Jungkook a lo que sus dos amigos se sorprendieron pero se limitaron a restarle importancia con la mano.

- Váyanse de una vez.

No tardaron en tomar su palabra y se apresuraron a salir del hotel.

Caminaban por la calles sin mucha prisa y ni uno de los dos podía dejar de sonreír al sentir la calidad que sus manos entrelazadas creaba. Iban en silencio pero no necesitaban hablar para sentirse cómodos, era un silencio perfecto donde solo disfrutaban del viento que golpeaba sus rostros con suavidad.

- ¿Puedo saber a dónde vamos? - preguntó el moreno.

- Mmmh... No, es una sorpresa. - dijo Jeon, a lo que Namjoon bufó haciendo reír al chico.

No pasó mucho para que llegaran al lugar y al ser un poco tarde la gente que transitaba por las calles era realmente poca y en su mayoría eran parejas que iban en su burbuja de amor como para notarlos.

- Debes esperarme aquí, regresaré pronto.

Namjoon frunció su entrecejo con confusión y un poco de temor, ya que no quería quedarse solo en un lugar totalmente desconocido donde sería difícil pedir ayuda.

- ¿Regresarás cierto? 

Jungkook volteó a verlo y sonrió, a pesar de que no pudiera verlo siempre quería sonreír cuando estaba con él.

- Claro que lo haré. - llevó sus manos hacia él desordenado cabello del chico y comenzó a acomodarlo. - Nunca te dejaría...

Namjoon sintió sus mejillas arder por lo que rápidamente alejó las manos del chico de su cabeza.

- Bien, entonces vé, no hagas la espera más larga.

Jeon se fue después de escuchar eso, dejando a Namjoon sólo.

Tomó una bocada de aire y busco con sus manos y pies una lugar  para sentarse.Pronto encontró una jardinera que le serviría para recargarse y poder esperar más cómodamente.

Prestó atención a los sonidos a su alrededor y pudo reconocer aquel familiar sonido de las bicicleta, los pedales en movimiento, las llantas que pasaban con velocidad. Incluso podía escuchar el sonido de la patineta y los patines. El ambiente era relajado, las personas iban riendo o conversando tranquilamente, incluso algunos pasaban escuchando música realmente fuerte en sus audífonos.

Pronto escuchó el sonido de una bicicleta acercarse a él, por lo que se acomodó sobre su lugar.

- ¿Estás listo? - escuchó la voz de Jeon por lo que frunció su ceño con confusión.

- ¿Has traído una bicicleta?

- Así es. - afirmó. - porque tú y yo daremos una vuelta en ella.

El moreno no podía con la emoción de escuchar aquello pero creía que se trataba de una broma ya que sería realmente difícil que el pudiera manejar una pro si solo.

- ¿Cómo?

- Estamos en un parque, aquí hay pista para bicicletas, patines y demás objetos rodantes sin motor. - Namjoon rió por aquella especificación.- Vamos, tenemos una hora y media.

- Pero Jungkook, Y-yo no puedo subirme a ella solo así, no podré conducirla.

- Oye, yo iré adelante de ti y te guiaré, tu irás en el segundo asiento. Es un bicicleta doble.

El cantante tomó la mano de Namjoon y lo atrajo hacia sí, lentamente.

- Vamos, prometo que te cuidaré durante todo el viaje.

Namjoon dudó durante unos segundos pero terminó por aceptar y Jungkook pudo notar eso cuando la mueca de preocupación se transformó en una sonrisa.

- Bien... Confío en ti.

Jungkook lo ayudó a subir al segundo asiento y lo acomodó, llevando sus pies hacia los pedales para que los pudiera reconocer al igual que sus manos sobre los manillares. Por último subió él al primer asiento.

- ¿Estás listo?

- Supongo que si, ha pasado tiempo desde que conduzco una, pero estoy listo.

- Bien entonces aquí vamos, a la cuenta de tres comenzamos a pedalear por la izquierda.

Namjoon asintió en se preparó.

Las emociones que habitaban dentro de él en ese momento eran tantas que sentía miedo y abrumacion. Nunca pensó que podría volver a menejar una bicicleta, pero ahí estaba con Jungkook recordando lo que era hacerlo. Sentir el viento golpear contra él, sus pies pedaleando.

Las lágrimas se acumularon sobre sus ojos ante aquel sentimiento de melancolía y felicidad.

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ROCKSTARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora